22 diciembre 2017

La incultura del culto. La cultura del inculto.

Borriquito como tú, tururú.
Que no sabes ni la u, tururú.
Borriquito como tú, tururú.
Yo sé más que tú.
Los españoles somos muy dados a hablar por hablar. Es decir, hablar sin decir. Porque para mí, por ejemplo, no es lo mismo hablar que decir. De hecho, se pueden decir cosas sin hablar. Pero eso es otro tema. Hablar por hablar no es algo malo. Sin ello no habría mito del "cuñao". Nunca se hablaría de nada en la cena o, sobre todo, tras ella en casa. Sin ello, los bares serían cemeterios. Sólo se oiría a la gente pedir. Los clientes, la bebida, la comida y la cuenta. Los camareros, lo que se va a beber, a comer, a pagar y lo que le tiene que servir el cocinero. Hay que hablar del tiempo, de fútbol, de lo bueno que es uno trabajando y lo ignorado que es por el jefe y, sobre todo, de política. Todos los políticos son malos y todos haríamos mejores políticas que ellos. Aquí hago uno de mis típicos incisos para comentar que, igual que hablar y decir, político y política no es lo mismo. Político puede ser el hombre que ejerce la política o un comportamiento mientras que política puede ser la mujer que ejerce la política o una forma de comportamiento. Pero, básicamente, a lo que me refiero es que no es lo mismo ser político (en neutro) que hacer política. Y de política voy a hablar. De política y políticos.
Yo soy lo suficientemente inteligente para saber lo que sé y lo que no. También sé que tengo derecho a ello. También se que tengo el derecho de compartirlo. Lo malo a lo que me refería antes se refiere a esa gente que cree que sabe de todo. En cierto modo porque nadie le ha dicho que no. Si le oyen, se limitan a eso. Nadie le corrige. Igual se ríen. O se quedan embobados. Eso hace que se vengan arriba. Es el redicho. Recuerdo una fábula que tenía en el libro de lectura que tenía en el colegio en la que se contaba la historia de alguien que hablaba de todo como si supiera porque la gente le oía. Escuchaba palabras nuevas y las metía en una conversación sin venir a cuento hasta que un día vinieron a montar un abrevadero para el ganado. Esa gente se reía de su forma de hablar pero cuando llegó la hora de ver a qué altura habría que ponerlo, él se agachó y dijo que, a la misma que podía beber, podría hacerlo un burro. La moraleja es que un redicho se termina comparando, sin darse cuenta, con un burro.
Ésto demuestra que no todo el mundo sabe de lo que habla y habla de lo que sabe. Pero tiene público. Y eso es lo que le vale. Dice algo y la gente le escucha y le cree. Hoy, 27/12, la CUP colgaba en Twitter un mensaje en el que decía que dos concejales suyos de Reus iban a ser detenidos por lo del 10. Pero nadie se para a pensar si es cierto o no. Como eso hay mucho. No hay más que ver las campañas electorales dónde entre medidas propuestas, se cuelan titulares de los que la gente hablará más que de lo importante. Y pasa en todos los partidos.
Cultura es algo más que saber de pintura, escultura, literatura, ... Cultura es saber. Tener conocimiento de algo y saber expresarlo. Siempre he dicho que es cierto que el saber no ocupa lugar. Bueno, salvo en el salón de casa. Nunca está de más no dejar de aprender. Pero cada uno debe saber lo que quiere aprender. Eso sí, hay muchos que piensan, luego existen, que es más fácil que existan los demás porque cree que piensan, no sólo más sino, mejor. Todos sabemos algo. Todos tenemos un cuñao que cree que lo sabe todo. Todos somos cultos. Todos los demás son incultos.
Pero es ley de vida. Un ley, no escrita, pero que muy española.
Así que sé, me lo dice mi culto opinar, que llega la hora de acabar. Yo no soy culto. Sólo sé cosas.

14 diciembre 2017

Otro porqué. Otro por dónde.

El título del artículo tendrá sentido si publico antes de el Azote Deportivo (http://azotedeportivo.blogspot.com). Y que alguien lo lea, claro. El hecho de entrar a la 11:00 hace que pueda ver el principio de Espejo Público donde la presentadora, Susanna Griso, durante la primera media hora, se toma un café que alguien a quien entrevista.
Dicho hecho, voy a hacer un inciso. Hacer un programa político no es difícil. Y menos para una persona que se cataloga de centro como yo, ya que tiene mucho donde mirar. Mucho y bueno aunque también mucho y malo. Así, unas cosas se cogen, las cojo, mientras que otras las critico en vez de dejarlas. Pienso que es lo más completo. El caso es que, para las segundas elecciones, completé un programa que había comenzado para las primeras. Y ahí fue donde vi que era fácil. Por supuesto que no era completo porque sólo cogí ciertas ramas o ciertos asuntos de la sociedad. Los que más preocupan al ciudadano de a pie. En aquel momento, una de esas ramas, uno de esos asuntos, que más me preocupaba era, al estar en paro, el trabajo. Todo lo relacionado con el tema laboral. Bueno, hay que decir que este tema siempre me ha preocupado porque siempre he tenido conocidos que estaban sin trabajo. En aquel programa, que puede servir para cualquier referéndum, comentaba las ideas que pondría en marcha para activar el empleo lo que, con un efecto positivo (no iba a poner ideas negativas  para mi país) a corto y medio plazo, activaría, a su vez, la economía para activar el empleo. Poner la rueda a girar, vamos.
Bien. Éste era el inciso. Largo, no lo voy a negar. Pero inciso al fin. Y venía porque lo que me había hecho escribir el artículo, era la entrevista que le hicieron al presidente de CEPYME y vicepresidente de la CEOE. La cosa iba por dos temas. El primero era acerca de la preparación de los jóvenes. Preparación en relación a la FP. Cuando estudiaba, se tenía la idea que la FP era para la gente que no quería estudiar. Se diferenciaba (y ahora no sé el por qué) profesión y oficio. Lo segundo salía de la Universidad. Era el tío inteligente que tomaba las decisiones para que el de la FP ejecutara su trabajo. Después uno se da cuenta de que sin un electricista, un fontanero o un mecánico, un médico o un ingeniero no puede hacer su trabajo. Uno se da cuenta de ello cuando se descubre que los planos que estudia un arquitecto no los hace él sino que venían dibujados por la mano (en aquel momento no había ordenadores para los estudios) de un delineante , que había salido de FP. Todo debe ser atractivo para que no haya tanto crío ni-ni. Porque me gustaría saber el porqué de la razón que tiene el que un niño sepa programar (así lo decía un tipo que era bueno que supiera que, cambiando una línea de código, su juguete podía hacer cosas que el quisiera) cuando no sabe casi ni leer ni escribir de corrido cuando hay cosas que hay que hacer con las manos.
Otra de las cosas de las que hablaba tenía que ver con ésto. La alta tasa de paro juvenil. Vamos a ver. ¿Cómo es posible que un chaval de 25 años, recién salido de la Universidad, pueda tener experiencia y titulación extra para acceder a un trabajo? ¿Cómo es posible que salgan ofertas de trabajo, preferiblemente para gente entre 25-35 años sabiendo que no se van a cubrir? Eso sí, hay veces que no se cubren por superar las expectativas. Por eso yo abogaba por prácticas, remuneradas, y que contaran como experiencia. Otra tasa elevada de paro era la femenina. Por desgracia, dos candidatos para un puesto, igualmente preparados, no son mirados igual si cada uno es de un sexo. Hay trabajos, otra desgracia, que tradicionalmente han sido de hombres, los más, y otros de mujeres, los menos. ¿Porqué? A pesar de que es bueno mantener las tradiciones, hay algunas que hay que cambiar. Más o menos radicalmente. Pero cambiar.
Pero claro, habrá gente que pregunte de dónde se van a sacar empleo para todos. Muy sencillo. Como dije antes, sabiendo cuántos empleos hay que cubrir. Y con qué condiciones. Tipo de trabajo, horario, sueldo .... Y, sobre todo, que quede claro la razón por la cual tiene que ser cubierta esa plaza por alguien de un sexo concreto o quedar excluida gente de una franja de edad determinada.
Otra cosa son las bajas. Trataba de bajas de larga duración como por maternidad o enfermedad. Todo regulado.
Hay que potenciar, no sólo la creación, sino también el hacer atractivo el trabajo. Pero no el puesto, no. Hacer atractivo el trabajar. No hay trabajos malos sino malos trabajadores. Al trabajador se le paga, porque es su derecho, porque tiene el deber de cumplir su trabajo. Igual no hace falta que haga más, pero nunca menos. Pero otra cosa es evitar la excesiva especialización. Uno puede ser el mejor abridor de puertas, pero perderá su puesto cuando haya que dejar de abrirlas. ¿Acaso no puede sujetarlas y cerrarlas? Una forma de acabar con la temporalidad. Y con la mala calidad del trabajo. Al menos eso pienso. Saber hacer más cosas es bueno. Pero no hacerlas por hacer un favor sino porque te han contratado por ello. Y por ello te pagan. Se puede ser especialista pero de varias cosas. El despido, la búsqueda y contratación cuesta dinero. Si no hay que hacerlo porque la persona contratada puede estar más tiempo, hace que la empresa ahorre dinero pudiendo pagar más.
Que son sólo ideas es algo que sé. Pero qué todo surge de un idea, también lo sé. De hecho, ahí están los "padres de la patria catalana" en la cárcel. Aunque ellos sostienen que es por tener la idea y no por desarrollarla. Algo así es el mercado laboral español. Como el sistema educativo. Cada vez que el gobierno cambia de color, todo lo anterior al traste y a empezar de nuevo. Es bueno tener ideas. Luego serán buenas o malas según se desarrollen, pero es bueno. Y no todos los desarrollos son malos. Hay muchas cosas en este país, trabajo, sanidad, educación, ... sobre los que se pueden construir en vez de empezar por pensar dónde y cómo hacer los cimientos. Nadie aprovecha la estructura que hay para mejorarla. Con un poco de interés se volvería a bajar del 10% de paro (mucho aunque el pleno empleo es complicado), mejoraría la calidad del trabajo y las retribuciones.
Tener ideas es fácil. Lo complicado es que te las escuchen, que si valen no te las roben pero, sobre todo, ponerlas en marcha.
Por cierto, no he acabado el artículo al que me refiero al principio de éste pero, a pesar de todo, no cambiaré ni el título ni el primer párrafo. Así surge una obligación por mi parte para acabarlo y pica el gusanillo para leerlo.

01 diciembre 2017

Etiquetas jastajeadas. Jastas etiquetadas.

En este mundo tan global, tan tecnológico, tan on-line y, a veces, tan impersonal, hemos sustituido las conversaciones cara a cara por las de whatsapp y el contar algo por poner algo en Facebook, Instagram y redes sociales por el estilo. Por supuesto, en este país, y mientras tengamos la suerte de que Engañemos y sus marcas blancas (gracias a Dios el supermercado, ya que es lo que parece, no lo hará nunca), hay democracia que permite que haya libertad de expresión. Pero, a diferencia de lo que creen muchos, la libertad no es indefinida. Hay límites.
Por eso, por la libertad de expresión, alguien puede publicar una foto de Paco Rabal, caracterizado como salía en Los Santos Inocentes, a la que acompañaba un texto en que comparaban al personaje con el obrero (término muy de izquierda como la gente que lo publica) que vota al PP. Es decir, retrasado. Inculto. Paleto. Bien, están en su derecho. Pero tienen un problema. Y gordo según creo yo. Porque las etiquetas suelen referirse a tópicos. Más o menos ciertos. Pero tópicos. En parte porque muchas (o algunas, o pocas, o las que seriesen) vienen del refranero español que, ahí sí que en mayoría, viene de tópicos y supersticiones rurales. El refranero popular. El refranero es sabio. El refranero es tópico.
Pero a lo que vamos. ¿Que nos gusta colgar etiquetas? Pues si. ¿Que a veces no nos gustan las etiquetas que vemos colgadas? No hay que mirar más que los precios. ¿Que no gusta menos que nos las cuelguen? Bueeeeeeenoooooo. Según qué. Según quién. Según por qué. Porque una etiqueta que colgamos (que cuelgo e incluso me cuelgo) es la de protestones. Siempre he dicho que protestar es gratis. Otra etiqueta. Y que, mientras lo sea, lo seguiremos haciendo. Con razón o sin ella. Con argumentos o no. Pero siempre habrá alguien que lleve las etiquetas de oyente, creyente o, como me pasa a mí, "rebatidor". Pero siempre que me interese o tengo con qué y porqué. Porque hay gente que lo hace por hacer. Para hacerse notar. Como la que llama imbéciles a los trabajadores (etiqueta que pongo a todo el mundo que trabaja, incluidos los presidentes de las grandes empresas) de un nivel más bajo, por así decirlo, votan al partido al que ellos han etiqueta como de los ricos. ¿Porqué? Porque alguien etiquetó a la derecha como el de los ricos. ¿Porqué? Pues porque a alguien le dió por ahí. ¿Porqué? Porque eran etiquetadores, etiquetistas o etiquetenses.
Lo fácil de las etiquetas es que la gente se queda muy rápido con ellas, sean reales o no. De esa manera, se dirigen a algo o a alguien como "... sí, el nosequé ..." o "... sí, hombre. El Tal ..." Y se quedan así para siempre. Desconozco como le sienta a la gente las etiquetas. En mis tiempos de jugador, yo era "el capitán", "el entrenador" o, debido a ello y por ser de Estudiantes, "Pepu". Y así sigo y seguiré. Pero hay otros a los que no les gusta que les etiqueten. "Los quejicas"
Y ahora, voy a quitarle a este artículo la etiqueta "largo" en el tiempo, para ponerle la de "terminado".

29 noviembre 2017

Verdad desahuciada. Desahucio verdadero.

Hay gente que compra un algo. Ya sea por necesidad o por capricho, que hay de ambos. El problema puede surgir a la hora de pagar. Si se quiere y no de tiene, hay que pedir. Uno va al banco (salvo que tenga a un conocido que lo haga con lo que se quitan unos problemas pero surgen otros que pueden ser peores) y pide el dinero para comprar eso algo. Realmente, el banco no presta el dinero sino que paga ese algo. Y como lo ha pagado, es suyo. Pero de ha firmado un acuerdo por el que, a pesar de ser así, la finalidad es que ese algo sea del uso de ese alguien que irá pagando una cantidad periódica al banco hasta que todo el importr sea satisfecho. ¿Complicado de entender explicado así? Pues que quieren mis lectores que les diga. Bien explicado. Pero que sepas que ser, es. ¿Ser el qué? Retorcido. Pero hay algo que no puede tener más claridad que ésto. Si el alguien incumple el contrato firmado con el banco, éste se queda con el algo.
¿A qué viene ésto? Pues muy sencillo. Ayer entraron en Príncipe Pío, en el vagón en el que iba yo, cinco personas que iban a un desahucio. Buenos, dos. Por las conversaciones que mantenían, eran de los que iban a hacerse notar. De hecho, uno hablaba de un fulano que estaba preparando una nota de prensa. Que alguien pierda su casa (el algo) porque no puede pagarla es algo preocupante porque el alguien (en ambos casos eran familia con dos hijos) se ve con parte de su vida en la calle y, puede, sin sitio donde ir. Mi punto de vista no es que el banco sea malo por quitarle su vivienda a una familia, no. El banco es dueño de parte de ella ya que la familia habrá pagado parte. Eso es algo a tener en cuenta. A ver cuánta carne te va a vender el carnicero cuando ya van cuatro veces que te ha fiado. Pues ésto es lo mismo. El comprador es el comprador. La carne, la vivienda. El carnicero, el banco. Y el dinero es el dinero. Sin segundas intenciones. Es lo que es. Dos ejemplos llamativos. Pero la cosa es el porqué se llega a ésto. Vale, es claro. No se puede pagar. ¿Porqué? Porque no hay dinero que suele ser porque no se trabaja o se han acabado las ayudas. Llegado a este punto quiero comentar algo que decía uno de ellos hablando por teléfono con otro, y si lo entendí bien, y era relativo a que el Ayuntamiento no les había dado ayuda. Si es así, me hizo recordar algo que leí y oí hará como dos años, relativo a la labor judicial de la abuela. Órdenes de desahucios. Algo que no me he molestado en investigar por lo que no sé si es verdad. Pero, ¿y si sí? Si sí, es penoso que un Ayuntamiento responsable, ecológico y sostenible, haga eso.
Pero el tema principal, al que poca gente llegará porque a veces me enrollo mucho, es, realmente y de verdad, la razón de ese desahucio. Lo primero es investigar el contrato. Todo. Desde la primera letra hasta la última. Desde la primera coma hasta la última. Desde el primer punto al punto final. Incluso las fechas y las firmas. Y ver si alguien ha incumplido su parte. Uno, el otro, ambos o, puede ser, que ninguno. Si hay cuplables, que paguen. Y si no los hay, que negocien. ¿Le interesa a la familia una vivienda? Si. ¿Le interesa a una banco tener una casa vacía, de la que debe pagar los impuestos correspondientes, de la que puede que tenga que hacer obra y la tenga que poner a la venta por un precio más bajo? Seguramente no. Pues a negociar. Y así se arreglan las cosas. Porque no siempre hay un deshaucio con razones de peso. Pero en otras, lo que se desahucia son, precisamente, las razones.

21 noviembre 2017

Fiebre compradora. Compra febril.

Hay fechas el calendario que determinada gente tiene marcada en rojo. Aparte de domingos y festivos. Cumpleaños varios, aniversarios de ésos de los que uno no puede olvidarse, principio de las vacaciones, partidos de fútbol que uno no quiere perderse por nada del mundo, fin de las vacaciones, ... También esas fechas van por gremios. Principio de curso, presentaciones de resultados, de la declaración de la renta (fecha tope), ... Pero, en estas fechas tan señaladas, hay un gremio que se estira para hacerse ver. No, no son los hinchas del Madrid y del Barça preparando el clásico de dentro de un mes. No. Es el comercio. Y es que, aparte de que hay fechas que tienen marcadas a fuego, ahora empieza su mes. Es la cosa de acoger tradiciones de otras partes. El último viernes de noviembre se celebra en EEUU y en otras partes, lo que se dio en llamar "Black Friday". "Viernes negro". Se que alguna vez oí la razón del nombre, pero si no lo recuerdo es porque no me interesaría mucho.
Pero a lo que voy. Sí, rebajas de enero, Blancolor, rebajas de verano, rebajas sobre las rebajas, pre rebajas, San Valentín... Más puntos suspensivos. Todas esas fechas son las marcadas durante los 11 meses primeros del año. Bueno, 10 y pico. Porque es acercarse ese último viernes de noviembre y, aparte de lo habitual, las compañías incrementan sus ofertas y campañas para que compres. ¿El qué? Pues da un poco igual. Antes, uno iba a la tienda y, mientras buscaba lo que quería, miraba y podía coger algo más que igual supiera que podría necesitar. Igual luego no pero seguro que presumía de ello. Ahora, con el mercado digital puede pasar algo parecido con la salvedad que puedes leer las características del producto sin esperar a que venga un dependiente, puede que trabajador eventual, que no las conozca al dedillo. Claro que también está el que mira, porque todo el mundo lo hace y eso es objeto de charla durante el descanso del café, la hora de la comida, las conversaciones de whatsapp o de Facebook, sin que le guste lo que mira.
Pero el caso es comprar. ¿Porqué? Porque sí. Sin más. Porque hay que ir calentando para las Navidades. Porque hay que ir calentando para las pre rebajas de Enero. Porque hay que ir calentando para las segundas rebajas de Enero. Y así todo el año.
Somos capitalistas. Pero sólo porque tenemos dinero. Capitalismo que se puede entender de diferentes maneras. Opiniones que se pueden comprar. También en tiempo de rebajas.
Bueno, me voy que tengo que ver si hay tiempo. Para comprar por si acaso. Que si sobra ya está Gualapop.

17 noviembre 2017

Medioporai.

Mi padre me dijo
cuando era un bebé:
- Hay tres cosas
que debes saber.
Tener mucha pasta,
tener una mujer
y tener buenos amigos
con los que ir a beber.
Ahora que tengo
ya los veintitrés,
no tengo un duro
y no tengo mujer.
Lo único que hace
que me tenga en pié
es irme con mis amigos
a beber.
[Estribillo]
Ahora que soy
un cuarentón,
estoy muy forrado
pero el sexo acabó.
La pasta no sé
de dónde salió
pero las borracheras
me molan un montón.
Nunca he olvidado
aquellos consejos
que me dió mi padre
cuando era pequeño.
Pero al único de todos
al que he sido fiel,
es a la cerveza
y el whisky escocés.
[Estribillo]

15 noviembre 2017

Navidad.

Hoy no busco rebuscados títulos para el artículo. Hoy es, simple y llanamente, Navidad. Porque, aunque parezca raro, de eso va ésto. Cuando era pequeño, la Navidad empezaba el 21 de diciembre. Igual había ido con mis padres a ver cosas para poner en la carta a los Reyes Magos. Porque la noche del 24 al 25 sólo nacía Jesús. Lo de los regalos esa noche era cosa de Papa Noel y no era de aquí. Yo me preguntaba porque los niños de las series y de las películas no tenían Reyes. Como chico de ciencias (de pequeño me empezaron a gustar las matemáticas) pensé que habría alguna razón pero que ya la averiguaría cuando fuera mayor. Y así lo hice. Por desgracia, lo de los Reyes Magos se ha ido perdiendo. De hecho, cada vez se ven más Papas Noeles colgados de los balcones.
Pues bien, regresemos al 21. Tras la última clase de la tarde (17:30 o 18:00 según los cursos), uno ya pensaba en vacaciones, nevadas y, sobre todo, regalos. Y cenas con mucha gente en otras cosas. Y acostarte tarde. Y, según la edad, la primera copa de vino y champán. Por eso, aunque en un rojo menos intenso, también se marcaban los días de Nochevieja, Navidad y Nochevieja. Que no entendía muy bien eso del cambio de año tan celebrado con aquella cena, las uvas, el brindis y los besos y abrazos. Pero ese era un día especial porque te levantabas el 31 y te acostabas al día siguiente. Días llamativos. Aunque realmente, lo que esperabas era la mañana del 6 de enero cuando te levantabas como loco, antes de la hora incluso, para ponerte a abrir regalos. Igual no era lo que querías pero sí parecido. Los padres siempre tenían respuesta para esa pregunta: "Ésto no es lo que yo he pedido, ¿porqué no me lo han traído?". "No había para todos los niños", "Algunos lo pidieron antes", ... Y yo me lo creía. Mis padres siempre tenían razón y nunca se equivocaban. Me llevé una gran desilusión cuando me confirmaron que los Reyes, esos que veía en la Cabalgata, esos que eran capaces de estar en multitud de sitios a lavez porque eran magos, no existían. Y el mito de la Navidad que tenía, se esfumó.
Ahora había que cambiar el chip. Eso era una de las cosas que te hacían ver que eras mayor. Porque te decían que era un secreto. Ibas a disfrutar de las vacaciones de una manera diferente. Aunque fuera igual, pero eras mayor. Pero el tiempo pasa y nuestras tradiciones se van perdiendo a cambio de cultivar las extranjeras. Si es período de vacaciones, que es sinónimo de diversión, ¿porqué no dejar que los niños jueguen y se diviertan desde el primer día? Bueno, las vacaciones se tratan de eso. Antes, si queríamos divertirnos jugando con los juguetes antiguos o en la calle con amigos, primero había que hacer la ración de deberes correspondiente. Porque así las madres (amas de casa en su mayoría) podían hacer sus labores y, sobre todo, porque teníamos cinco ecaluaciones y la tercera caía a principios de febrero. Si no recuerdo mal. Ahora está mal eso de mandar deberes porque se satura a los niños. Sin comentarios. Pero teniendo en cuenta que la última semana de clases da la impresión de que no hacen nada, pues bueno. Pero el caso es que los regalos están la mañana del 25. Sin sorpresa en la mayoría de los casos y, a menos que sean consolas, tabletas u ordenadores, la forma de divertirse con ellos es hacer fotos y tuitearlas, instagramearlas, wasapearlas y/o feisbuquearlas.
Y aquí surge otro pero. Iba a hablar de las navidades de cuando era pequeño. Lo de los deberes me hacía, aparte de rápido y bien, buscar hacer más de lo que me correspondía. Así tendría más tiempo para jugar al día siguiente. Otra cosa que me llamaba la atención era como todo el mundo se quedaba mirando la tele fijamente el día 24 mientras un señor hablaba de cosas que no entendía. Pero sabía que, al terminar, empezaba la ceremonia de vestirnos para esperar a mi padre, salía de trabajar a las 10 de la noche, y cenábamos en casa de mis tíos. Y antes que se me olvide, contaré una anécdota de la cena de Nochevieja. En casa de mis abuelos tuve mi primera borrachera. No me acuerdo mucho pero me han contado que me puse muy contento después de que me dieran el chupete mojado en coñac. Nadie puede decir eso con 14 meses. Y llegaba el día de Reyes. Ese día en que, poco o mucho, el salón se llenaba de papeles. Y que llegara el día 7 para hablar con los compañeros de los regalos. Ay .... (suspiro)
Ahora, las Navidades las anuncia El Corte Inglés, después la colocación de las luces en las calles principales y el anuncio de la lotería. Luego, los reportajes sobre lo que suben los precios de los productos típicos, oír a la gente que siempre compra las cosas con tiempo (o sea, el 23), el discurso del Rey, los programas chorras, el de José Mota antes de las uvas, la fiesta y se acabó porque el día 2 hay que volver al tajo.
Navidades. Como todo, llegan, están y se van. Y a partir del 3, a pensar en Semana Santa. Que siempre hay una próxima fiesta. Así que vamos a ir calentando. Felices Fiestas.

31 octubre 2017

Salir corriendo.

Hoy, martes 31, mientras borraba el borrador (podría haber escrito quitaba o eliminaba) de un artículo en El Carril del 10, mientras pensaba en la semana rara que tenemos, mientras pensaba que ésto no venía a cuento, mientras pensaba en la movida que debió haber ayer en Cataluña, me vino a la mente una canción de Amaral. Dado que ya no hay programas musicales, uno no sabe cuándo se sacan discos y tiene que recurrir a lo que recuerda de sus grupos  favoritos. En otro momento me hubiera venido la canción entera. O sólo el estribillo. Pero nada más llegó esas dos palabras que, seguro que mi subconsciente, me llevaron a escribir el artículo que, espero, alguien esté leyendo.  Por supuesto que esas dos palabras vienen al pelo (lo del pelo no va con segundas), al Molt Honorable de turno. Bueno, de honorable ya tiene poco. Casi nada diría yo. Uno no puede estar haciendo lo que está y lleva haciendo desde hace un tiempo y, cuando erra el tiro, le sale por la culata o, simplemente, se da cuenta que el cartucho es de fogueo, salir por patas. Alguien que va de digno, de humillado y de responsable de su pueblo que (no) lo ha elegido, no puede salir por patas.
Esta parte la estoy escribiendo el jueves 2 de noviembre, fecha en la que el mal imitador del Correcaminos, está citado, con todo su ex-Govern y la mesa del Parlament, a declarar en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, respectivamente pero, como ya avisó ayer su abogado de etarras, no vendrá porque puede declarar en Bélgica. ¿Porqué? ¿Puede ser detenido? ¿Tiene miedo de eso? Pues si tiene miedo de ser detenido es que ha hecho algo por lo que puede serlo. El Mayor Trapero (que no se tome con segundas), vino a declarar y podía haber sido detenido. Pero vino. Y está en su casa. No puede salir de España (Cataluña sigue formando parte de ella), pero está en ella. Él, no. Ni parte de su gobierno. Tiene que seguir haciendo el paripé porque es (era) su plan. Su idea. Pero que nadie se crea que es algo nuevo. Improvisado. Opcional. No. Desde que empezó con la matraca del referéndum, de la modificación de las leyes para gobernar como querían sus socios. Porque eso es lo que le venía bien. Yo sigo aquí. Eso decía. Pero el plan B estaba ahí mientras su plan A lo trazaba cuidadosamente. Porque el plan A era salir corriendo cual delincuente. Porque ahora ya no hay duda. Es un delincuente sin más. El que quería diálogo pero no decía ni cuando ni donde. Porque el que propone, propone. Pero mientras había quien esperaba que propusiera algo, pero mientras se iba negando a las propuestas de otros, pero mientras se quejaba de que nadie quería hablar con él, pues estaba preparando la huída. Ni que fuera el Dioni, oiga. Eso sí, que se olvide, cuando vuelva, de ir al Sálvame o al Gran Hermano o al Supervivientes. Puede que a Soto. Pero ahí que vendrá corriendo. Cobarde.

23 octubre 2017

Una, grande y libre.

De entrada, más de uno y más de dos (en sentido figurado por que no sé cuánta gente puede llegar a leer ésto), cuando ve el título soltara algo colgándome la etiqueta de fascista, franquista o algo así. Es muy posible que sea porque asocia el título del artículo a la coletilla que se ponía al nombre de España y que, al final de la época de Franco, también sirvió para hacer chistes.
Seguramente, tendría que indagar pero quién me conoce sabe que cojo una idea y escribo sin más, el dicho tiene más historia pero nunca nadie se ha puesto a contarla en público. O igual no y se creó durante o al final de la Guerra Civil. Ya digo que no lo sé. Lo reafirmo para que nadie piense que tengo la verdad absoluta, cosa que sólo ellos creen que tienen y que el resto tienen, en absoluta lógica, una mentira absoluta. Pero de lo absoluto ya hablaré en otro momento. Ahora vamos a lo que interesa.
Pues claro que esa frase tiene un significado. Pues claro que no todo el mundo lo define igual. Pues claro que eso es la grandeza de la democracia. Pues claro que ahora diré yo el significado que le doy. Pues claro.
El chiste que recuerdo decía que España era una porque si hubiera otra, nos habríamos ido a ella. Al principio de la democracia, yo no entendía eso. Pero ahora, para mí, es una (como antes) porque no hay otra como ella. Para lo bueno y para lo malo. Igual sale mi vena patriótica. Pero es lo que hay. Decían que era grande porque había sitio para todos. Eso sí lo entendía porque, al menos dibujada, me lo parecía. Y tardar hora y media en recorrer 120 km, también me daba esa impresión. Ahora es grande porque caben muchas cosas. Diferente culturas. Diferentes tradiciones. Diferentes lenguas. Diferentes paisajes. Diferentes formas de ser. Incluso diferentes morfologías. Todo eso en UNA España GRANDE. Y lo de libre no recuerdo muy bien porque era. No sé si tenía algo que ver con que se podía hablar sin problemas o de ciertos temas. Eso tampoco lo entendía ya que nunca había tenido problemas para hablar. Y cuando decía algo que no correspondía, regañina y asunto arreglado. Ahora es libre, primero porque uno lo es para hacer y decir lo que quiera, siempre y cuando no incumpla las leyes. Y eso es así y punto pelota como acababa el clip del "Seat madrileño". Por supuesto que habrá gente que no esté de acuerdo. Como dije arriba, una simple frase, un simple dicho, una simple palabra, puede ser interpretada de una manera diferente por cada persona que lo trate. Es más, a veces, el entorno en donde puede estar puede llevar a una interpretación que se puede tomar como alfa u omega. Pero también como alguna otra letra del alfabeto de las que sólo puedo poner, de las que me acuerdo, beta, gamma o pi. Yo tengo mi opinión y mi visión del dicho de marras. Y la seguiré teniendo mientras no vea que hay otra mejor. Pero es la mía. ¿Que hay gente que tiene la misma? Bien. ¿Que hay gente que la tiene parecida? Bien. ¿Que hay gente que no la comparte, en parte o totalmente? Bien. Todos los escenarios son posibles, admisibles y respetables. Incluso el que está en contra sólo porque lo digo yo. Que lo hay. Pero en esa una estuvo, está y quiero que esté Cataluña. Pero en esa grande cupo, cabe y quiero que quepa Cataluña y toda su diversidad cultural. Pero es esa libre, quiero que se exprese, igual que se expresa y se expresó, ese sentimiento patriota (que lo es aunque muchos lo pongan como que es de derechas) que pide una separación del Estado. Igual que, como también dije antes, habrá gente que no quiera a Cataluña en esa una, que España seguirá siendo grande sin Cataluña y que será más libre sin el "absolutismo" que hay en Cataluña. Pero eso es lo bueno que tiene que seamos unos, grandes y libres.

29 septiembre 2017

200

La verdad es que este artículo lo empecé a escribir antes del verano. Bueno, los retazos. Pero lo dejé en vista de un suceso que, en cierto modo, estaba ligado. Luego vinieron las vacaciones con el parón típico. Como ya comenté en otro blog, a pesar de no publicar, sí escribía y este artículo lo rehice más de una vez. El motivo de escribirlo era la sorpresa de ver que todos los partidos políticos habían llegado a un consenso en un proyecto de ley. Luego, en vez de quedar bien con todo el mundo, prefirieron quedar bien con los suyos diciendo que el acuerdo era insuficiente, que no les habían dejado incluir todas sus propuestas, que si éste, que si el otro, .... Vamos, lo de siempre. Pero éso es otra cosa. Vamos al grano.
Ese gran acuerdo era relativo a la violencia de género. Todo el mundo sabe de lo que opino de ello. Es más, en un artículo que publiqué cuando se convocaron las segundas elecciones generales, lo ponía como uno de los puntos importantes de mi programa electoral. En una sociedad en la que se clama por la igualdad (yo me incluyo), hay grupos que se empeñan en sacar leyes que se cargan ese ideal. Una de ellas es la de la violencia de género. Aparte de la mención a mi programa, no recuerdo si había escrito algún artículo exclusivo sobre ello. Me parece bien, porque es lo suyo, que quien tiene un corportamiento violento, del tipo que sea, con otra persona que sea denunciado, algo muy importante, y comprobado, también es importante, sea castigado según marque la ley. Pero el problema es que todo depende de quien cometa y de quien sufra. Cada vez que aparece una mujer muerta, automáticamente se habla de violencia de género, sobre todo si la primera persona a la que detiene es un hombre. Pero, ¿y si fuera una mujer? ¿Qué pasaría? Porque podría ser su pareja. Pero no. La violencia conyugal no está contemplada en las relaciones homosexuales. Aunque el detenido sea hombre. Aunque la víctima sea mujer. Hoy, entre las noticias del ridículo independentista y la primera victoria madridista en casa o la del Barça en su campo vacío, se hablaba de un posible caso de violencia de género o machista. Han hablado hoy y lo harán varios días. A menos que se demuestre que no lo es. En cambio, el miércoles o el jueves, leí que habían detenido a una mujer y a su hija por estar planeando el asesinato de la pareja de ella y cobrar el seguro. No he visto los informativos todos los días pero en los que sí he visto, no he oído nada de éso. Debe ser que el hecho de que una mujer asesine, o intente asesinar, a su pareja no es noticia. ¿Y si son menores? Hace unos meses sacaron una encuesta en las que un porcentaje bastante preocupante de chicas estudiantes de ESO, veían normal que su pareja las controlara. Pero eso no es violencia. Es acoso escolar. Cosas de críos diría alguno.
La causa por la que retrasé esta publicación y que me obligó a irla rehaciendo, fue el caso de Juana Rivas y la que se montó con ello. Todo el tema judicial es italiano. Eso sí, muy poca condena. Ella vino aquí sabiendo lo que iba a generar en torno al apoyo que iba a recibir. Porque muy poco me dice una persona cuya pareja va a la cárcel por abusos pero que se va con él cuando sale. Son cosas que no entiendo. Como las de la mujer que defiende a su marido diciendo que la pega porque la quiere. O recibe mal a la policía que acude a su llamada. O que, simplemente, no denuncia. Por miedo o por lo que sea. Incluso que no haya denunciado porque no había malos tratos. Pudo ser  un accidente o que la pareja la matara por otro motivo. Hasta que fuera él quien recibiera los malos tratos. Porque las mujeres también maltratan, que no se crea nadie. Aunque por ser mujer no se la trate igual. Pueden protestar por el tema de los sueldos (protestas legítimas que yo comparto), por el número de cargos de responsabilidad (hay gente que vale y gente que no empezando por los que eligen) o alguna otra cosa. Pero sobre ésto, no. ¿Se recuerda el caso aquél del año pasado donde de vieron implicados los padres? Creo que era por una campaña para pagar un tratamiento o algo así. Pues él, a la cárcel. Ella, libertad bajo fianza y, ahí no estoy seguro, con el cuidado de los niños. Lucas Hernández, el jugador del Atleti, y su novia estuvieron metidos en un caso de violencia dónde, mira por dónde, que era peor era ella. Pues salvo la orden de alejamiento, y teniendo más delito (nunca mejor dicho), tuvo menos pena que él. Y cuando de van juntos de vacaciones, le detienen a él por incumplir la orden de alejamiento. Pero tampoco se habla de las denuncias falsas. ¿Cuántos hombres han ido a la cárcel sólo porque su pareja había denunciado malos tratos pero era mentira? Aunque sea así o haya estado sólo en los calabozos, es algo que va pegado a uno siempre.
Hay muchas cosas que tratar en este tema. Pero hay algo que me preocupa. Si en este decreto hay 200 nuevas medidas,¿qué tenía la anterior ley?¿Mucho hueco o poca chicha?
Por favor, paremos la violencia. Tratemos el maltrato físico y/o psicológico de la misma manera sea quien sea quien maltrate y sea quien sea quien reciba el maltrato. En una sociedad que quiere ser igualitaria, demostremos que todos somos iguales. Los hijos son de los padres. Los toros, de Guisando. Las cuevas, de Altamira. La violencia, de todos porque de todos en la lucha en su contra.

20 septiembre 2017

Democracia dictatorial. Dictadura democrática.

Buenos días.
Ésto lo digo porque empiezo a escribir a las 07:20 de la mañana y no sé a qué hora terminaré el artículo.
¿Ésto que he escrito vale de algo? No pero es que no se me ocurría ninguna introducción para el texto.
Para bien o para mal, en los últimos tiempos, el debate que se ha tenido en España y, a veces, fuera de ella, ha sido Cataluña. Que si tal, que si cual, que si Pascual, el caso es que no hay medio de comunicación leído, oído o visto que no haya dedicado parte de su espacio al problema. Pero básicamente, ¿en qué consiste el problema? La gente dirá que en la independencia de la región. ¿Cierto? Bueno, con matices. Muchos. Al menos en mi opinión. Otra opinión mía es que quien monta un pollo como éste y con tanta vehemencia es, o porqué está muy convencido, está muy influenciado o quiere tapar (o que se deje de hablar) algo igual de importante. O más. Claro que también pueden más de una opción . En este caso, diría que las dos últimas.
Está claro, y así lo pongo en un artículo que aún no he publicado pero que llevo reescrito tres veces, que vivimos en el mundo del marketing. Decía ayer Vargas Llosa en la presentación de su último ensayo, que una sociedad que lee (no dijo si poco o mucho pero no se referiría a prensa o redes sociales sino a libros) es menos propensa a ser manipulada. Entre otras cosas. Como todo, ésto también puede ser entendido de varias maneras y, por supuesto, manipulado. A fin de cuentas, si uno depende de lo que digan otros, pueden entender lo que sea de una manera u otra en función de que oiga o escuche. Y algo así pasa con lo relacionado en Cataluña. El señor Más, cuya única intención es que se le vea y que sea hable de él (no sé cómo será dentro pero fuera, aunque a ratos, se sigue hablando), se ha decidido por manipular lo que le dicen las leyes y normas. Hay cosas que dicen que están mal pero no que se prohíban. Es decir, interpreta, a su manera, lo que lee. Eso, aunque no lo parezca, es manipular. Yo, por ejemplo, expreso mi opinión sobre algo. No es una opinión experta pero si a alguien le parece bien y la adopta, puedo estar manipulando a esa persona. Eso es para que se vea lo fácil que es manipular. Incluso puede que yo lo esté. Pero bueno, a lo que vamos. Todo está basado en vacíos legales, por decirlo de alguna manera. Es como si alguien va a pasar por delante de un edificio en obras. La norma dice pasar a una distancia prudencial por si hay algún desprendimiento. Por pequeño que sea pero que lo haya. Pero nadie dice, a menos que el camino esté cerrado o alguien se lo impida, que no puede pasar pegado a la fachada. Algo así. En teoría es legal. No recomendable pero legal.
Desde el jueves que empecé a escribir hasta hoy, lunes, han pasado muchas cosas de las cuales no se esperaba ninguna. Es decir, se ha seguido el guión. Ambas partes. Así que, si ya estamos aburridos desde hace tiempo, ahora que se acelera todo (algo también esperado, todo sea dicho), el cansancio aumenta proporcionalmente. Porque aunque hay gente que procuramos pasar del tema, no nos dejan. Y eso nos hace opinar. En función del resultado de la famosa consulta, no espero que salga una mayoría a favor del sí. Lo que pasa es que no se ha dicho nada acerca de porcentajes. O igual si pero no se ha publicado. O igual no porque una consulta como ésta tiene su regulación. Lo que sí tengo claro es que, disfrazado de democracia, en Cataluña se están produciendo actos propios de una dictadura. Me importa un pimiento lo que pienses a menos que sea, exactamente, lo mismo que yo. Ese disfraz es porque todo se basa en un grupo nacido de unas elecciones democráticas. Lo que sí tengo claro es que, disfrazado de dictadura, en Cataluña se están produciendo actos propios de una democracia. Me importa un pimiento lo que pienses siempre y cuando no sea lo mismo que mi rival lo que puedo interpretar como que tiene un apoyo menos. Ese disfraz es porque todo se basa en un grupo creado para crear sus propias leyes sin que se tengan que votar. De ahí el título del artículo. Parafraseando la película, "Votad, malditos". Eso sí, como no he visto la película, no sé a que viene lo de danzad.
Hoy es martes, 10:28 de la mañana y no he hablado de los desplantes. Esperados y anunciados.

13 julio 2017

De 1ª y 2ª.

Se ha dicho que siempre hay clases. Divisiones. Clasificaciones. En deporte, trabajo, horarios, siempre, se llamen como se llamen hay 1ª, 2ª, 3ª, ..... Todo el mundo busca subir de división, de categoría, de clases. Bueno, en seguros de autos, a menos que se cambie de vehículo, no se sube. Y seguro que hay más. Pero ahora, según su "excelencia" señor don Koletas, hay otra categoría. Víctimas. Hay víctimas de primera y víctimas de segunda. Sólo porque se quería homenajear a Miguel Ángel Blanco. Sólo porque se quería rendir homenaje, no tanto a una persona, que también, sino a lo que significó. El hecho de que la sociedad, incluso la vasca, perdiera el miedo a enfrentarse, de forma virtual, eso sí, a los terroristas. Virtual pero enfrentarse. Durante ese tiempo se perdió el miedo. Cierto es que era más fácil en puntos donde no se corría tanto peligro o en Cataluña donde el cabeza de erc había llegado a un acuerdo con eta para no atentar allí. Supongo que, para cuando se supiera, apuntarse un tanto electoral y que, en vista de sus aspiraciones separatistas, apoyarse desde la más alto posible. El catalán subido a algo porque, si no me falla la memoria, ni levantaba mucho del suelo.
Pero este artículo no es para hablar de ésto. Es para hablar de divisiones. De clases. De categorías. Saber, para su "excelencia" quién está en una división y quién está en otra. Porque alguien que recibe un tiro en la nuca o vuela por los aires por una bomba en su coche, es una víctima y ya. A menos que dependa de la distancia o la carga. Pero ya que habla de categorías, clases, divisiones, clasificaciones, castas, le diría que en política también las hay. Y si no, las pongo yo. Tengo lista donde habría una 1ª división, una 2ª, una 3ª y así hasta llegar a una -n en la que andaría su "excelencia". Puede que algo por debajo de su querido rival y a la misma altura que Otegui con el que parece que coincide en ideas (pocas y malas). Con esas gilipolleces con las que nos deleita, día sí, día también, dudo mucho que alguien le quiera ni como presidente de su comunidad de vecinos. Salvo que viva en un chalé o algo así donde, como no podría ser de otra manera, le montarían. Olvídese de categorías. Incluidos en las que mete a los que tienen que votar.
Sé que no leerá el artículo. Pero tendría que tener en cuenta que, aunque se lo merezca, le consideraría un lector. Sin más. Sin menos. A pesar de que no lo entienda ya que ahí sí hay categorías.

05 julio 2017

2009.

Se sabe que algo que termina empezó en algún momento. También se tiene conocimiento de que si algo tiene un principio, terminará en algún punto. Así es la vida. Así es la crisis. Supuestamente, en la que estamos inmersos, de la que, también supuestamente, también estamos saliendo, empezó a "dar sus frutos" en ese año. Ahí empezó aunque no sabemos cuándo acabará. Cuándo y cómo que éste también es importante. Pero como el cómo no va con el tiempo, lo dejaré de lado. Al menos por aquí. La recuperación empezó de la misma manera que la crisis. No se sabe ni cómo ni cuándo pero lo hicieron. Y, como escribí antes, acabarán.
Toda esta charla viene por los datos del paro que se han conocido la semana pasada. Es conocido el hecho de que en verano, el empleo sube. Poco o mucho, pero sube. Eso hace que, lógicamente, el paro baje. Pero lo que ha llamado la atención es que, según dice el gobierno, los datos son de antes de empezar la crisis. Y puede que sea verdad que haya algo más de 3.300.000 parados. Bueno, parados no. Apuntados al INEM, que para mí siempre será así. Por que, al igual que yo en una época del siglo pasado, habrá gente que no se apunte. No sé realmente desde cuándo se tiene registro del número de gente que trabaja o no pero, supongo, sí de la Seguridad Social. La cosa es que hace 50-60 años no era igual el mercado de trabajo. Al salir del colegio, quien no quería estudiar sabía que tenía que trabajar sin que nadie se lo dijera. Así tenía para sus gastos. Ahora se espera sentado a que le venga algo volando. No a todos, claro. Ni de un lado no de otro. Antes el chaval entraba donde fuera, generalmente porque el padre, el vecino, algún familiar o amigo, trabajaba en algún sitio en el que se necesitara alguien para hacer recados, mover cosas o lo que fuera. Siempre se empezaba desde abajo porque, además, era algo que se había oído muchas veces. En cambio, ahora se espera entrar lo más arriba posible porque parece que no gusta eso de recibir órdenes. Durante el siglo pasado, ese tipo de trabajos los cogían los que venían de fuera pero ahora, o los coges o lloras porque no te sale nada. El mercado laboral no está bien. ¿Y porqué? Muy sencillo. Se busca la especialidad. Me sale más barato buscar gente de fuera para un trabajo concreto, que van a dar resultado, prácticamente, desde el primer momento, que gente de dentro que, a menos que la estés preparando con tiempo, no sabes si te va a rendir. Ese trabajo puede durar un día, una semana, un mes, .... lo que sea. Un contrato de cierta duración donde el trabajador depende, no de la empresa donde se realiza el trabajo, sino de la empresa que le contrata a él, lo que puede hacer que en un momento le quiten y pongan a otro. Lo bueno es que si el trabajo se hace bien, rápido, limpio y sin problemas, de gana cartel. Lo malo es que si no es así, lo trabajadores son malos. A mí me pasó una vez en la que una ETT me llamó para tres proyectos. Antes ésto no pasaba. Según las épocas, uno, dentro de la misma empresa, hacía diferentes labores. Ahora, en vez de que una persona haga varias cosas, cada cosa la hace una persona. Sólo uno gasta, la empresa que contrata pero todos deben ganar. Ellos mismo porque les hacen el trabajo, la contrata porque gana clientes y el trabajador porque, por poco o mucho tiempo, tiene trabajo. Lo malo de todo es el sueldo. En los últimos cinco años y medio he tenido el mismo sueldo que las últimas nóminas que cobré en pesetas. La gente tiende a ajustar precios y, si quieres trabajar, pues a comer lentejas.
Volviendo al tema de los trabajos temporales, de toda la vida de sabe que hay épocas en las que se necesita más gente, generalmente verano, navidad y algún evento importante. De toda la vida se sabe que hay gente que trabaja en algo nueve o diez meses luego se va a esos sitios donde hace falta personal. De toda la vida se sabe que también hay gente que está en todas esas épocas. Pero antes, si esa gente estaba apuntando a una empresa, podría tener un contrato cobrando por lo trabajado. Pero ahora, seguramente serán tres contratos. Y eso es lo que cuenta según parece. Contratos firmados. ¿Es buena cosa que se hable de contratos firmados cuando una persona ha podido firmar más de uno? Porque a la hora de hablar de las cifras del paro, no siempre hablan del número de contratos extinguidos. Yo, aunque sólo es una opinión, hablaría en enero, a la hora de hacer balance, no sólo de los contratos firmados y de la diferencia entre la cifra del año que acaba de terminar y de la anterior sino de gente. La gente que firmó más de un contrato y la que sólo tuvo uno. La gente que seguia indefinido y la gente cuyo contrato sólo duraba ese año. Contratos de seis, tres, un mes o menos. Así se vería cómo se mueve el mercado de trabajo de verdad. Presupuesto que las empresas dedican al empleo. Cuánto gastan en contratar, ya sea gente o empresas. Todo son cifras. Impersonales. Sosas. Sin vida. Necesitamos cifras de verdad. Que digan algo. Que expresen. No es tan difícil. Sólo hay que dejar de tener miedo a quedar mal. Es más, igual queda bien. Igual tienen que trabajar en ello. Igual tienen que contratar a alguien para que lo haga. Igual.

30 junio 2017

Amor odioso. Odio amoroso. Dedicado a mi amiga Gema.

Amores reñidos son los más queridos. Quien bien te quiere de hará llorar ..... Hay muchos dichos y refranes en la cultura española que juntan y relacionan términos opuestos. En este caso, y gracias a la insistencia de Gema, una de mis compañera de clase y nuestra Quedated Organization Manager, hablaremos de amor y odio.
Todo el mundo sabe que no puede existir una cosa si no hay otra. Aquí tenemos que sin amor, no hay oido y no puedes odiar si no sabes lo que es amar. El yin y el yan. Realmente no se la veces que dije ésto ayer en la Covadongaquedada. Es lo que pasa cuando a uno se le ocurre una tontuna. Pero a lo que vamos. Uno no puede amar a todo ni odiar a todo. Lo malo de hablar de amor y odio puede sonar muy radical. Sobre todo, odio. Así que lo cambiaremos por gustar y no gustar. Pues eso, a nadie le puede gustar todo o no gustarle nada. Eso pasa por una razón muy sencilla. Se terminan cansado. Y a la gente no le gustan que haya cosas que le cansan. ¿Veis como no puede haber gente a la que le guste todo? Es más fácil ser negativo. Así, si lo que viene no gusta, no pasa nada pero es una alegría que llegue algo que guste. En cambio, si se espera que va a gustar todo lo que viene, es una gran decepción que no lo haga. Pero volviendo a usar los términos amor y odio, siempre que se utilizan suele ser para referirse a personas. Pero nunca dicho por uno mismo. Por ejemplo, yo puedo decir que no me gusta Carmena y eso hace que alguien diga que odio a Carmena. Es así de simple. Nada ama todo. A nadie le gusta todo. A nadie le gusta que a alguien le guste todo porque no sabe si lo que le gusta a el ..... bueno, que si pongo lo que iba a poner me lío y no me gusta liarme. U odio liarme. Además, dudo mucho que a la gente le guste que me lie porque odia que me lie. Hala, ya me lié hablando de odio y no gustar. Lo odio.

28 junio 2017

Comida habitual. Hábitos de comida.

En los últimos tiempos se ha puesto de moda el cuestionar el modo de vida que lleva la gente. Cómo viven, cómo visten, cómo trabajan .... y, por supuesto, cómo comen. Parece ser que nadie, salvo los cuestionadores, comen "decentemente" aunque habrá que ver que hacen en privado. No hay más que ver cómo criticaba Ramón Espinar a Coca-Cola pidiendo a la gente que no la consumiera y él la tomaba de dos en dos. Aunque eso es otra historia.
El tema de la comida, como en otros casos, es uno de esos de los que tengo pensado escribir algún artículo. Pero ayer, hubo dos hechos que me hicieron lanzarme. No sé si alguien ha visto la serie Las reglas del juego (Leverage como título original) donde un equipo formado por una ladrona, una estafadora, un hacker, un luchador y comandado por un antiguo investigador de seguros, se dedican a cambiar las reglas del juego haciendo el Robin Hood. Es una serie que me enganchó aunque no la vi entera, cosa que voy haciendo ahora. Bueno, al lío que me lío . El capítulo de ayer trataba sobre comida congelada envasada que estaba contaminada pero que el vicepresidente de la compañía no quería retirar porque era más costoso eso que pagar indemnizaciones a la gente afectada. La comida envasada es uno de los caballos de batalla de los cuestionadores. Toda ella es mala porque no cumple los requisitos mínimos. Puede que sí pero, ¿toda? Entre los muchos trabajos que he tenido, en dos de ellos tuve que ver con envasado de comida. El proceso era el mismo. Se ponía el producto en bandejas, se cubrían con plástico, se pesaban, se etiquetaban y se sacaban a los expositores. En un caso era carne y en otro, fruta. Todo tratado correctamente por la gente que lo distribuía. El otro caso fue ese típico aviso que ahora se manda por whatsapp alertando de algo. Este tipo de avisos son falsos en un 99% y el otro 1%, no es verdad. Lo envuelven en situaciones de lo más normal para que alerte más. Este caso era de una familia que había ido a pasar un día en el campo con la comida y latas que habían comprado pero por beber de ellas, dos personas enfermaron y murieron a los dos días. Eso hace que la gente recele de las latas porque lo que no suele hacer nadie es buscar la enfermedad o la bacteria que la causa. Bueno, nadie menos yo. Porque usan nombres tan raros que podrían ser falsos. Pero, en este caso, no. El resultado de la investigación es que existe la enfermedad pero que no causa muerte ninguna. Ni a personas ni a animales.
Todo este rollo viene a que hay gente que, como decía al principio, dice que comemos mal. Eso de las cinco comidas. Eso de las verduras. Eso de no azúcar. Eso de no tomar grasas. Hay gente que, como en el caso que contaba antes, se lo cree y lo sigue a pie juntillas sin saber si es bueno o malo que siga esas recomendaciones. Pero lo hace porque lo ha oído y claro, todo lo pintan muy mal. Hay gente que tiene falta de azúcar. Hay gente que no puede tomar verduras o, simplemente no le gustan. O las hortalizas. A mí no me gusta las berenjenas ni el calabacín. Y no me he muerto. No tomo repollo desde hace años. Tampoco tomo brócoli porque es como no tomar nada. Tomo café con leche y azúcar. Leche semidesnatada porque no se va a tener tres tipos de leche como pasa en las series de televisión. Ese café es lo que desayuno. No almuerzo ni meriendo. ¿Porqué son necesarias cinco comidas? Tomarse una bolsa de patatas fritas no hace daño. Otra cosa es comerse cuatro cada día. Como hamburguesas, pizzas o perritos calientes. El abuso es lo que es malo. Pero el abuso de todo. Hasta el abuso de recomendaciones. Así que, como no recomiendo que nadie me lea ni que coma o beba tal cosa, me despido para no abusar.

27 junio 2017

Desigualdad discriminatoria. Discriminación desigual.

Dos personas van a trabajar. Ambas visten igual. Camiseta de tirantes, pantalones cortos o piratas y sandalias. Una de ellas no tendrá problemas en entrar mientras que a la otra, o la mandarán a casa para cambiarse o la dirán que no vuelva a venir así.
Dos personas se pegan en la calle. Cuando llega la policía, según sea quien de las dos inició la pelea, una de ellas irá a la comisaría, y puede que pase la noche en el calabozo mientras que la otra, seguramente, dormirá en su casa.
Como se puede ver, en estos casos no hay igualdad ya que no se trata a ambas personas de la misma manera. Cuando se habla de igualdad, todo viene de una comparación. Si la frase es positiva quiere decir que la diferencia entre lo que se compara es mínima o no existe. En caso contrario, o no hay punto de comparación o la igualdad que debería haber, no existe. Lógicamente también está el sentido irónico de las posibles respuestas.
Lógicamente, como dije, en ambos ejemplos no hay igualdad aunque las situaciones son iguales. Desde luego, no todo puede ser igual. De hecho, ni tiene ni debe. Tiene que haber cosas diferentes. Además, si todo fuera igual, no se podría comparar. Lo malo es que hay cosas que deberían ser igual y no lo son. Por ejemplo, de los dos ejemplos que ponía al principio, en el primero no entiendo qué diferencia de rendimiento va a tener un hombre por ir en tirantes. Otra cosa es que tenga que estar de cara al público. Ahí creo que a ninguno de los dos, hombre y mujer, les dejaran ir así. En el segundo, ese caso se refiere a una pelea entre un hombre y una mujer. En el caso de ser dos hombres, ambos irán a la comisaría y, si son dos mujeres, según.
Cierto que la igualdad entre hombres y mujeres es algo que, históricamente, nunca ha existido. El hombre era quien dominaba ya que era el que trabajaba en el campo cultivando o cuidando ganado para que la mujer hiciera la comida. Llevar la casa no era trabajo duro. Tampoco las mujeres iban a la guerra ya que no aguantaban el peso de una espada o no sabrían llevar una lanza o montar a caballo. Realmente, no sé si alguna vez se lo dejaron probar. El trabajo físico era cosa de hombres. Hasta los que no eran muy fuertes estaban por encima. Así ha sido desde que el mundo es mundo. Salvo en las sociedades matriarcales de las que, alguna vez, he oído hablar. Aunque no sé si sería verdad o no, que existieran.
A ver, quiero que quede bien claro que una mujer, sólo por ser mujer, no debe tener menos sueldo que un hombre por hacer, no ya el mismo trabajo sino una ocupación de nivel superior. Que no sea vetada por su sexo a la hora de formar parte de un consejo de administración o acceder a un puesto de alta dirección. Quien vale, vale sin que se deba tener en cuenta la postura en la que se mea. Eso me parece tercermundista. Pero, si se habla de igualdad para eso, debe serlo para todo. Desde hace unos meses, por ejemplo, se quejan por las chicasa que están en los pódiums de ciertas pruebas deportivas. Se vuelve a hablar del concepto de mujer florero. Salir ahí vestidas, con prendas que muchas de las que se quejan, seguro, han llevado o han visto por la calle sin ningún problema, con algo relacionado con el patrocinador, para entregar los trofeos con los que se premian a los ganadores y exponerse a ser bañadas en champán, les parece a cierta gente algo humillante y denigrante para la mujer. Ojo que me parece respetable lo que dicen. No lo comparto pero me parece respetable. En la Vuelta Ciclista a España, las chicas se cambian de chaqueta en función del patrocinador de turno y le dan un beso en la mejilla al ganador. Otra cosa es lo de las chicas de los paraguas en las competiciones de motor. Mientras hay algunas que van con un vestido de esos de ir por la calle, hay algunas que, como pasaba en Suzuki, que iban con un disfraz de policía de esos que ves en catálogos de disfraces para adultos. Pero hacen eso, no por nada sino porque son modelos y una modelo vive de su aspecto. Eso me recuerda a las azafatas que uno ve en una feria o en un congreso. No he oído nada, en cambio, de las recogepelotas en el Madrid Open de tenis. Bueno, al principio si pero no sé si este año ha sido igual o no. Si eso es humillante, de la misma manera debe ser si es un hombre. ¿O es que si hay un tío con ropa ajustada dando copas o recogiendo pelotas (entiéndase bien) como en el mencionado torneo cuando son partidos femeninos, no lo es? Si es humillante que una mujer haga algo, igual de humillante es si lo hace un hombre. Hay trabajos en los que prima la imagen. Durante los días en los que se habló de la muerte y entierro de David Delfín, salieron parte de sus desfiles. En alguno de ellos salían las modelos con el pecho al aire. Nadie habló de humillación por mostrar a la mujer sin ropa en un desfile de moda. El otro día salió en Facebook un vídeo en el que todos los productos que salían eran anunciados por mujeres, bastante ligeras de ropa, eso sí. Pero resulta que eso es lo que queda en la mente y no lo que se quiere vender. Porque se vende imagen. Esa imagen. Pero, por ejemplo, esos anuncios de colonias de hombre donde el frasco sólo sale al final y todo el anuncio el tío anda de metrosexual luciendo abdominales, no es lo mismo. Como ejemplo pongo uno que está saliendo mucho que es de Dolce Gabana donde se ve a un pollo en calzoncillos en lo alto de una roca mientras abajo, en el agua, hay una chica tumbada sobre una especie de colchoneta. El tío se tira al algua, se sube a la colchoneta como si fuera plataforma firme, se tumba encima de la chica y se ve una claqueta cortando la imagen. ¿Dónde está la colonia? Imagen. Aunque de la publicidad ya hablaré. O no voy a poder usar trajes de Emidio Tucci sólo porque no tengo la percha de tal actor o cual jugador de fútbol. No se debe discriminar a una mujer por ser mujer pero no se puede tratar de una manera diferente a un hombre por hacer lo mismo. Un bofetón castiga igual a un hombre que a una mujer. Igual que una caricia. Igual que no es lo mismo el decir a alguien que es un delincuente por hacer algo si tiene 16 años o decir que son cosas de chicos sin tienen menos de 14. O el caso del bebé que murió por los malos tratos de sus padres. El padre en privión sin fianza y la madre en libertad con cargos. ¿Y el caso de Lucas Hernández, el jugador del Atlético de Madrid? Su novia, porque según la investigación fue así, se lía a guantazos con él y, apesar de tener más cargos en contra, tiene menos pena. El caso es que se reconcilian y, rompiendo la orden de alejamiento que tienen ambos, se van de vacaciones. Alguien se chiva y, a la vuelta, sólo le detienen a él para declarar. Así lo he leído. O la mujer que mató a su novia. ¿Se ha vuelto a hablar? O de la policía que mató a su novio, también policía. Y así muchas más cosas que, igual, me dejo en el tintero.
Igualdad. Sí. Pero igualdad para todos. Parece final de discurso. O perorata. Igual. Bueno, no es que lo parezca. Es que igual tengo que terminar.

23 junio 2017

Payasada gilipollas, gilipollez payasa.

La verdad es que no tenía muy claro el nombre de este artículo que tenía pensado escribir desde hace tiempo. Pero, dándole vueltas, me surgieron estas dos palabras.
La Copa de Europa de toda la vida (yo la sigo llamando así), pasó a llamarse Champions League y desde hace un tiempo ha perdido el League.
Los 8 días de Oro de El Corte Inglés, han pasado a 15.
Esos son dos de los ejemplos que me recuerdan al Día del Orgullo Gay. Primero perdió el Gay y ahora sólo es Orgullo. Luego, pasó de un día a una semana. Y ésto es lo que me parece una gilipollez o una pasayada. O ambas. Hay para elegir una si se decide elegir.
Pero antes de que el mamarracho de turno se me eche encima, como soy como soy, explicaré la razón por la que digo lo que digo.
Ninguna mayoría se forma de una mayoría ya que es un conjunto de minorías. Para que todo el mundo lo entienda, diré que el equipo de fútbol que se dispone a jugar un partido es una mayoría formada por dos minorías: una formada por los que saltan al campo y otra, el banquillo. Cada una de ellas, por si sola es una mayoría formada por minorías y así hasta que se llega al conjunto formado por un sólo elemento, que tenía un nombre que ahora no recuerdo. Ya sé que queda el conjunto vacío pero no cuenta para las mayorías. Bien, todos los integrantes del equipo tienen los mismos derechos que son estar en el campo y ver el partido. La minoría de los jugadores tienen el mismo derecho a jugar .... Más o menos se entiende. Pues bien, el colectivo LGTBI es una mayoría formada por las minorías L, G, T, B e I. Sé lo que es cada minoría menos la I. Y también habrá intersecciones. Tampoco se qué pintan los B. Pero bueno, ellos se organizan. ¿Porqué lo veo una gilipollez? Las minorías luchan por formar parte de una mayoría para tener los mismos derechos. Pero, una vez que lo consiguen, lo que no entiendo es porqué se reivindican como minoría. Si alguien les pregunta, dirán que es para reivindicar sus derechos. Y, a éso, yo preguntaría por los derechos que reivindican. Porque no lo se. Otro ejemplo. A menos que vaya por la calle con una camiseta y una bufanda del Atleti y cantando el himno, nadie que se cruce conmigo y no me conozca, sabrá de qué equipo soy. ¿Acaso una persona LGTB no puede hacerlo? En ninguna de las entrevistas de trabajo me han preguntado por mi orientación sexual. ¿El que se pudiera preguntar podría influir para conseguir un trabajo? ¿Qué derechos tengo yo que no tienen ellos? Veo a un tío amanerado, de aspecto muy cuidado y voz fina y pienso que es gay. ¿Eso es malo? Veo a una chica con aspecto de chico, tanto en aspecto físico o forma de actuar y pienso que parece un tío. ¿Eso es malo? Pues quien piense que sí, que melosplique. La única forma que se sepa que una persona es gay o lesbiana es que vaya de la mano, abrazada o esté besando a su pareja y que ésta sea del mismo sexo. ¿Y un bisexual? ¿Qué problemas tiene? Antes de que saliera la noticia, alguien se cruzaba con Fernando Tejero ¿y sabía que era gay? ¿Ha tenido menos papeles por ello? ¿Acaso alguien se imaginaba que Elena Anaya era lesbiana? ¿Ha dejado de trabajar? Tenían problemas para algo tan normal como era casarse hasta que se autorizó. Tan normal es que hasta la primera pareja gay que se casó se divorciaron. Hasta Gallardón casó un alto cargo del PP (creo que era Maroto) con su novio. Creo que lo único que no pueden hacer es adoptar. Y no sé porqué. ¿Acaso van a ser peores padres o madres por ser pareja homosexual? Para mí son personas. Y como tales tienen sus derechos y sus deberes. Ni más ni menos que yo. ¿Qué son perseguidos en algunos países que presumen de avanzados? Será porque su cultura es de una manera diferente a la nuestra. ¿Se puede cambiar eso? Puede. Pero de la misma manera que otros colectivos son perseguidos, de la forma que sea, en otras partes y de eso no se habla. ¿Qué hay gente a la que no le gusta que los homosexuales actúen como cualquier pareja? Cierto. ¿Y? Si unos son libres para una cosa, los otros también. Siempre con respeto. Contaba Moncho Borrajo que un día iba por Chueca detrás de una pareja gay. No recuerdo a qué zona llegaron pero se soltaron de la mano. Él les llamó la atención para decirles que uno no es gay sólo en una zona de la capital sino por todas. Si el colectivo LGTB tiene que reivindicar que lo son, ¿porque no hay un día en que nos reivindiquemos los heterosexuales? O los que llevamos gafas. O los que tienen un incide de masa corporal alto ..... Una mayoría está formada con minorías. Y si se pide igualdad, cada minoría debería tener un día para reivindicarse. Todo lo que quiera vender fuera de eso es una mariconada.

21 junio 2017

Carta abierta a Amancio Ortega

Estimado Sr. Ortega.
No dudo que usted sabrá que, por alguna razón, la gente es envidiosa. Poco o mucho. Pero lo es. A veces es sana. A veces, no. Pero lo es. Se tiene envidia de quien tiene un móvil o un televisor como para no tenerlo de alguien con el éxito en la vida que ha tenido la suerte de tener usted. No quito que se lo haya currado. Supongo que igual que Pepe Barroso empezó vendiendo camisetas, usted empezaría desde abajo. A menos que fuera de familia acomodada y el negocio lo heredara. Sé que todo ésto podría saberlo navegando por Google pero prefiero suponer. Es más divertido. De usted sólo se habla cuando se habla de hombres ricos. Y ahí es donde viene la envidia. En mi caso, por ejemplo, envidio tener una parte de su dinero. Claro que como no lo tengo, me quedo con éso. De tenerlo, igual quisiera tener más. Aunque eso también lo quiere mucha gente. Pero se puede tener todo es dinero por lo legal o no. O por lo vago. Luego, la gente puede tener envidia por su dinero. No se cree que todo sea legal, que si las fábricas del sudeste asiático son casi cárceles y su trabajadores, esclavos. Yo no puedo decir ni que si ni que no porque no lo se. Esa gente tampoco pero como lo dice alguien  de confianza y/o usted no le gusta, pues lo toma como verdad absoluta.
Pero esta carta no es para hablar de su dinero. Bueno, si. Es para eso. En parte. Por que, realmente es acerca de lo que hace con él. De como lo gasta. ¿Y para eso escribirle una carta?, pensará más de uno. Cierto. La pregunta tiene respuesta fácil. Como le da la gana como todo el mundo. Pero a diferencia de mucha gente (o de alguna, nada más), usted usa su dinero para ayudar a la gente. Esa es la razón de la carta. Dona, porque así lo quiere, dinero para Sanidad. Pero no para que ellos se lo gasten en lo que quieran, no. Es para comprar aparatos para atender a gente que tiene cáncer. Y, como siempre pasa en este país, ha habido gente que ha puesto el grito en el cielo. Los de la envidia insana que, parece, está en contra del Gobierno. Eso según he leído. Habría que ver si esa donación se hubiera realizado hace seis años se hubieran puesto como se han puesto. Es más, me gustaría que algunas de esas personas que han puesto el grito en el cielo tuvieran algún familiar o conocido con cáncer y tuvieran que tratarlo con una de las máquinas que va a comprar. Pero tampoco tengo dudas de que gente de esa acudirá a la sanidad​ privada. Olé ahí. Pero como dije antes, usted tiene dinero y hace con él lo que quiere. Que podría dejarlo en un banco o invertir en valores seguros si es que los hay. O hacerlos en empresas radicadas en paraísos fiscales. Pero no. Ha decidido hacer algo por gente que padece una de las enfermedades más terribles que hay. Y por eso le aplaudo. A aparte de mí, mucha más gente.
Pero sólo le quiero pedir una cosa. Sé que esa solidaridad, que me suena mejor que generosidad, no la va a dejar. Pero acuérdese de los investigadores. Ellos tienen, parece, buena fama pero, a falta de dinero, usan las becas que les ofrecen fuera para hacer lo que les gusta intentado encontrar cura para enfermedades varias como para esa para la que usted ha donado dinero para comprar máquinas.
La gente debería acordarse de eso y no de la posición que ocupa en la lista Forbes. Parte de mi familia ha muerto de cáncer. No se si alguna de esas máquinas les hubieran salvado de haber vivido en esta época. En aquellas, cáncer era muerte. Sobre todo porque sólo se podía diagnosticar cuando no quedaba esperanza.
Le aplaudo. Le aplaudo y le animo. Usted puede. Y no solo puede sino quiere.
Un saludo.

15 junio 2017

Difamación publicitaria. Publicidad difamatoria.

Todo el mundo sabe que estamos en la época de la publicidad. Se publicita para vender. Da igual lo que se venda, cómo se venda, dónde se venda y por qué se vende. La cosa es vender. Es el consumismo dirá alguien. El capitalismo, dirán otros. Vender no es intercambiar algo por dinero o convencer a alguien para que gaste dinero en algo que, igual no necesita. El comercio ha existido siempre. El trueque es comercio, me diga la gente lo que me diga. Al menos esa es mi idea. Pero eso es otro tema. La publicidad, desde que se empezó a usar, sirve para hablar de las excelencias de algo o alguien. Por algo las campañas electorales las llevan publicistas. Eso sí, no siempre son cosas buenas sino, a veces, son las cosas que no tiene el producto rival. Porque no se engañe nadie. La publicidad busca que algo de un fabricante destaque frente a otros algos de otros fabricantes.
En esta época, que he llamado en más de una ocasión de los titulares, la gente se cree lo que lee en su periódico u oye en su emisora de radio, cadena de televisión o en los labios de su amigo o en su bar. En ningún momento se para a pensar si eso es cierto o no. Lo cree o no. Y así lo expresa cuando lo cuenta, con tanta certeza como si hubiera estado allí cuando pasó algo o alguien dijo algo.
Publicidad. Se puede hacer bueno algo malo. Se puede hacer malo algo bueno. Pero también se puede ensalzar algo bueno o hundir algo malo. Como por ejemplo, comprarse unos zapatos castellanos en Xti. En cuatro meses me he comprado los mismos pares que en los tres últimos años y ambos pares se han roto (el último aún está en ello) por el mismo lado. ¿Mala suerte o mala fabricación? Esta cultura del titular, esa forma de hacer creer lo que no es y que la gente difunda tu mensaje es un nuevo significado del "cría cuervos y échate a dormir". Alguien hace tu trabajo. Para que la gente lo entienda es como "Sálvame". Todo el mundo habla de cosas de gente, preguntas que donde lo ha oído y te responde que lo han dicho en Sálvame. Publicidad.
Pero todo ésto viene por algo que oí en el metro el otro día. Dos mujeres hablaban sobre algo relacionado con el gobierno franquista. No se qué era ni, como en estos casos, si lo supiera, sabría si era verdad o no. Pero el tema iba en torno a lo que una llamaba difamaciones acerca del tema. Tampoco sé si era algo que había leído, oído o escuchado o eran ideas propias. Pero en un país "opresor" como éste, cada uno puede expresar sus ideas y los demás, opinarlas y comentar sobre ellas (si, ya se que está puesto al revés). Sea verdad, sea mentira. Se difama para publicitar. Se publicita la difamación. Se ensalza para publicitar. Se publicita la ensalzación. Todo según convenga. De esa manera vive gente. De esa manera se quiere que vivamos.
Realmente, pensándolo seriamente, no debería hablar de ello. Es darles publicidad.

06 junio 2017

Cambio climático. Clima cambiante.

En los últimos días se ha convertido en noticia la salida de EEUU del tratado de París sobre el cambio climático. Desde hace bastantes años todos los países buscan encontrar un acuerdo que contente a todos y que impida que se siga contaminando el aire que respiramos. Pero todo el mundo también sabe que ese acuerdo puede ir bien para algunas cosas pero muy mal para otras. A ese tipo de equilibrio se intenta llegar. Pero es muy difícil. Ahora mismo casi imposible. Y lo será mientras la gente se dé cuenta que para que todos ganen, todos tienen que perder. Y deben sentarse sabiendo eso. A veces da grima ver las imágenes de Pekín, Shanghái u otras ciudades de China, donde parece que hay niebla (que no lo es) y la gente va por la calle con mascarillas. Pero, ¿qué es el cambio climático? Nunca nadie ha caído en explicarlo. Si, ya. Es el daño que hacen los gases de efecto invernadero aunque ya no se oye hablar de ello. Como lo del agujero en la capa de ozono. Da la impresión que alguien ha cosido ese agujero o el ozono ya no es tan importante como lo era antes. De vez en cuando sale alguna imagen de un trozo de hielo inmenso está a punto de desprenderse de alguno de los dos casquetes. O que en el Polo Norte el hielo no llega a donde podía llegar hace 100 años. Todo eso era culpa de ese agujero que hacía que la temperatura del mundo subiera de forma lenta pero continua.
El tipo de gases que contamina nuestro aire empezaron a verterse en el momento en que el hombre se dio cuenta de que había mejores formas de convertir materia prima en productos. Mejor forma que quería decir más rápido con lo que había disponibilidad para que la gente lo comprara. Eso hacía que la gente que montaba las empresas ganara mucho dinero y pudiera montar más fábricas. El desarrollo industrial europeo, que luego se trasladó a EEUU, se basó, al menos así lo pienso yo, alrededor del carbón. El carbón sirve para generar energía a base de calentar motores. Todo se basaba en la combustión. Primero de la madera. Luego del carbón. Esta combustión producía CO2 pero en aquel tiempo no se pensaba que eso fuera perjudicial para alguien más que los que trabajaban, en régimen de semi esclavitud, y vivían cerca de las fábricas. Por supuesto, la energía fue evolucionando pero el carbón no desapareció. Cuantos y cuantos núcleos de población crecieron alrededor de minas de carbón. Lo mejor era no tener que desplazarse mucho para ir a trabajar.  Y, de repente, apareció el petróleo. Así que ya había dos agentes “combustionantes” o “combustionadores”. Y todo lo que combustiona produce humo y gases. Y esos humos y gases no son muy saludables. Pero lo importante era el desarrollo. Por suerte el desarrollo también se aplicó a la mejora de los combustibles que ha habido en cada época aunque sólo fuera para que fuera más barato extraerlo, manipularlo y usarlo que intentar que fuera algo más verde. O menos contaminante. ¿Qué es lo que contamina? Esta pregunta tiene trampa. Porque lo que uno quisiera saber de quien la recibe es saber todo lo que contamina. Eso sí, no estoy muy seguro de querer saber si lo que quiero saber es si esa contaminación es a la hora de conseguir las materias primas o los productos ya elaborados a través de esas materias primas. Querer saber lo que quiero saber. Porque a fin de cuentas todo es saber. Al menos por mi parte. Será por ser de ciencias y una persona a la que le hubiera gustado ser investigador. Entre otras muchas cosas. Ni policía ni bombero que era lo que quería ser casi todo adolescente de mi época adolescente. Supongo que sería porque el investigador, al menos así se veía en la tele, solía estar solo en su laboratorio. ¿Qué contamina?¿Porqué contamina?¿Cómo se combate dicha contaminación?¿En qué afecta esa contaminación? Estoy seguro que todas esas preguntas tienen respuestas. Todas. Y más que pueden surgir. Porque cada respuesta genera una nueva pregunta que uno espera que sea contestada. Es un camino que no tiene retorno a menos que una de las respuestas lleva a la primera pregunta. Pero eso es otro tema. Es muy posible que alguna de esas respuestas que uno espera recibir al realizar preguntas puede que estén guardadas en un cajón. Como mucho se saca alguna, no completa, para decir alguna cosa. Estoy tan seguro como que después del lunes viene el martes. También estoy seguro que hay gente que ha pagado mucho dinero para que quien descubrió las respuestas, no las hiciera públicas. Y eso, como siempre, se logra con dinero. Hay una tercera cosa de la que también estoy seguro. Y es que hay mucha gente que está haciendo negocio con todo esto. Y no sólo los que compraron, compran y comprarán las respuestas, no. También los que están en contra de esa gente. Y es que no descarto que, en realidad, no estén en contra sino que buscan que se les vea enfrentados porque consiguen que sus negocios avancen. Así de cruel. ¿Qué contamina?¿El humo de las fábricas? Bien. ¿Qué produce ese humo? Seguro que hay combustible que puede hacer el mismo trabajo pero vertiendo menos toxinas al cielo. ¿Algo más? Sí, claro. Muchas más cosas. Pero parece que la gente que está haciendo campaña por la erradicación de los gases invernadero (ya lo he oído en este artículo más que en el último año) lo enfoca hacia cosas concretas. Pero seguro que hay más cosas concretas que callan. Pero son esas cosas que uno presiente. ¿Porqué hay gente que trabaja de una manera y otros de otra cuando se supone que van al mismo sitio? Diferentes tipo de ver la vida. Una vida que se basa en vivir. En cómo queremos vivir. En cómo podemos vivir. En cómo nos dejan vivir. No sólo contaminan las estufas y calderas de carbón, cada vez menos porque una de las cosas en la que parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo es en minimizar en lo posible el uso del carbón.
¿Y contaminan los motores diesel?. Si, lo hace. Y, de hecho, no hay más que ver los escándalos de diversas marcas constructoras de vehículos con el tema de las emisiones de esos motores. Eso sí, hay muchas más cosas que lo hacen. ¿Porqué no se habla de ello? Pues mi opinión es muy sencilla. Porque lo que importa es hacer negocio. Tanto desde un lado como desde el otro. Lados que, como dije antes, es muy posible que estén en el mismo. Incluso seguro que hay gente que hace donaciones a empresas o instituciones que estudian cómo encontrar combustibles más ecológicos mientras pueden estar formando parte de otras empresas o instituciones que pueden hacer lo contrario. El mundo está así de loco. Pero lo es porque hemos dejado que sea. Mientras no me molesten, que la gente haga lo que quiera. Eso sí, como me toquen …… Y así ha funcionado, funciona y funcionará todo. Es ley de vida. En ese se basa la vida. En cómo queremos la vida. En cómo podemos tener la vida. En cómo nos dejan tener la vida. Así que, ¿qué es el cambio climático?

02 junio 2017

Más limpio, menos sucio.

Como se puede suponer, y si no lo digo yo, el título del artículo sale del dicho "No es más limpio quien más limpia sino quien menos ensucia". Hay gente que piensa que es lo mismo. Ambas combinaciones son fruto de comparar algo.
Pero aunque la gente piense que es lo mismo, realmente no lo es porque la limpieza viene después de la suciedad (no tiene sentido limpiar si no ha nada sucio) y la suciedad, después de la limpieza aunque aquí si se puede ensuciar más. Eso sí, ambas cosas las debe hacer alguien. Hay otra diferencia que, para mí, es ls más importante. El limpiar es, básicamente, una obligación aunque haya gente que no le importe vivir sin limpiar como los que padecen síndrome de Diógenes, mientras que el ensuciar es más un acto de civismo. Sobre todo en lugares públicos. ¿Y porqué? Porque no cuesta mucho tirar la cajetilla vacía de tabaco a una papelera al igual que la publicidad que dejan en el parabrisas del coche. Es posible que tenga la suerte de que pongan una papelera al lado de mi coche. Lo de las colillas, pase. Pero las cagadas de los perros, no. Cada vez que veo una me acuerdo del episodio de El tío la Vara dónde "enseñaba" al dueño de un perro a recoger los excrementos del animal. Eso es civismo. El pudiendo ensuciar, no hacerlo. Porque imagina que vas andando por la calle y pisas una caca de perro o te resbalas con un papel. Que seguramente no pase. Pero, ¿y si sí? Porque eso es lo que a uno le hace pensar en la falta de civismo. El y si sí. De todas maneras, por muy cívicos que fuéramos, siempre hay algo que termina en el suelo. Y ahí entran en juego los que limpian las calles. Esa gente que, quitando los porteros o los dueños de comercios que dan a la calle, son empleados públicos, ya sea directa o indirectamente. Eso quiere decir que cobran, directa o se indirectamente, de nuestros impuestos. A uno le pagan por hacer su trabajo. Sino, se le despide. En Madrid estamos esperando que el Ayuntamiento empiece ese período de seis meses en el que dijo que iba a acabar con la suciedad en la capital. Claro que, como se supone que, al ser de izquierda, debe ocuparse de los derechos sociales (más de unos que de otros, por supuesto) y eso puede haberlos hecho pensar que si se acaba la suciedad, habrá que despedir a gente que se quedaría sin trabajo. Cómo ahora pero sin contrato ya que siguen cobrando del estado. Pero ellos no tienen la culpa de ésto. Los mandatarios municipales, no es que no quieran rescindir contratos por la razón que sea, no. Es que si sigue el tema como está podrán seguir echando la culpa al gobierno anterior. Que no digo yo que no la tenga, no. Claro que, tengo contactos feisbuqueros que piensan que sólo hay dos posturas: la suya y la equivocada, radical y extremista. Por eso soy mala persona (dicho finamente) por recordar cierta promesa electoral que hizo cierta mujer a la que metieron en un marrón que resultó más grande de lo que pensaban sus jefes.
Pero bueno, a la que voy. Madrid está sucia. ¿Quién la va a desensuciar? El desensuciador que la desensucie, buen desensuciador será. Pero como todo, el desensuciador será elegido a dedo para ocupar un sillón en un despacho y estar todo el día jugando y revisando que sus barrios si estén limpios.
Y tras ésto, paso el plumero por mis neuronas aunque poco ya que no las ensucio por lo que están limpios. Y luego lo guardo. Otros lo dejan a la vista. O se le queda. A ver si van a pensar que tengo la mente sucia.

25 mayo 2017

Eurovisión.

¿La gente sabe lo que es la UER? Es la Unión Europea de Radiotelevisión. Al menos a mí me cuadran las siglas y el cometido. Se supone que es el organismo que agrupa a las televisiones de los países europeos. Creo que sólo a las públicas. Lo que no sé es cuándo se creó, los países que lo hicieron y si España estuvo en ello o se incorporó más tarde. A mediados del siglo pasado estaban de moda los festivales musicales. Eran acontecimientos internacionales ya que era una forma de ver a la gente a la que se oía por la radio ya que no todo el mundo tenía televisión. Seguidamente habría más pero a mí sólo me vienen San Remo y Benidorm. También por esa época se creó lo que, en un principio, se llamó Festival de la Canción de Eurovisión (o algo así) donde cada país miembro llevaba un cantante y competían. Dado que aún quedaban como diez años para que naciera, no se que formato tenía pero no creo que dirifiriera mucho de lo que se veía en las últimas dos décadas del siglo anterior. Es decir, cantan, se vota y alguien gana. Lo más normal. Aparte, dada la enjundia del evento, los países llevaban intérpretes de cierto renombre internacional. Los festivales debían tener cierto caché. Y según iban incorporándose televisiones al organismo, el número de concursantes iba subiendo. Así hasta que llegó la fragmentación del bloque del Este (no sé si estaban antes de eso), las guerras en los Balcanes y algún desmembramiento menos violento. Pero poco a poco, el festival fue perdiendo esencia. Antes iba/n el/los intérprete/s junto con un director de orquesta que, como su nombre indica, dirigía la orquesta que amenizaba los descansos, tocaba el himno europeo y acompañaba a quien cantara en ese momento. La gente que participaba, salvo excepciones, no era conocida más allá de su país o, como mucho, de los de su entorno. Y tampoco pasaba mucho más en cuanto a reconocimiento al ganador salvo iniciar la gala del año anterior. Pero, como marcan los cánones actuales de la televisión, todo es (o debe ser) espectáculo. Al menos en España. Primero llegó OT donde la primera edición fue (a mi juicio porque fue la que más vi) la más legal. El ganador al concurso. Luego vino el concurso del concurso. Tras migrar el programa de cadena, vinieron los métodos para elegir quien iría en nombre de España. Que se eligiera a Chiquilicuatre, .... De todas maneras, desde hace un tiempo no hacemos otra cosa que el ridículo. No se en qué se basa la gente para apoyar tal o cual canción. Fulano es guapo. Mengana es de mi pueblo. Los Zutano han hecho el vídeo en la playa donde veraneo o en los alrededores del campo de mi equipo. ¿Eso vale para elegir una copla? Lordi ganó por la estética. ¿Alguien se cree que si no hubieran sido siendo una mezcla entre KISS y Freddy Kruger ganarían a pesar de ser una buena canción? Antes se hablaba de coplas de corte festivalero. Eso que antes se llamaba canción ligera, algo que de pequeño me hacía pensar en que debería haber una canción pesada aunque de mayor lo descubrí. ¿No es pesada la canción del verano? Pero ahora no sé lo que se quiere llevar. Toda la gente canta en inglés y llevamos a alguien que canta en inglés. Se busca bien rollo y llevamos a alguien que lo irradia. Creo que nuestro mejor resultado desde que empezó OT fue el de Rosa. Vamos con un año de retraso. Hacemos coplas del estilo de la que gana el año anterior. Y así nos va. Menos mal que al año siguiente de que ganara la austríaca no mandamos a Bibí Andersen, Pedro Almodóvar o las Nancys Rubias. Pero me hace gracia esa gente que se sabe mejor dónde se celebró y quién ganó el concurso y lo que cantó pero igual no sabe rellenar un mapa físico de España.
Pero Eurovisión se ha convertido en un negocio. No al nivel de Mundiales, campeonatos continentales u Olimpiadas, que se celebran en países donde hay que construir mucho. Casi tanto como pagar. Pero por ahí va. Así las televisiones, al menos la española, se puede tirar un mes o más hablando del tema, buscando candidatos, etc., etc., etc. Pero para algo valdrá aunque sólo sea para contar anécdotas. Y hablando de anécdotas, ¿alguien sabe, en la época clásica, cuantos países contaba con expertos musicales en los jurados? Todos salvo España. ¿Más cosas? Como me cuenta mi hermana que hace un par de años sólo decían quién recibía los 8, 10 y 12 puntos mientras que este año se quedaban con la docena. O que participe Australia y quede mejor que España.
A ver que preparan para el año que viene.

23 mayo 2017

Chantaje "democrático". "Democracia" chantajista.

Chantaje debe ser, en teoría, una palabra contraria a democracia. Al menos su sentido. Al menos así pienso. Al menos. Porque una mayoría no chantajea. Y cuando hablo de mayoría me refiero a más de la mitad. Por eso digo que no chantajea. Hace. Chantajear lo hace una minoría, pequeña o grande, cuando no hay mayoría. Este artículo va a hablar de diálogo. Diálogo y democracia. Cuando hablo de ella siempre me refiero (creo) al significado de la palabra. Poder del pueblo. O sea, el pueblo decide. Unas veces por si mismos, otras veces eligiendo a los que deciden por ellos. Unas veces aciertan pero otras se equivocan. Sean ellos o los que eligen.
Por supuesto, todo este rollo (habitual, todo sea dicho) viene a raíz del ridículo del presidente de la Generalitat catalana. Ridículo suyo y de los palmeros que estuvieron con él. El término "palmero", aunque llevo tiempo oyéndolo con el sentido que yo le doy, me ha gustado y lo empleo con frecuencia. No se si es cierto, pero no me extrañaría, que el acto que realizó en un local municipal madrileño se realizó allí porque ningún hotel permitió que tuviera lugar en sus salones. Y ahí aparecía Koletas que ordenó a su títere, esa señora que hace las veces de alcaldesa de algunos madrileños, que saliera diciendo que Madrid es una ciudad abierta, cierto, y que no tendría ningún problema en que este señor, que debería hablar seriamente con su peluquero, viniera a contar su delirio. En alguna ocasión escribió que mucha gente de la antigua CDC no quiere otra cosa que estar en el poder. Y, dado que pierde apoyos, pues lo mejor es juntarse con los que se los quita. Éstos llevan pidiendo independencia desde que el mundo es mundo así que, a pedirla también. Mi opinión, acertada o equivocada, es que Más, Puigdemont y más gente, están deseando que alguna ley les impida, de forma definitiva, realizar el famoso referéndum. Por la sencilla razón de que así quedan bien y el Estado, mal.
En otro artículo, en el que hablé del diálogo hice referencia al típico dicho que dice que dos no discuten si uno no quiere. Pero hay una variante que puede ser que los dos quieren discutir pero de temas diferentes o en salas diferentes. Algo así pasa entre los gobiernos español y catalán. Me siento partiendo de la base de que ésto va por delante antes de sentarme. Eso ya lo comenté en mi otro artículo. Los otros dicen que se sientan diciendo que se levantarán, tras terminar, con la resolución de que ese ésto no pasará. Eso es chantaje por ambas partes, dirá alguno. Pues, a diferencia de lo habitual, doy la razón a Soso (Rajoy) cuando habla de chantaje catalán. O sea, esa minoría como de la que hablaba al principio. Que malo es el Gobierno que no me deja hablar de mi referéndum en el Senado. Para quien no lo sepa, el PP tiene casi dos tercios del aforo. Vaya al Congreso donde realmente se legisla el país. No, ahí no voy. Si no se aprueba que haga el referéndum, declaro la independencia y me separaré de España pero seguiré en la UE. ¿Cómo va a seguir si no les han recibido ni los ujieres de las instituciones y personalidades que querían visitar. Me recordaba a ese chiste que contaba el telediario de Corea del Norte que su presidente había salido por la mañana a visitar países amigos. Volvía a casa al mediodía. El pueblo quiere hablar. El pueblo quiere independencia. Pero con poco interés dicen eso de que el pueblo quiere decidir porque saben que no ganarán como pasó el famoso 9-N. Porque, si lo hacen, ¿cómo tomarán el resultado? Porque no es lo mismo que en elecciones generales, autonómicas o municipales. Aquí sería una pregunta que es la que quieren preguntar, ironía, al gobierno. Quiero que me digas que pregunta poner en un referéndum ilegal que he amenazado hacer sí o sí. Porque ellos van con esas y con que van a ganarlo. ¿Cómo?¿Cuándo?¿Dónde? Claro que no. Andevaparar. ¿Pero y si sí?
Seguiremos informando. Lo de reírme no lo pondré aquí.

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