10 septiembre 2008

La negación como arte.

Dicen las malas lenguas que las apuestas estrellas en las casas de juego por internet se centran en las corridas en las que participa José Tomás para ver qué toro le coge primero y cuántas veces le pillan. La fatalidad que está teniendo el diestro madrileño reabre el debate sobre su forma de torear. Siempre ha habido gente, como en el fútbol, que gusta de ver temple y suavidad y a otros que les va más la sangre que tiñe el traje de luces. Por eso se comenta si es cierto eso de que sólo te coje el toro si no sabes torear. No entiendo mucho de tauromaquia, pero una cosa tengo clara. Sólo le coje al que se pone delante. Pero también hay que saber ponerse y saber que es lo que quier la gente. Toda esta introducción viene a lo siguiente. Como era de esperar, el toro de la economía le ha dado una buena paliza al equipo de nuestro vicepresidente económico. Realmente, no se si se vive en otro mundo o que se cree que, como han conseguido tomar el pelo a la mitad de los españoles dos veces seguidas, éstos se van a creer todo lo que les digan. Tanto el señor Solbes como nuestro presidente Zapatero I el Civilizador, se empeñan en negar la evidencia, disfrazándola de muchas maneras. Claro, que para eso servirán esos comités de expertos que tanto gustan a nuestro presidente (por cierto, aunque no le voté y no me siento representado por él, es el presidente del gobierno de mi país; es decir, mi presidente). Le ayudan a encontrar diferentes formas de no llamar crisis a la crisis. El caballo de batalla ahora es el tema de los gastos sociales. No habrá recortes en eso. Es más, si hace falta, se quitará el dinero de otra parte. Ningún parado sin subsidio. Ningún pensionista sin subida. Ningún trabajador que cobre el salario mínimo sin aumento. Bueno, teniendo en cuenta que éstos son los primeros que caerán al hacer reducción de personal, qué les importará esa subida si luego cobrarán el paro. Mire usted, señor presidente, señor Solbes, señorita Pajín y demás directivos socialistas. A mi, los parados me importan un pimiento. La subida de las pensiones, otro. Eso me importará cuando, Dios no lo quiera, me quede sin trabajo, lo primero, o me jubile, lo segundo. Mientras no pase ninguna de las dos cosas, lo único que me preocupa es que, con lo que gano, pueda vivir sin agobios, pueda ahorrar, pueda comprar, etc. Eso es en lo que hay que fijarse. Deje de decir lo que va a hacer y haga algo. Para poder hacer todo eso que dice que va a hacer, hace falta dinero que no tiene porque se lo ha pulido con políticas irresponsables. Yo le estoy superagradecido por los 400 euros, pero bien lo hubieran venido a las arcas del estado (en las que ya no deben quedar ni las telerañas que pintaban en los tebeos). ¿Cómo se va a afrontar la reforma judicial si no hay dinero para equipamiento material y humano? ¿Cómo se va a ayudar a los ayuntamientos? El señor Solbes culpa de la deuda en Madrid a las obras de la M-30 y se queda tan ancho. ¿porqué, si ustedes son tan listos, no han hecho seguimiento de lo que recaudan los ayuntamientos y qué gastos tienen? Lo único que les importa es el número de síes que tengan cada vez que proponen una ley para restregárselo a la oposición (bueno, sólo a un partido de los que la forman) pero sin incapaces de ponerse en serio a realizar todo es oque, según ustedes, iba en su programa electoral. Dejan que las empresas se hundan y despidan gente para que esos trabajadores cobren el paro. Da esa impresión. Eso no es esencial. Descubrir los que murieron en la guerra civil (los de un bando, claro, que de los otros no se habla), si. Señor Zapatero, no deje que el toro le vuelva a dar un revolcón a Solbes. Súbase los pantalones por una vez. Después de cinco años, ya está bien. Al menos una vez. Se fue el curso político y llegaron las vacaciones. Se fueron las vacaciones y llegó el curso político. La vida sigue igual. Es como la canción de Julio Iglesias. Que pena.
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