21 abril 2008

Tribus urbanas

El metro siempre ha sido lugar para ver las cosas más extrañas en cuanto a gente. Esa gente que, por la mañana, se queda dormida de pie, apoyada en la barra vertical, en la horizontal, en la puerta o la pared o en el hombro del de al lado. O a la vuelta del trabajo, que hacen lo mismo. Hace unos años, se puso de moda lo de las botellas de agua. No he visto nada más ridículo que eso. Es como en la universidad cuando la gente va con un libro gordo debajo del brazo. Lo llevan porque todo el mundo lleva uno. No lo han abierto. Ni siquiera es de su carrera. Pero hay que llevarlo. Con el agua, lo mismo. La imagen era curiosa. La chica (porque al principio solo eran chicas), saca la botella del bolso mientras mira a derecha e izquierda. Como si buscara a alguien. Luego, con la mirada perdida, desenrosaca el tapón y se acerca la botella a los labios. Se la quita. Repite la operación dos o tres veces. Incluso llega a poner el tapón sobre la boca sin enroscar y lo vuelve a quitar. No creo que beba. Es sólo que la vean que va con una botella de agua. Cuando ya la gente empezó a llevarlas como moda, el ritual cambió. La gente ya daba tragos largos. Despegada los labios de la botella, tragaba el agua y volvía a darle otro trago. Un show. Pero ahora se han apoderado de los vagones dos tribus nuevas. Los vagos y los musicones. Dos especímenes que pueden tener cosas en común como las zapatillas con los cordones sin atar, los pantalones tan caídos que se sientan con los calzoncillos, y que van de sobrados por la vida. Los vagos son esos que, nada más entrar en el metro, buscan un trozo de pared y se dejan caer como si les hubiesen pegado un tiro. Y se sientan haya la gente que haya. Les da igual hora punta que no. Que haya sitio, que molesten el paso o que ocuapen dos lugares cuando la gente va apretada. Y no les toques, que encima te miran mal. Como perdonándote la vida. Y no te creas que si el sitio lo ven junto a una puerta no se sientan allí también. Lo hacen. Y si la gente no puede pasar, que les den. Hay más puertas. Mientras esté a gusto. Hasta un vez vi a uno tirado. Completamente. Decía que estaba muy cansado porque se había levantado a las seis y que tumbado era como más cómodo estaba. Payaso. Pringao. Vago.
Los musicones se está nponiendo de moda ahora. Los que veo en el metro son, casi todos, extranjeros. Van con sus móviles de última generación, con su regetón a todo volumen y sin auriculares. Para que todo el mundo les mire. Les encanta llamar la atención. Que pena.
Son las tribus del metro de hoy en día. Es lo que hay. Que se le va a hacer.
Y la próxima semana, hablaremos del gobierno.

15 abril 2008

De cara a la galería

No he podido dejar de reirme desde que he visto la configuración de este nuestro gobierno. A pesar de que había pocas dudas de que se cambiara el nucleo duro, llámese La Seca (mujer a la que no le permiten ir a ningún funeral de estado porque igualal confunden con le muerto), Solbes (el tío que nos va a sacar de una crisis que no existía hace dos meses), Pista de piojos (que buena es la policía cuando detiene a los que yo quiero que detengan) y Moratinos (el hombre que tiene un despacho en un submarino sumergido porque el fondo no es tan tonto). También se sabía que iban a mantenerse los nuevos ministros que entraron en el último cambio. Soprende un poco el de Defensa. Nuestro presidente todavía que cree que el ejército sigue siendo la parte más conservadora de la sociedad y para eso ha puesto a una chica, joven, hermosa y a la que, segurmente, no le gustan un pelo los militares. Ésta es la primera muestra de cara a la galería del presidente. Nunca una mujer ha estado al frente del Ministerio de Defensa. Guiño a las feministas. Pero claro. Nuestra ministra de Defensa, que tiene más estilo pasando revista a las tropas que muchas de las que desfilan en Supermodelo, con taconazos y embarazada de siete meses (por cierto, recuerdo que todo el mundo se quejaba de la altura de los tacones de la princesa de Asturias durante sus embarazos, incluso en los primeros meses degestación). Sería bueno saber quien ocupa el segundo puesto del escalafón del ministerio ya que, como propugna este gobierno, si sigue con el método del anterior, suma las vacaciones, el permiso maternal y la reducción de jornada por el tema de conciliar la vida laboral y familiar se va a pasar la mitad de la legislatura sin enterarse de nada. Vamos, que me la imagino, mientras decide si se mandan tropas a algun parte remota del mundo, estará pensando en su el niño o niña ha echado bien los gases después de la toma. Otro gesto más. Se ha creado un nuevo ministerio para que el número sea impar y tener, al poner una mujer al frente, mayoría de ellas sobre ellos. Casualmente, es el Ministerio de Igualdad. Confieso que ésto me ha hecho mucha gracia. ¿Y quién representa mejor el espíritu de la igualdad que quiere dar nuestro presidente? Pues una mujer joven. Hala. Ahí está. Nos cansaremos oir hablar de violencia machista, pero poco de salarios (la mujeres ganan menos que los hombres pero lso sindicatos no hacen nada por cambiarlo), de acceso a la vivienda a los jóvenes de aquí (no estoy en contra de que un inmigrante pueda acceder a una vivienda para vivir con su familia pero si que tenga más derechos que yo sólo por el hecho de ser inmigrante) o de alguna que otra cosa más. También de cara a la galería es que mantenga a la ministra de Fomento. Se ha llevado todos los palos del mundo por una mala e ineficaz gestión. Creo que no hay nadie que no haya querido s ucabeza. Al menos de boquillas, porque en el Congreso, que es donde se debería haberla pedido cuentas, nadie, salvo el PP, alzó su voz para que la echara del Gobierno. Y ahí sigue. Todo la resbala. Creo que se cree que esas protestas no van con ella o está gobernando en otro país. A alguien contentará esta mujer. Gesto de cara a la galería la inclusión de dos personas del PSC, la ya mencionada ministra de Defensa y el que ocupará la cartera de Trabajo (ahora con menos trabajo ya que está el ministerio de Igualdad). Supongo que será para que no se pongan tontos y pidan grupo político propio. También tiene su parte de espacio el núcleo andaluz, de donde viene la ministra de Igualdad. Pero lo que realmente no sorprende es que hay dos ministros que saben lo que hay que hacer. Al menos, en teoría. La nueva ministra de Investigación y Desarrollo (algo que, según he leído y oído era uno de los caballos de batalla de nuestro presidente durante la anterior legislatura. Será verdad, no se) s, o era, mejor dicho, porque tendrá que dejar de hacerlo, directora de una empresa especialista en investigación. Es bióloga. Como Ana Obregón. Rubia. Como Ana Obregón. Y espero que ahí se acaben las similitudes. Es atractiva. Eso también hay que decirlo. No tanto como Carmen Chacón. Ocupa la couta de los socialistas vascos. Y el otro que puede saber lo que hacer es el ministro de Trabajo e Inmigración. Según he leído, él fue emigrante. O su familia. Desde Extremadura. Y ha procurado que los inmigrantes que llegaban a Hospitalet no se sintieran fuera de lugar, con los mismos derechos, pero también con las mismas obligaciones, que el resto de vecinos. Claro, que dicen que los peores catalanes son los que vinieron de fuera. Andaluces y extremeños. Como él. Habrá que esperar a ver si la nueva ministra de Medio Ambiente y lo que sigue (hay que ver a quien se le ocurrirán los nombres de los ministerios. Y seguro que encima cobra por ello) hace algo por fin con el tema de la sequía. La ministra del escote iba a poner desaladoras para tratar agua del mar. Aún las están esperando. En cambio ésta, nada más empezar, autorizará un pseduotrasvase para que Barcelona no se quede sin agua. Mal comienzo para una ministra que tampoco es que se haya caracterizado por hacer las cosas bien.
Este nuestro gobierno, según la idea de nuestro presidente, es anticonstitucional ya que no existe la paridad que tanto promulga. Hay cosas, como el famoso ministerio de Igualdad, que me parecen una soberana estupidez. Los derechos de los españoles está nrecogidos en la Constitución. En el tema laboral hay gente que tiene que velar por los derechos de las trabajadoras. En el tema social hay gente que tiene que velar por los derechos de las cuidadanas. Tampoco entiendo el reparto de responsabilidades. Universidades deja Educación y se va a Investigación. Lo de Asuntos Sociales, o se va a la Vivienda, o a Igualdad, o se queda en Trabajo pero con otro nombre. No se. Hay que dejarlos rodar. Pero no me gusta. Me da mala espina. Es como la foto del ADN. Nuestro presidente con todas las ministras. Figurar. Posar. Todo de cara a la galería.

10 abril 2008

Llamas

Hacía tiempo que no dedicaba una entrada a mi querido señor Saco (bueno, la de los toros es reciente, pero antes si había pasado tiempo). No ha abierto la boca ni cuando ha tenido que celebrar la victoria de quien ya sabemos en las elecciones o la derrota de sus odiados adversarios. Esta semana ha decido que era hora de hablar de algo que viene siendo noticia en las últimas semanas. La polémica del Tíbet y el hecho de que se esté utilizando el recorrido de la llama olímpica que presidirán los Juegos de Pekín este verano, para protestar contra la represión china. No se porqué, pero quiere dar a entender que un país como China, con sus graves problemas con el tema de los derechos humanos (doy por hecho que es a eso a lo que se refiere aunque no lo hace explícitamente), no es merecedor de organizar una competición que se basa y se ampxra en el respeto a los pueblos. Puede que tenga razón en el fondo de la cuestión, pero resulta que al deporte no le viene bien que se mezcle con él, la política. Porque, aunque a algunos les pueda parecer raro, la población del Tíbet no es asediada, humillada y perseguida desde hace quince días. Lleva pasando muchos años. Ya pasaba cuando Pekín fue elegida para celebrar los Juegos. Y en esa elección no preguntó el príncipe Alberto de Mónaco por la seguridad como hizo cuando se presentó Madrid para el 2012. Se calló como una puta. Porque a nadie le importaban un pimiento los tibetanos en ese momento. Pensaban en negocio, nuevos mercados, consolidación de una especie de capitalismo en el último reducto importante del comunismo (ya se sabe que en Cuba siempre se ha practicado el castrismo). La hipocresía de la gente no tiene límites. Sólo pretesta cuando sabe que le van a ver o grabar. Qué lástima.
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