27 julio 2015

Perder el tren.

La frase "Perder el tren" puede tener muchos significados y se puede usar en varios contextos. Supongo que cada idioma tendrá su correspondencia ya que, pienso, la idea es común a todo el mundo. 
Tienes que coger un tren. Llegas a la estación, picas el billete y miras la pantalla. 1 minuto que puede ser menos pero le sumas lo que tardar en pararse, abrir las puertas, esperar y cerralas de nuevo. 30-40 segundos más. Lo primero que piensas es que tienes dos opciones: correr para cogerlo o esperar al siguiente. Si coges la primera opción, seguramente llegues tarde porque tarde empezaste a correr. "Si lo se, no corro" es lo primero que piensas. Si optas por la segunda es porque sabes que después viene otro tren. Pues bien, para ir a trabajar tengo que coger dos trenes y, en ambos estuve en esa tesitura. Elegí las dos veces la segunda opción y, unido a cierto retraso en el tráfico, llegué unos minutos tarde. No fueron más de dos o tres pero siempre me gusta llegar con adelanto. 
Las opciones, como todo, como no conoces el destino, pueden ser buenas o malas. Puedes coger el tren equivocado tanto si corres como si no. Igual que para coger el correcto deberías haber corrido cuando decidiste no hacerlo o esperar quien decidiste correr. Cuando vas a trabajar, el tren correcto puede ser el que no vaya muy lleno o, si hay que hacer transbordo, el que llegue antes a la estación de cambio lo que jará que llegues antes al destino. 
En la vida pasa lo mismo y ahí me he convertido en un especialista en perder trenes por no correr o en coger los equivocados por hacerlo. Eso te trae problemas que no siempre tienen solución rápida o, directamente, no la tienen. La historia es que no sabes que tren coger. No sabes si en el que te vas a subir es el correcto o no. Hay veces que te das cuenta nada más subir y puedes tener la opción de bajarte antes de que sea tarde. Porque si te bajas en la siguiente estación para coger el siguiente tren, la situación ya no es la misma. Parecida, pero no igual. Aunque alguna vez sabes que ese tren no es el correcto pero subes porque piensas que ya no pasará ninguno bueno y no puedes estar todo el tiempo en el anden porque la está ion ha de cerrarse. Hay que decidirse y, como toda decisión, no hay que aplazarla, pero si se coge la opción que no es correcta, no hay que seguir adelante una vez que te das cuenta sino volver atrás y empezar de nuevo. Eso es lo que no solía hacer el tema es que, volver atrás es el tren equivocado. 

23 julio 2015

Historias de espías.

A B siempre le llamaron la atención las historias de espías y policías. Se imaginaba siendo un protagonista como Colombo, detective fuera de lo normal, no muy atractivo y desgarbado. Hasta despistado pero al que no se le escapaba una. O siempre el responsable de una vigilancia a alguien observando sus pasos sin ser observado. Y todo en una época sin ordenadores, móviles, tabletas y con televisores enormes. Lógicamente, eso siempre queda aunque según se hacía mayor, esa idea se iba diluyendo al tomar conciencia de que la vida es algo más que soñar. Aún viviendo en la realidad, B seguía imaginando. Le ayudaba a evadirse. Y más cuando internet no se había ni inventado. Al menos tal y como se conoce ahora. Sus sueños empezaron a estar relacionados con acabar sus estudios, estableciendo sus fases, encontrar un trabajo, encontrar una novia, formar una familia .... Vamos, lo normal porque B era un chico normal. Lo que nunca pensó que, sin quererlo, se convertiría en protagonista de una de esas historias que imaginaba de pequeño. Todo el mundo tiene un pasado y B tenía el suyo. Un pasado que, pensaba, había dejado atrás. Pero que apareció de repente. Pero remontémonos dos años y medio cuando a B le sonrió la Diosa Fortuna y encontró lo que pensaba que nunca iba a encontrar. Entre otras cosas porque soñaba haberlo encontrado muchos años antes. 

15 julio 2015

Inteligencia al servicio propio.

Voy a empezar el artículo diciendo algo que suelo decir al final de mis escritos. Ésto es una opinión personal con la que habrá gente que esté de acuerdo o que no, en mayor o menor medida. 
Voy a hablar de Arturo Mas. Era algo que pensaba hace tiempo pero últimamente me lo ha confirmado. No se sí será un buen líder pero, lo que si ha demostrado es que es ambicioso, y mucho, lo que ha hecho salir su inteligencia. Él nunca ha sido independentista pero se ha dado cuenta de que, siguiendo esa línea, puedo obtener un puñado de votos importante, ya no sólo de la parte más separatista de su partido que podría haber caído hacia ERC o la CUP, no por afinidad política (que no la hay mi en sueños) sino por el tema de la independencia. Mas sabía que el idilio de CDC con UDC se iba a romper ya que Durán y Lleida defiende una autonomía, más o menos autónoma, valga la redundancia, que lo que es ahora Cataluña, pero dentro de España. ERC tampoco quiere nada con CDC salvo sillones en la primera línea del parlamento catalán y en la mesa del gobierno de la comunidad. Por eso lo apoya. Y para que no se olvide de sus "ideas separatistas". Como ya se ha demostrado en más de una ocasión, ya sea en votaciones ("legales") o encuestas, la mayoría de la gente no quiere independencia. Pero tanto Junqueras como Mas sólo ven que hay una amplia minoría que vota que sí aunque el censo está abierto a gente que no puede votar en las generales. También mira a los simulacros de votaciones que se hicieron antes donde una gran mayoría (creo que superaban el 70%) a pesar de que la participación creo que no llegó al 30% y permitiendo el voto a gente no censada y menor de 18 años. Quiere perpetuarse en el cargo o, a lo sumo, estar un par de legislaturas para luego poner a un delfín. Eso si, dice que la lista única llevaría a un independiente a la cabeza. Dice. Otra cosa es que lo haga. En fin, que es mi opinión. Allá él con lo que haga. 
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