20 junio 2016

El programa.

Visto lo visto que hay estos días, uno se da cuenta de que hacer un programa electoral es fácil. Sólo hay que trazar unas líneas maestras y luego ya están los especialistas en darle forma con cifras y todo eso.
El programa de mi partido sería muy sencillo además de tener muy claro como sería mi gobierno. Todo gente válida sin importar el sexo (como dicen unos que harán), honesta (el más mínimo atisbo de delito le excluiría) y sabiendo de lo que va todo. Es decir, no pondría al frente del Ministerio de Sanidad a alguien que no hubiera salido del mundo sanitario, al frente de Interior a nadie que no hubiera formado parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado así como que pondría a un militar al frente de Defensa.
Está claro que para que el ciudadano de a pie note que la economía mejora es que lo haga la suya. Que compruebe que tiene más dinero para ahorrar o gastar o ambas cosas. Si puede aumentar sus gastos, los pequeños comercios ganarán más y podrán hacer más pedidos a los mayoristas, éstos a sus proveedores que al final recompensan, de una manera u otra a las grandes empresas. Al final, lo que se ve es lo que ganan éstas. Y esas ganancias se pueden usar, no para beneficiar a los accionistas que, en cierto modo están ahí para ganar dinero, sino para incentivar a sus empleados que han cumplido con sus objetivos y un tanto por cierto debería ir a parar a educación e investigación. Hay que incentivar, tanto a los buenos estudiantes que destaquen sino a los que son buenos pero no pueden acceder a seguir estudiando.
Otras de las cosas que puede mejorar la economía de los ciudadanos es el tema de los impuestos. Hay que racionalizarlos. Claro que el hecho de subir los impuestos hace que se recaude más. Pero se hace a partir de la gente que paga. En primer lugar se obligaría a todo el mundo a cumplir con su deber de pagar los impuestos que le correspondan. Pero se controlaría de forma digital para intentar que nadie se fuera de rositas. Antes de empezar la campaña de la renta se debería saber cuántas declaraciones se deben presentar. A la hora de pagar, todos somos iguales. Hay que revisar todo tipo de artimañas (legales muchas de ellas) que usa la gente para pagar, pero menos porque esas artimañas se lo permiten. Si uno gana 100, debe tributar por 100. También hay impuestos a revisar. Volviendo a lo de pagar todos, España es el país de la picaresca. Nos buscamos la vida para no tener que pagar IVA en ciertas cosas. ¿Y por qué? Pues porque supone mucho gasto. Una persona que hace una obra en su casa que le cuesta 2.500€, debe pagar de IVA 525. Seguramente, 7 de cada 10 personas pagan todo el IVA que deben pero, al no hacerlo los otros 3, tienen que pagar también lo que falta. El IVA alto no es bueno. Se haría un reforma del mismo consistente en dos caminos. Uno sería dejar un tipo único como al principio. Estaría entre el 10-12%. El otro camino es dejar dos tramos. El reducido, donde estarían los productos de primera necesidad entre otras cosas, sería de un 4 o 5% y otro alto que no bajaría del 8% pero no subiría del 10%. En este último caso, volviendo al señor de la obra, el IVA a pagar sería de 250€ con lo que puede dedicar esos 275 en otras cosas. Además, como seguro que al albañil le habrán salido los materiales más baratos, el importe puede ser menor. Con esos niveles, poca gente dejaría de no pedir facturas. También es necesario la reforma del IBI. No puede ser que, en función de la ciudad donde se viva, el metro cuadrado valga una cosa u otra. Un metro cuadrado es un metro cuatro en Madrid, Albacete o Bollulos del Condado. Habrá categorías de IBI, claro. Pero serían por vivienda de un piso o de más de uno, garajes, almacenes o edificios de oficinas. Por supuesto, los espacios vacíos (plazas de garaje sin usar, viviendas vacías, etc.) tendrán un cargo adicional. Ese IBI más el recargo lo pagaría el titular pero indicando la razón por la cual ese espacio no tiene uso. De esa manera de agilizará la puesta en el mercado de todo eso. El IRPF que se descuenta de las nóminas iría en función de la cantidad bruta que se cobra. El salario mínimo interprofesional tributará la mitad de lo que tribute el tramo más bajo que será entre 1.000 y 2.500€ al mes. Esa ventaja del salario mínimo desaparecerá cuando se pueda subir a 1.000€. El tope de las categorías de salarios estaría en 2.500, 10.000, 50.000€ y más de 50.000€ al mes. Hasta 10.000€ subiría medio punto por tramo y, a partir de 10.001€, un punto. Otro impuesto a revisar sería el que afecta a las loterías. A partir de 2.500€ se paga un 20%. Alguien que gane esa cantidad, realmente se lleva sólo 2.000€. Entre esos 2.500 y 25.000€ se pagaría un 5%. Entre 25.000 y 50.000€, un 10%. Entre 50.000 y 100.000, un 15% y, por encima de 100.000, el 20% de ahora. No se quiere fomentar la ludopatía pero seguro que hay gente que jugaría una apuesta más si piensa que, al tocarle una buena cantidad, no tiene que pagar tanto.
Otra de las cosas a cambiar es la educación. No puede ser que cada comunidad tenga un sistema propio que lleve a tener diferencias entre alumnos según donde estudien. La educación será universal, tanto para centros privados como públicos. La educación en preescolar será gratuita en todos los centros. En los públicos lo serán también hasta los 16 años. La idea es que un alumno que tenga que cambiar de colegio, ya sea en su misma u otra ciudad, provincia o comunidad, pueda incorporarse sin problemas si lo hace a mitad de curso o empezar uno nuevo. El inicio oficial de las clases será igual en todos los centros: el 1 de octubre o el lunes más cercano. El temario no se irá a más de 9 o 10 asignaturas. Los niños que empiecen primaria deberán saber leer y escribir. No hacerlo de corrido, no. Que sepa juntar y escribir letras. El inglés hasta segundo de primaria se impartirá sólo para que los chicos se acostumbren a él pero, a partir de entonces será obligatorio hasta el final de bachillerato. El número de horas de clase dadas en inglés irá subiendo hasta llegar al 50%. En las comunidades que tengan lengua cooficial, ese 50% se convertirá en un 33%. El curso constaría de 9 meses con evaluaciones cada tres. Durante el mes de septiembre se realizarán los exámenes de recuperación del curso anterior así como los trámites de matriculación. Y dos semanas después de terminar el curso, se realizarán los exámenes finales. Hasta mitad de primaria, los exámenes no serán vinculantes. Sólo valdrán para ver en qué debe apretar el alumno. A partir de entonces, si. Los finales del último curso de primaria servirán para evaluar, no sólo a los alumnos sino a la capacidad educativa del centro. A mitad de Secundaria, se hará otro examen de este tipo. En cuanto a la FP, será gratuita en los centro públicos en los dos primeros grados. Si no se quiere hacer el grado superior, el alumno que lo desee trabajará con un contrato de prácticas en empresas concertadas con las consejerías de educación de cada comunidad donde podrán poner en práctica lo que han aprendido así como desarrollarlo. Ese contrato será renovado anualmente (sólo se podrá romper por el alumno) hasta tres años. Al cabo de ese tiempo, la empresa elevará un informe sobre el trabajo del alumno. Éste decidirá si se queda en esa empresa o espera a que, en función de ese informe, otra de las empresas concertadas solicite incorporarlo. Sea como sea, se le firmará un contrato de tres años. El contrato de prácticas se remunerará con el salario mínimo interprofesional y será de 40 horas semanales. La gente que curse un grado superior también podrá hacer prácticas en esas mismas empresas y con el mismo tipo de contrato con la diferencia de que éste será de media jornada para poder compatibilizarlo con los estudios y, lógicamente, será retribuido con la mitad del salario mínimo. De ahí, el alumno cobraría una parte y el resto iría a pagar sus estudios ya que ese grado ya no es gratuito. Al igual que la gente que sólo haga hasta el grado medio, el alumno que apruebe será contratado por una de esas empresas con el mismo tipo de contrato. Y eso nos hace ir al tema de contratos. Hay que diferenciar los contratos fijos de los contentos temporales. En las estaciones de esquí, en los lugares turísticos, en el campo, ... Ahí no se pueden hacer contratos fijos a menos que sean fijos discontinuos. Eso hay que revisarlo para que los temporales no sean por obra sino que tengan una duración concreta. Dos, tres o seis meses. Si la obra por la que se contrata a la persona se alarga, el contrato se renovará automáticamente por un periodo de dos meses con las mismas condiciones. Por otro lado se habla mucho de los contratos por semanas o, incluso, por días. Hace 20 años el mercado laboral era diferente al de ahora ya que los empleados de una empresa sabían hacer varias cosas para no quedarse parados en algún momento. Ahora, en cambio, se busca especialización. Es decir, una empresa necesita ordenar su archivo, busca a alguien que sepa porque ya lo ha hecho antes pero no se lo encargará al conserje porque puede que tarde el doble y puede que no lo haga como el jefe quiere. Pero para que alguien pueda tener trabajo, necesitará que alguien le contrate. Y para eso, no sólo debe haber demanda sino dinero. Y el dinero se gana teniendo negocio. Y el negocio se consigue si la gente tiene dinero para poder comprar. Es la pescadilla que se muerde la cola. La verdadera ruleta de la economía. Un autónomo no puede generar negocio ni contratar a gente si, nada más darse de alta debe pagar un canon. Eso tira para atrás a más de uno. Registrarse en cualquier actividad comercial debería tener una tasa única pero, en el caso de los autónomos, deberían estar exentos del pago durante los dos primeros años y del 50% de lo que cuesta tener a un empleado. Sus cuentas se revisarían después de esos dos años y, en función de los beneficios, pagar un 50% del canon o hacerlo completo igual que subir los gastos sociales de la gente contratada desde el principio entre un 75 o un 100%. Cualquier contrato laboral firmado dentro de esos dos años tendría las mismas ventajas. Este tipo de contrato también sería válido para las PYMES, siempre y cuando esas contrataciones no sea de gente venida de FP cuyo tipo de contrato ya se definió antes. La gran empresa, esa que debe rendir cuentas a los accionistas, deberá por ley destinar, como se dijo anteriormente, dinero para investigación, aumento de salarios y dividendos a accionistas. La ley fijaría ese porcentaje en función de los beneficios. Pero volvemos a la picaresca. A la hora de rendir cuentas y que esas cuentas generen pagos, la gente de las apaña para no hacerlo debidamente. Para eso habrá mayor control sobre toda actividad empresarial, sea autónomo o multinacional para evitar fraude que paguemos todos.
Al igual que la educación, la sanidad debe ser universal y gratuita para atención primaria. Eso si, quien quiera sanidad privada, aparte de pagarla, no cotizará por ello por lo que se descuente de su nómina se tendrá en cuenta en la declaración de renta. Se estudiará el problema de las listas de espera. La sanidad es un servicio. Debe haber consultas todas las horas del turno de mañana y tarde aumentando, si es necesario el número de facultativos especialistas. Nadie vendría a España a buscar médicos y personal de enfermería si no los tuviéramos buenos. Si para todo ésto hay que aumentar el número de locales destinados a la atención sanitaria, ayuntamientos y comunidades autónomas tendrán un registro de locales vacíos cuya adecuación no llevaría más de un periodo máximo de seis meses pero deseable de no menos de cuatro. Buena sanidad y de calidad pero con buen personal y de calidad.
La ley electoral debe cambiarse. En las generales, no puede ser que cada provincia tenga su propio procedimiento de elección. Un voto es un voto en Cuenca, Huelva o Zaragoza. Un ciudadano, un voto. El número de escaños que se sacarán en cada provincia irá en relación a su población y las listas provinciales se harán en función de eso. Tantos habitantes tiene una provincia pues tantos escaños. Ese número de gente será el que tengan las listas de cada partido. No puede ser que haya partidos que logren el doble de votos que otros pero tengan tres veces menos diputados. En unas autonómicas y municipales no habría problema. Además, el Senado tendría carácter autonómico gestionando las competencias asignadas a las comunidades. Y es ahí donde deberían presentarse los partidos nacionalistas ya que no piden nada más que para su comunidad. Al Congreso sólo se presentarán los partidos que lo hagan en un 75% de las provincias y el candidato a presidente será el que se presente por Madrid como capital del Estado.
Otra cosa a reformar. El sistema judicial. Una de las primeras cosas que enseñaban en el colegio al hablar de democracia es que el estado se basaba en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. El legislativo estudia y aprueba o no las leyes que el ejecutivo pone en marcha y el judicial se encarga de la gente que no cumple con ellas. El pueblo elige al poder legislativo, éste al presidente del ejecutivo pero nadie, salvo los propios jueces, debería elegir al judicial. Los jueces deben ser independientes. Así no habría tanto follón a la hora de realizar juicios que retrasen su principio con la idea de que prescriban todos o algunos de los cargos al estar implicados personas relacionadas con éste o aquél partido. También hay que agilizar la justicia. No puede ser que haya casos que se juzguen tras diez años de proceso. Y debe digitalizarse. De esa manera se podrá acceder a los sumarios de una forma rápida. Además, hay que reformar el código penal. No puede ser que un chaval de 13 años mate a un adulto por no darle la recaudación de su tienda y se vaya de rositas pero si es el hombre le hace frente y le causa lesiones, se le detenga e impute. La ley del menor debe ser revisada y actualizada. La edad no debe ser el límite sino el acto. Hay leyes que protegen más al infractor que al que lo sufre. De la misma manera, no puede ser que cada vez que detienen a alguien resulte que tenga varias detenciones y que sea "un viejo conocido de la policía". No vale con que sean minucias. Vale que haya faltas leves. Pero, al igual que a la hora de hacer el examen de conducir, tres o cuatro faltas leves, se pasa a falta grave. Y tres graves a una muy grave. El juez actuaría en consecuencia. También se habla bastante de la violencia de género. La violencia no tiene apellido. La violencia es violencia. Una persona mata a otra. Eso es violencia. No importa quien asesine o quien sea asesinado. Ni donde sea o que relación podían tener. Es violencia. No puede ser que una mujer mate a su marido y sea juzgada de manera diferente a si es al revés. O si un hijo mata a su padre, lo cual es más grave ya que depende de la edad. Si hay malos tratos hacia quien comete el crimen, eso sirve de atenuante. Pero quien asesina a otra persona debe pagar por ello. En lo referente a las condenas, no puede ser que una persona, sólo por ser un personaje público, tenga mejor trato que otros. Está el caso de Isabel Pantoja. ¿Cuánta gente, en su mismo caso, ha pedido el tercer grado? ¿A cuántas personas se lo han concedido y en cuánto tiempo? Un preso es un preso. Aparte, la cárcel no debe ser un nido de más delincuencia. Debe ser un lugar para intentar rehabilitar a la gente que está dentro.
Y un tema muy de moda. la inmigración. España ha sido país de emigrantes pero ahora es al revés. No se puede hacinar a la gente en centros de internamiento sino que debería haber una política que no les degrade o humille. Eso sí, tampoco hay que consentir que se rían del sistema como pasa ahora. Habría que revisar todas las subvenciones que se le dan para comprobar que se las merecen y no son carne de mafias. También hay que saber la razón que les ha traído aquí. Salvo en el caso de que haya guerra, que ahí hay poco que hacer ya que uno no puede llegar y pedir que la paren así como así, se debe hacer lo posible por incentivar el desarrollo en esos países para que esa pobre gente no tenga que jugarse la vida para llegar a Europa y para que sus compatriotas vean que se puede subsistir en su país.
Y los derechos. Nadie debe tener más derechos o creer que tiene menos sólo porque su confesión, raza, orientación sexual o discapacidad. Todos somos iguales seamos como seamos y de donde seamos. Porque la unidad de España es algo que no se toca. Por suerte, España es un cúmulo de diversas culturas y eso es algo que no se debe ocultar. Pero esa diversidad no debe ser causa de separación o extremismos. Nadie debe criticar a un gallego, vasco, extremeño, catalán o madrileño por sentirse orgulloso de donde es. Pero eso no debe usarse para confundir a la gente ni intentar crear polémica.
Y creo que no se me olvida nada.

La espera.

Por aquello de que no hacen más que darte la barrila en medios de comunicación o en la calle, este lunes era un día de esos que la gente espera con ansiedad. ¿Y por qué? Pues había dos citas. Habría gente a la que sólo le importara una; a otros, ambas pero seguro que también habría un porcentaje a los que no les importaba ni una cosa ni la otra. ¿Y qué eran esos eventos? Pues, por orden cronológico, el partido de debut de la Selección Española en la Eurocopa de Francia y después, el debate entre los cuatro aspirantes a presidente del Gobierno. De lo primero ya hablaré en el blog de deportes.
Por alguna razón, cuando a algo se le da tanto bombo y platillo suele resultar un pestiño. Y así fue. No lo ví empezar que suele ser la parte más interesante porque ahí están aún calentando motores. El resto no varió mucho del debate de las anteriores elecciones (bueno, entre Mariano Rajoy, alias "El Soso" y Soraya Sáez de Santamaría, alias "La Niña Asesina" hay bastante diferencia). Como ya dije en la entrada que escribí para hablar del debate entre mujeres que hubo el jueves de la semana pasada entre cuatro mujeres, hay una cosa que debe quedar clara. y esa es el papel del moderador, moderadores en este caso. Quien modera es quien manda. Lo digo, lo dije y lo diré siempre. el mejor formato para un debate era el del programa de RTVE "59 segundos". Cada persona que participa sólo disponía de 59 segundos desde que se activaba el micrófono hasta que dejaba de funcionar. Además, quien lo recuerde, el micrófono se escondía dentro de la mesa a la que estaba sentado todo el mundo. Esa es una forma de respetar el turno de palabra de cada uno. Pero otra de las cosas que no están bien en este tipo de debates es que cada candidato tenga a un equipo de asesores que se reúnen entre ellos para pactar los bloques de temas, órdenes de intervención, etc. No señor. Eso es cosa del moderador. entre otras cosas porque estoy hasta las narices de oírles decir siempre lo mismo y que no sean capaces de contestar directamente a una pregunta. Se van por las ramas y luego la gente no sabe que han respondido ni a qué. Hay excepciones, claro. Este planteamiento lleva a que llegue alguien y se estampe contra la pared cuando debería haberla saltado con suficiencia. al menos eso es de lo que iba presumiendo. Pero el debate lo debe marcar y guiar, por si no lo he dicho antes, el moderador. Porque lo que interesa a la gente es algo muy sencillo. ¿Qué van a hacer?¿Por qué lo van a hacer?¿Para qué lo van a hacer?¿Cuándo lo van a hacer?¿De dónde saldrá el dinero para que se haga? Preguntas muy sencillas pero a las que los candidatos, en mayor o menos medida, tienen miedo. Y no se porqué. Igual es porque no tiene respuesta a alguna de esas preguntas, lo que indicaría que no tienen programa. O, igual a lo que no tienen respuesta es a todos. Uno dice que se van a crear dos millones de empleos en cuatro años. ¿Por qué? Porque en dos años se ha creado uno. Bien, si eso es cierto, ¿cuánta de esa gente sigue con el mismo empleo?¿Cuántos de esos contratos los ha firmado la misma persona?¿Cuántos han durado más de un mes? Vale que hay contratos temporales. Los hay, los ha habido (aunque parezca que nadie lo comente) y los habrá. Si en mi bar se triplica la clientela durante los meses de junio a octubre, ampliaré la plantilla para atender a la gente correctamente aparte de dar vacaciones a la gente que está todo el año. ¿Y las jornadas en el campo? Lo que veo mal es que se contrate a alguien para que empiece un lunes a trabajar, se le despida al finalizar la jornada del viernes para volver a empezar el lunes siguiente sólo porque hay subvención. Ese tipo de cosas, subvenciones por contratación, deben estar pero reguladas. Otro dice que va a derogar todo lo que se ha hecho durante los cuatro años anteriores. Da igual que esté bien hecho o se pueda mejorar. Lo quito todo para empezar de nuevo y dejo todo parado dos años hasta lo que he hecho se ponga en marcha. El tercero, que hay que aumentar el gasto público a base de subir impuestos mientras que el cuarto, coge las cosas buenas de cada uno para intentar hacer algo.
Ellos no deben dirigir. Ellos deben actuar. Pero después de escuchar.
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