31 enero 2017

Lo cualo. Dedicado al covadonguero o covadonguista Jesús Salvador.

Muchas de las palabras que usamos, salvo las que vienen de anglicismos o germanismos por poner dos ejemplos, vienen de términos denominados clásicos. Salvo el euskera, todas las lenguas oficiales españolas son versiones, más o menos evolucionadas (les guste a la gente o no), del latín pero también hay palabras del griego clásico. Al igual que pasa en el propio griego, pero también en inglés, aleman o euskera, hay muchas palabras compuestas. Es decir, palabras formadas por otras dos. Así, todas las palabras terminadas en -cracia, significan poder de. También hay palabras a las que, si se les une el sufijo o el prefijo (también palabras compuestas) apropiado, pueden significar tamaño o falta. Y sobre ésto va ésto. Todo este rollo va dedicado a eso. Cuando la a con la que empieza una palabra es un prefijo, el término al que complementa pierde es sentido de tenencia o posesión. Con la a salvo que el fijo empiece por vocal que, entonces, el prefijo es an. La historia, y ya nos metemos en faena, es, o son, las palabras con prefijo cuyo uso puede suponer una especie de insulto o menosprecio. Analfabeto. Es decir, sin alfabeto. Históricamente, lo primero que aprenden los niños en el colegio es el alfabeto. Así que sin alfabeto va en el sentido de sin escuela. Y así, sin escuela va en el sentido de sin formación. Y así, sin formación va en el sentido de sin cultura. Analfabeto = sin cultura. Sin cultura = inculto. Pero, a pesar de significar lo mismo, no se usa igual (o por lo menos en el mismo sentido) analfabetismo que incultura. Inculto e incultura que también son dos palabras compuestas, aunque el el diferente prefijo se debe a que a- (y an-) se usa en palabras de origen griego mientras que i- (e in-), es en latinas. Así lo digo o, así cree mi cabeza que es. Pero a lo que vamos. En la antigüedad, el término analfabeto (que a veces se sustituía por la reseña a no saber leer ni escribir) marcaba el estatus del niño. Al alcance de la enseñanza sólo estaban los nobles y lo que ahora llamamos clase media. Con la diferencia que los primeros recibían clases particulares mientras que los segundos lo hacían en los primeros colegios que, logicamente, no se llamarían así. Habría que preguntarle a Jordi Hurtado. El resto de los niños, que vivían en los barrios de las afueras de las ciudades o en los pueblos, se dedicaban a trabajar. Había que sacar la familia adelante. Pero, como sabe todo el mundo, poco a poco, la educación se convirtió en un derecho internacional. Derecho de esos de los que deciden unos por otros porque éstos no saben. Una "carlostercerada" (bonito palabro). Lo malo de todo es que no en todos los sitios se aprende igual. O se enseña igual. En mis tiempos se decía que se aprendía en el colegio y se enseñaba en casa porque, aunque el ramo de los maestros era la enseñanaza, uno aprendía lenguaje, ciencias y matemáticas pero aprendía lo que se llamaba urbanidad. O sea, comportamiento. Aunque también decían que en el colegio te enseñaban a aprender.

La historia de todo este rollo y su relación con la imagen es sencilla. Al menos para mí que soy el que escribo. Hay que saber aprender según lo que puse antes. A la gente le debe gustar aprender. También se dice que el saber (o sea, lo que se aprende) no ocupa lugar, a lo que yo añado "salvo en el salón de casa" por que es donde terminan todas las enciclopedias. Pero lo que se aprende, a veces no es lo correcto. O, está equivocado. Entonces, hay que desaprender, que no es otra cosa que aprender a cambiar lo aprendido. Y, lógicamente, luego hay que reaprender, otra palabra compuesta en la que el prefijo re- significa "volver a hacer algo". Por lo tanto, reaprender es aprender de nuevo. Para que todo el mundo lo entienda. Uno instala un programa en el ordenador (aprender), le da un fallo en una acción porque hay una función no instalada y que no se puede activar sin más. Eso implica la desinstalación (desaprender) para reinstalarlo con la función activada (reaprender). En cosas como éstas siempre me acuerdo de una canción de La Bola de Cristal, que interpretaba Kiko Veneno, cuyo estribillo era "Hay que desenseñar para desaprender como se deshacen las cosas". No hay que enseñar para no aprender como deshacer las cosas. Hay que tener la mente abierta. No hay que cerrarse a aprender. Quien no quiere aprender puede que sea que crea que ya sabe todo. Pobre. Es el más analfabeto. El más inculto. Aunque tenga la pared llena de diplomas.


23 enero 2017

Incultura popular, pópulo inculto.

Quien haya leído las entradas que publico, sabrá que soy muy dado a ños titulos en los que hago juegos palabras que pueden ser sustantivos o adjetivos en función de cómo y dónde se escriba. Aquí quería hacer lo mismo pero me ha costado conseguirlo. Se que habrá gente a quien pópulo no le suene pero lo busqué y respondía a lo que quería.
Y, como otras muchas veces, el lector se preguntará a qué viene todo ésto.
Muy sencillo. A pesar de que todo el mundo ha pasado por el colegio recibiendo cultura general, hay veces que parece que la han perdido. Pero lo malo no es que se hable o escriba demostrando esa pérdida, no. Lo malo es quien oye y asiente y aprueba lo dicho u oído sin pensar dando por hecho que esa persona sabe de lo que habla o escribe. Hemos llegado a una época en la que vamos a lo cómodo. ¿Para qué voy a molestarme en comprobar si lo que dice o escribe Fulanito es cierto? Ya se habrá ocupado él. Pero no. Él no se ocupó. ¿Para qué voy a comprobar si ésto es así si habrá gente que ni se molestará en hacerlo? Así nos va. Me llegó el otro día, no se si por Facebook o por whatsapp, algo que no se si es cierto pero era que en Sálvame había salido el nombre de Picasso y que, supuestamente, dos de sus colaboradores habían dicho que no se hablara de fútbol que ell@s no entendían. Los seguidores, que son legión incluidos los que confiesan ver los documentales de La2, que supieran quien era el pintor, tampoco se lo tendrían en cuenta. Todo ésto si es cierto, vuelvo a repetir. Pero lo que si que vi y me pareció una patada a los libros de historia fue algo que compartió un contacto mío, de izquierdas, dónde salían dos fotos, una en blanco y negro y otra en color, de gente buscando en la basura. En ambas ponía una cifra y un comentario. El comentario de la más antigua era "La España de Franco". El de la otra "La España de Rajoy". Cierto es que las penurias de la década de los 40, con un país destrozado por lo más impresentable que es una guerra civil y ciertamente inestable y carente de materias primas por la II Segunda Guerra Mundial, fueron grandes. También es cierto que desde que explotó la burbuja inmobiliaria (me sorprende que sólo se cargue contra los bancos y no contra los que la impulsaron), la situación económica de muchas familias ha empeorado hasta hacerla insostenible. Pero, ¿qué es lo que me llamó la atención e hizo que los ojos se me salieran de las órbitas (no mucho porque para eso estaban las gafas) y pusiera a algunas de mis neuronas a funcionar? Las fechas. En La España de Franco ponía 1936. Bien, cualquier persona sabe que, esa España no surgió hasta el 1 de abril de 1939. En La España de Rajoy, 2016. Cuando lo comenté, al menos un par de personas habían escrito antes pero claro, su signo político e ideológico sólo les hacía fijarse en la segunda. La patada a la historia de la primera pasó desapercibida totalmente. También comenté, y eso es algo que es cierto, la foto de 2016 podría valer para cualquier año de este siglo. Porque mirar en la basura, por desgracia, es algo que he visto desde siempre. Pero por ahí no van los tiros. Van por lo otro. 1936 fue el año en el que Franco dió el golpe de Estado contra el gobierno, más o menos legítimo, de España. Claro que fue él porque el general Sanjurjo, wue debería encabezar la revuelta, murió en un accidente de aviación. 1936 no era la España de Franco. 1936 fue año de guerra y muerte aunque también la hubo antes de 18 de julio. La España de Franco empezó el 1 de abril de 1939 y terminó el 20 de noviembre de 1975. Eso es historia. Mejor o peor contada. Diferente, seguramente, según la cuente. Pero les guste o no a muchos de los politiquillos de 3/4 que integran parlamentos o tertulian por ahí, es historia. Historia de España. Con mayúsculas. Y, más o menos entendible (yo no entiendo sus dos últimas etapas salvo el Gernika), Picasso es uno de los referentes de la pintura mundial del siglo pasado. No es Rossi (Giuseppe). No es Messi. Es cultura. Cultura popular que busca un pópulo culto, pero no en el sentido de saber mucho de todo, sino en el de poder rellenar un crucigrama sin mirar las soluciones. Si no sabemos historia de España, si no sabemos pintores españoles, si no sabemos geografía, mal vamos porque nuestros hijos tampoco lo sabrán. Y crearemos un país de incultos. Así nos irá. Y eso sólo lo podemos cambiar nosotros. La cultura no mata. La cultura salva. Mantengámosla.

18 enero 2017

Motor

Desde que tengo sentido del tiempo, siempre ha habido anuncios de coches. Pero según ha ido avanzando los años, el reclamo ha ido cambiando. Al principio, el reclamo era tener coche. Un símbolo de cierto nivel y que permitía dejar de depender de trenes y autobuses para viajar. Luego, en la época de la crisis del petróleo, el reclamo era el combustible. Elegir entre gasolina súper o normal ya que no todos los coches podían usar ambas. Los buenos coches usaban la súper y la normal era para los utilitarios. El precio también fue un reclamo. Bueno, más que el precio era la forma de pago. El combustible volvió a salir a la palestra con el tema del diesel. El coche bueno era el que tenía modelo gasolina y diesel. Además, el de gasolina podía llevar ambos tipos. Las características de motor y potencia fue uno más. La velocidad, los caballos, la cilindrada, por separado o todo junto. Aquí el modelo bueno era el que tenía varias configuraciones. El precio volvió a aparecer con la crisis de este siglo. Vehículos con importantes descuentos que hacían pensar lo que gastábamos antes y lo que podían ganar las marcas. Luego ayudó la llegada de los planes estatales para, en un principio, jubilar el coche viejo para renovar el parque automovilístico y, de paso, contaminar menos, dato que también se usó para convencer a la gente a comprar. Eso sin olvidar el consumo cuando se terminaba de la hablar de las ventajas de uno u otro tipo de combustible o, muchos años atrás, el número de puertas y de marchas. ¿Y cuál es el reclamo actual? La tecnología. Desde principio de siglo, los coches se han ido convirtiendo en ordenadores con ruedas. Cada vez todo tan electrónico que te puede dejar tirado un simple fusible. ¿Y el motor?¿Alguien recuerda haber visto el motor del coche de papá, en el que nos iremos a pasear, y la diferencia con el nuestro? En el de papá estaba todo a la vista. Se diferenciaba cada pieza de tal manera que, para cambiar algo o, simplemente, mirar el aceite, no había que desmontar medio motor o hacer contorsionismo. Ahora, por lo menos en el mío (camino de 14 años), sólo puedo comprobar el nivel del agua, tanto de la refrigeración como del limpiaparabrisas o saber dónde está la batería. Pero ahora, cámara de visión trasera, sistema de ayuda para frenar, navegador con GPS, Google, la versión Homr de Office 2013, 4 Gb de RAM, capacidad para conectar un USB porque ya no llevar aparato de música (otro reclamo que pasó de radio a botones, analógica, radiocassette, digital, radio CDs, solo o con cargador que era la ostia), teléfono integrado y sistema de aparcamiento. Entonces, con todo eso, yo me pregunto, si además están desarrollando coches que conducen solos, ¿para qué cojones me saqué el carné?¿Qué va a ser de las autoescuelas y de los examinadores de la DGT? Así no se crea empleo. Así no se conduce. Por la vuelta del R-6 o el 131.

17 enero 2017

Cosas(no cosos) de la vida.

Espero terminar esta entrada que he rehecho más de dos veces. Tiene un sentido y es la gilipollez de, a la hora de hablar de un colectivo, se diferencia a lo femenino y a lo masculino. ¿Porqué lo hacen? La gente se pregunta. Me pregunto. Igualdad, dicen. Pues nada más equivocado. Tanto que esta entrada la copiaré en el blog Diagnóstico Equivocado. Lo ideal o, por lo menos, lo que se pretende, es que nadie se sienta discriminado. Pero, ¿qué mejor manera de sentirse discriminado que siendo diferenciado? Pues cuando se dice tal y cual, los tales van por un lado y los cuales, por otro. ¿Eso les iguala? No. Luego está el tema de nombrar primero lo masculino que lo femenino. Y nadie protesta. Eso si, como alguien lo diga al revés, lo convertirán en una medida retrógrada que busca humillar a la mujer. No se si recordará alguien una historia protagonizada por un padre, su hijo y su burro. Iban los dos subidos al burro y, al pasar por un pueblo la gente les criticó por maltratar al burro. Por el siguiente pueblo les criticaron porque el niño iba andando. El padre trataba muy mal al niño. Pero en el tercer pueblo al revés ya que el padre era mayor y se cansaría más rápido que el niño, que era más joven (lógico) e iba subido en el burro. Estúpidos eran cuando por el cuarto pueblo pasaron ambos bajados del burro. En un principio la historia no tendría nada que ver pero viene a sacar la moraleja de que a todo el mundo le va a gustar lo que hagas. O sea, si usas masculino y femenino, mal. Si no, mal. Realmente, a mi me parece una estupidez supina. Porque no significa lo mismo una palabra terminada en a o en o. Por ejemplo, ejempla no existe. Sólo hay ejemplos. ¿Y para que usamos palabro? Para hacer referencia a una palabra rara o inventada. Por supuesto, los adjetivos dependen del género del sustantivo al que complementan. Y luego están los tiempos verbales. Aunque ahí no hay masculino o femenino. Si, hay el, ella, nosotros, nosotras, ... pero la forma es igual (formo no es sustantivo sino, precisamente, forma verbal igual que otra variedad de forma). ¿Y qué me dicen de lo neutro? Yo lo definiría como lo sin sexo. Sin género. Hace referencia a todo sin diferenciar a nadie. Y eso es lo que se hacía. Lo malo es que lo neutro tiraba a masculino. Lo malo para quienes han protestado. A los hombres era a quien se hablaba, digo yo. Pero eso no quita que haya palabras masculinas, palabras femeninas y palabras que puedan tener ambos géneros. Es la riqueza del castellano. Desconozco si ésto pasa en otros idiomas. Pero lo que si que se es qué, dar por culo (cula creo que no existe) solo por dar, me parece una pérdida (pérdido no existe) de tiempo (tiempa no existe). Señor@s y señorit@s, tengan una buena lectura (lecturo no existe tampoco).

13 enero 2017

Panfleto.

Panfleto se podría traducir como proclama escrita relativa a ensalzar algo. El castellano es un idioma tan rico que habrá más de una definición. La mía, más o menos, sería documento escrito de más de una cuartilla en el que se vanagloria a algo o a alguien mientras que, en algunos casos, se critica o se quita méritos a otra cosa u otra persona o grupo de ellas.
Quien me conozca sabe que el término "panfleto" sólo lo uso para referirme al periódico (que no diario como alguna gente lo llama) 20Minutos. Realmente esta entrada la empecé a escribir el año pasado pero, como en más de una ocasión me pasa, la dejo aparcada porque surge algo de actualidad o me viene una idea a la cabeza y no quiero que se me escapen los pensamientos que van con ella. Pero no siempre me referí a esta publicación de esa manera. Tengo la suerte de, salvo temporadas en paro, períodos en los que iba en coche a trabajar o turnos de tarde y/o vacaciones mías o de sus redactores, he cogido el periódico desde el primer día. Desde que era sólo Madrid y más. Creo que Arsenio Escolar aún no lo dirigía. Hasta que llegó el cambio de nombre para pasar a llamarse 20Minutos de Madrid y más. Era la época en la que los periódicos gratuitos se pusieron de moda. Metro, QUE y algún otro podrías llegar a recoger. Metro tuvo la desgracia de patrocinar al Madrid de baloncesto y desapareció. Aparte de querer contar muchas cosas en las ¿30? páginas que llevaba. Qué tenía un estilo más de andar por casa. Más imparcial políticamente. Y con espacio para pasatiempos y ocio. Igual por eso no cuajó y tras estar un tiempo sin que lo viera, volvió sólo los viernes. No se si sigue. Esa desaparición, y supongo que alguna cosa más, llevó a que la publicación a la que me refiero, a ir eliminando secciones (precisamente los pasatiempos que hacían pensar más que los de Qué) aunque sin variar el tamaño. Aunque poco a poco se redujo en un tercio. Pero, ¿por qué panfleto? Sencillo. De la misma manera que alguien puede considerar panfleto un folleto "informativo" de algún partido, sindicato u  organización, yo lo hago con éste. Pasó a ser la publicación que se dedicaba a criticar al PP ya sus políticas nacionales, autonómicas y municipales pero no hacerlo con los gobiernos del PSOE aunque, cuando tenía que hacer ésto último, tiraba de hemeroteca (cosa sólo usada para estos menesteres) para hacer un "y tú más" o "y tú lo mismo". Pero se veía en la encrucijada de poner a Madrid como lo mejor frente a Cataluña y Barcelona. Vanagloria o perjuicio según tocara. Pero procurando, eso sí, no alabar mucho las políticas hechas aquí. No había que romper la línea editorial. Una publicación escrita se basa en ello. Pero también en la veracidad. Yo puedo permitirme el lujo de hablar de cosas en función de lo que recuerdo y he visto. Y si es algo sobre lo que he oído o leído, aparte de decirlo, comento que no se si es verdad si no lo he podido comprobar. En muchas ocasiones, la gente que escribe ahí lo hace. Puede que sea por eso de lo que he escrito alguna vez. El lector piensa que el periodista dice la verdad y éste piensa que el lector se lo tragará. En ese sentido recuerdo a Manuel Saco, que escribía los martes y al que dediqué una serie de entradas. También se juega con el tópico como Eneko (gracias a Dios ya no pinta tanto). Pero la verdad es que llamar Leslie Nielsen a todo cómico americano de pelo blanco y cierta edad (era Steve Martin), da que pensar. Como saltarse esa etapa en la que Alaska estuvo navegando por su cuenta, haciendo La Bola de Cristal y colaborando con gente. Como Dinarama. Esas crónicas de partidos que parecen hechas por alguien que no lo ha visto o las entrevistas de un periodista, que debía ser de origen guineano, que no entendía como a alguien no le gustara el fútbol y, si le gustaba, que no fuera del Madrid. Pero aún así, cuando me lo dan, lo leo. Y tengo cosas por leer para escribir.
Es posible que ya haya hablado de todo ésto en alguna otra ocasión. No tengo costumbre de releer mis entradas. Y seguro que, habiéndome apuntado a los premios 20Blogs, habrá gente que no entienda esta entrada tan crítica. Pero uno es así.

11 enero 2017

Viendo pasar la vida.

Estimada señora Carmena.

No estoy seguro de si lo hice o no pero creo que no es la primera vez que la escribo. Así que, por si no lo fue, le comentaré que, dado que no la estimo, ese término es simple cortesía y educación hacia la persona receptora de la carta.
En la edición de El Mundo del sábado, publicó Jiménez Losantos una columna en la página 2, dedicada a su jefe, que empezaba que cuando uno pensaba que no podía hacer una idiotez (creo que usó ese término), va y se supera. Pues algo parecido pasa con usted. No se a cuanto terminaremos pagando el pan. Hay dos películas que me vienen a la mente, La caza del Octubre Rojo y Acción Jackson. En la primera, a Jack Ryan, tras la reunión con los altos mandos militares, quien preside la reunión le comenta que él es un político y que, mientras con una mano acaricia a los niños, con la otra les quita sus caramelos. En la segunda, el malo le dice al protagonista (el dia en el que los malos dejen de contar sus planes no sabremos como acabarán las películas) que él no busca el poder sino aupar al que lo tiene, el cual no pasa de ser un muñeco de paja. Ese papel es el suyo. Usted no manda ya que alguien la puso al frente de una lista. Y quien quita los caramelos a los niños es quien le puso aunque lo hace con las dos manos. Incluso a los de su propio partido. La han dado carta blanca, en cierto modo, para decir cosas. Como si estuviera en campaña. A veces me recuerda a Zapatero que aún no se cree que fue presidente del gobierno. A usted le pasa lo mismo. Es como un niño en una sala con folios y lápices, se pone a pintar y cuando termina, alguien llega, recoge los folios y, sin mirarlos, los tira. La importa un pimiento lo que haya dibujado y al niño solo le importa volver a pintar. Usted pinta, unos se ríen de sus dibujos (yo entre ellos sin estar empadronado pero viviendo aquí por temas de trabajo), otros la aplauden para que vea que les importa lo pintado y otros se llevan las manos a la cabeza al verlos. Cambiar el protecto Castellana Norte y Mahou-Calderón, supongo que para que algún amigo de algún concejal pille cacho y se ha lucido con lo de la limpieza. En seis meses lo iba a arreglar. Aunque nadie sabe cuando llegarán. Los estudiantes limpiarían los campus, iba a incorporar a 400 operarios (los trescientos y pico que estaban afectados por los ERE's), a negociar los contratos con las contratas ... Luego que si los madrileños son sucios pero igual no se ha dado cuenta que igual es una forma de protestar. Aunque los operarios sólo vacían los contenedores cuando hace 20 años recogían todo. Guarros, eso sí, son los que llevan al perro de paseo, sin correa, por detrás de ellos, sin ocuparse de si cagan o no. Y ahora salta con que la gente puede condonar sus multas por servicios a la comunidad (limpiar). O sea, empiezan a poner restricciones para multar y recaudar con el fin de ahorrar dinero en la recogida de basuras. Pues le diré una cosa. El 16 de diciembre, uno de los accesos a mi casa estaba cortado porque operarios del Ayuntamiento estaban cortando un árbol. Digo yo que alguna razón habría. Bien, hoy, 12 de enero, las ramas siguen en el mismo sitio que las dejaron. Como mucho se pudieron llevar los troncos más gordos porque los vecinos deberían portar un hacha o una motosierra para cortarlos y llevárselos a su casa. Eso es dejadez suya y debería comparecer para dar explicaciones. Alguna mente pensante de su gobierno decidió que no hacía falta que los servicios de limpieza se pasaran por los contenedores de recogida de cartón para recoger las cajas de los regalos de Reyes. Alguna mente pensante de su gobierno decidió montar el pollo del tráfico justamente cuando había mucha gente de vacaciones (coches y transporte escolar). Alguna mente pensante de su gobierno decidió que todo lo que debe tratar, lo hagan los ciudadanos. Así les puede echar la culpa si sale mal o ponerse medallas si sale bien. Alguna mente pensante se debe estar arrepintiendo de ponerla ahí.
Alguna mente.

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