29 enero 2009

Zapatero no es el único inepto (I)

La gente se quejará de que siempre escribo de lo mismo. Al menos, últimamente. Al menos, quien me lea. Pero es lo que hay. La cosa va mal y quien tiene que resolverlo espera a que otro tome las decisiones para luego subirse al carro. Llevamos así cinco años y la cosa no tiene pinta de cambiar. Nuestro Ministro de Economía y vicepresidente del gobierno parece que no ha roto un plato (con la voz, seguro que no) y no hace más que echarle la culpa al empedrado. Son los otros los que no saben contar. Son los otros los que van mal. Son los otros .... Son los otros. pero no. Es él. Es su jefe. Y, en cierta medida, son los que lo votaron a pesar de que somos muchos los que lo sufrimos. Reclaman apoyo del PP. Bueno, critican su falta de apoyo. Y no le apoyarían los otros sino fuera porque, seguramente, aún tienen cheques que cobrar. Yo quisiera preguntarle al Ministro Solbes si el hecho de que Rajoy le de una palmadita en la espalda ayudará para que no se tramiten expedientes de regulación de empleo, para que no se despida a gente y para que la Bolsa se mantengan en una estabilidad al alza. cuando aún estamos esperando las bombillas del Ministro Candidato Impulso, éste se descuelga con unas declaraciones, cuanto menos, extravagantes. Usemos productos nacionales. Consumamos productos de la tierra. Esquiemos en Pirineos, Picos de Europa o sierra Nevada en vez de ir a Andorra a comprar más barato, o a los Alpes. Eso tiene cierto, también cuanto menos, tufillo racista o discriminatorio. Y yo digo: y si ésto va a repercutir en el mantenimiento de 120.000 puesto de trabajo, ¿porqué no se incentivó hace uno o dos años en vez de esperar a ver, no ya las orejas del lobo, sino a medio lobo?. ¿Y cómo se lo tomarán los posibles afectados? ¿Pedirán compensaciones? Pero también hay que tener en cuenta que muchos de los productos que se consumen aquí bajo marcas españolas, se hacen fuera. Y se compran marcas extranjeras porque son más baratas. Lo de la calidad ya es otra cosa. Debería este señor hacer un alegato a favor de la calidad de los productos españoles. La cosa tiene gracia. Pero por lo menos se ve que el señor minsitro hace algo. Porque hay otros que en los seis meses, más o menos, que llevan en sus despachos, no han sido capaces de dar una idea. Se sabe que son ministros porque todos los viernes se les ve junto a ZP. ¿Qué ha ehcho la ministra de Vivienda esta legislatura? Pues más o menos lo mismo que sus dos antecesoras. Nada. un ministerio creado para frenar la especualción inmobiliaria y conseguir rebajar el precio de los pisos, ha tenido que ver como lelgaba una crisis y que la gente no tenía dinero y que los bancos no daban crédidos y que el euribor no para ba de subir, para conseguir que los precios bajaran. en cambio, sus ideas para favorecer el alquiler, se han vuelto en su contra porque éste no deja de subir. ¿Qué hace el ministro de Cultura contra las contínuas agresiones al castellano en algunas comunidades autónomas? Hay que incentivar la lectura, desarrollar planes para el teatro y el cine. Que no todo es abrir Institutos Cervantes. ¿Y la investigación? ¿Dónde se nota que hay una ministra dedicada al tema? ¿Dónde está la inversión para porde investigar en España y que los buenos profesionales no tengan que emigrar o desistir? ¿Y la educación? Teniendo en cuenta el bajo nivel de la educación en los colegios e institutos, ¿porqué no se estudia la razón por la que, desde que se elaboró la primera Ley orgánica de educación, la cosa ha ido de mal en peor? ¿De que vale que un niño de cinco años sepa decir amarillo en inglés cuando no sabe ni escribirlo en español? ¿Porqué se pone tanto énfasis (y a veces mide el nivel del colegio) en que haya un buen número de ordeandores en los colegios y no en enseñarles a los niños a usar las enciclopedias que hay en casa? ... Continuará
Pero bueno, como decían Tip y Coll, la próxima semana, hablaremos del gobierno. En este caso, seguiremos.

13 enero 2009

Lo que cambian las cosas

Hay que ver como cambian las cosas de un año para otro. Salen las cifras del paro del año pasado y se ve que ha subido en un millón de personas en estos 366 días, uno más porque el año pasado fue bisiesto. Pero lo más gracioso del tema es que, hace más o menos un año, cuando mi gobierno, el gobierno de mi país, en medio de los primeros avisos de crisis mundial, pregonaba a los cuatro vientos que se estaba llegando al pleno empleo. Como cambia el cuento. Pero no se crean que ellos están preocupados. No. Saben que, al menos, tienen tres años más de contrato. Siempre y cuando su jefe no les eche (aunque les buscará otro acomodo, seguro) antes. O la gente que nombró a su jefe, decida cambiarlo. Tampoco preocupados porque, haciendo una media de parados por día, sale más baja que si la crisis hubiera llegado el año anterior. Claro, al haber un día más ............. Y también se están convirtiendo en unos maestros del "... y tú más ...", con sus diferentes versiones. Porqué preocuparnos por el paro si resulta que el índice de población activa marca que hay más gente trabajando que hace un año. ¿Y como se sentirían si ese número de currantes fuera un millón más que los que hay ahora? Mientras haya gente que trabaje, no faltará dinero para pagar los subsidios. Y como el caballo de batalla de este gobierno, mi gobierno, el gobierno de mi país es el gasto social, pues nada. A seguir. Eso sí, la gente no percibe el dinero por hijo que se prometió, se tarda en hacer las devoluciones de la Renta, ............. Se ha pasado de decir aquello de "... no hay que preocuparse porque estamos mejor que los demás ...." a " no hay que preocuparse porque los demás están peor que nosotros ...". Podría ser lo mismo, pero no lo es. Y no lo es porque mientras nosotros, nuestro gobierno, el gobierno de nuestro país (la cigarra) decíamos lo primero, esa gente que estaba peor que nosotros (la hormiga) se dedicaba a poner las medidas necesarias para empezar a capear el temporal. Y todo el mundo sabe como acaba la fábula. Lo que no sabemos es si la nuestra acabará igual. Por que lo normal es que la hormiga actual reparta entre sus hermanas lo que tiene y, si sobra y se avecinan buenos tiempos, reparta entre las cigarras. También me viene a la mente aquella frase que decía "Dale un pez y comerá un día. Dale una caña y enséñale a pescar y comerá todos los días". Hay mucha gente que no quiere aprender a pescar porque es menos cansado ir a que te den un pez. Lo malo es cuando el número de peces empieza a disminuir. En ese caso, el repartidor se encuentra en una difícil encrucijada. Tiene que mantener su idea de no dejar tirado a nadie, así como su imagen de que no pasa nada y de que se ayuda al que no tiene. El buen repartidor se empeñaría en enseñar a los gorrones mientras reparte medio pez o uno entero cada dos días. Pero como hay veces que es mejor como quedes de cara a la galería, uno se centra en lo de fuera y se deja un poco de lado lo de dentro.
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