30 junio 2017

Amor odioso. Odio amoroso. Dedicado a mi amiga Gema.

Amores reñidos son los más queridos. Quien bien te quiere de hará llorar ..... Hay muchos dichos y refranes en la cultura española que juntan y relacionan términos opuestos. En este caso, y gracias a la insistencia de Gema, una de mis compañera de clase y nuestra Quedated Organization Manager, hablaremos de amor y odio.
Todo el mundo sabe que no puede existir una cosa si no hay otra. Aquí tenemos que sin amor, no hay oido y no puedes odiar si no sabes lo que es amar. El yin y el yan. Realmente no se la veces que dije ésto ayer en la Covadongaquedada. Es lo que pasa cuando a uno se le ocurre una tontuna. Pero a lo que vamos. Uno no puede amar a todo ni odiar a todo. Lo malo de hablar de amor y odio puede sonar muy radical. Sobre todo, odio. Así que lo cambiaremos por gustar y no gustar. Pues eso, a nadie le puede gustar todo o no gustarle nada. Eso pasa por una razón muy sencilla. Se terminan cansado. Y a la gente no le gustan que haya cosas que le cansan. ¿Veis como no puede haber gente a la que le guste todo? Es más fácil ser negativo. Así, si lo que viene no gusta, no pasa nada pero es una alegría que llegue algo que guste. En cambio, si se espera que va a gustar todo lo que viene, es una gran decepción que no lo haga. Pero volviendo a usar los términos amor y odio, siempre que se utilizan suele ser para referirse a personas. Pero nunca dicho por uno mismo. Por ejemplo, yo puedo decir que no me gusta Carmena y eso hace que alguien diga que odio a Carmena. Es así de simple. Nada ama todo. A nadie le gusta todo. A nadie le gusta que a alguien le guste todo porque no sabe si lo que le gusta a el ..... bueno, que si pongo lo que iba a poner me lío y no me gusta liarme. U odio liarme. Además, dudo mucho que a la gente le guste que me lie porque odia que me lie. Hala, ya me lié hablando de odio y no gustar. Lo odio.

28 junio 2017

Comida habitual. Hábitos de comida.

En los últimos tiempos se ha puesto de moda el cuestionar el modo de vida que lleva la gente. Cómo viven, cómo visten, cómo trabajan .... y, por supuesto, cómo comen. Parece ser que nadie, salvo los cuestionadores, comen "decentemente" aunque habrá que ver que hacen en privado. No hay más que ver cómo criticaba Ramón Espinar a Coca-Cola pidiendo a la gente que no la consumiera y él la tomaba de dos en dos. Aunque eso es otra historia.
El tema de la comida, como en otros casos, es uno de esos de los que tengo pensado escribir algún artículo. Pero ayer, hubo dos hechos que me hicieron lanzarme. No sé si alguien ha visto la serie Las reglas del juego (Leverage como título original) donde un equipo formado por una ladrona, una estafadora, un hacker, un luchador y comandado por un antiguo investigador de seguros, se dedican a cambiar las reglas del juego haciendo el Robin Hood. Es una serie que me enganchó aunque no la vi entera, cosa que voy haciendo ahora. Bueno, al lío que me lío . El capítulo de ayer trataba sobre comida congelada envasada que estaba contaminada pero que el vicepresidente de la compañía no quería retirar porque era más costoso eso que pagar indemnizaciones a la gente afectada. La comida envasada es uno de los caballos de batalla de los cuestionadores. Toda ella es mala porque no cumple los requisitos mínimos. Puede que sí pero, ¿toda? Entre los muchos trabajos que he tenido, en dos de ellos tuve que ver con envasado de comida. El proceso era el mismo. Se ponía el producto en bandejas, se cubrían con plástico, se pesaban, se etiquetaban y se sacaban a los expositores. En un caso era carne y en otro, fruta. Todo tratado correctamente por la gente que lo distribuía. El otro caso fue ese típico aviso que ahora se manda por whatsapp alertando de algo. Este tipo de avisos son falsos en un 99% y el otro 1%, no es verdad. Lo envuelven en situaciones de lo más normal para que alerte más. Este caso era de una familia que había ido a pasar un día en el campo con la comida y latas que habían comprado pero por beber de ellas, dos personas enfermaron y murieron a los dos días. Eso hace que la gente recele de las latas porque lo que no suele hacer nadie es buscar la enfermedad o la bacteria que la causa. Bueno, nadie menos yo. Porque usan nombres tan raros que podrían ser falsos. Pero, en este caso, no. El resultado de la investigación es que existe la enfermedad pero que no causa muerte ninguna. Ni a personas ni a animales.
Todo este rollo viene a que hay gente que, como decía al principio, dice que comemos mal. Eso de las cinco comidas. Eso de las verduras. Eso de no azúcar. Eso de no tomar grasas. Hay gente que, como en el caso que contaba antes, se lo cree y lo sigue a pie juntillas sin saber si es bueno o malo que siga esas recomendaciones. Pero lo hace porque lo ha oído y claro, todo lo pintan muy mal. Hay gente que tiene falta de azúcar. Hay gente que no puede tomar verduras o, simplemente no le gustan. O las hortalizas. A mí no me gusta las berenjenas ni el calabacín. Y no me he muerto. No tomo repollo desde hace años. Tampoco tomo brócoli porque es como no tomar nada. Tomo café con leche y azúcar. Leche semidesnatada porque no se va a tener tres tipos de leche como pasa en las series de televisión. Ese café es lo que desayuno. No almuerzo ni meriendo. ¿Porqué son necesarias cinco comidas? Tomarse una bolsa de patatas fritas no hace daño. Otra cosa es comerse cuatro cada día. Como hamburguesas, pizzas o perritos calientes. El abuso es lo que es malo. Pero el abuso de todo. Hasta el abuso de recomendaciones. Así que, como no recomiendo que nadie me lea ni que coma o beba tal cosa, me despido para no abusar.

27 junio 2017

Desigualdad discriminatoria. Discriminación desigual.

Dos personas van a trabajar. Ambas visten igual. Camiseta de tirantes, pantalones cortos o piratas y sandalias. Una de ellas no tendrá problemas en entrar mientras que a la otra, o la mandarán a casa para cambiarse o la dirán que no vuelva a venir así.
Dos personas se pegan en la calle. Cuando llega la policía, según sea quien de las dos inició la pelea, una de ellas irá a la comisaría, y puede que pase la noche en el calabozo mientras que la otra, seguramente, dormirá en su casa.
Como se puede ver, en estos casos no hay igualdad ya que no se trata a ambas personas de la misma manera. Cuando se habla de igualdad, todo viene de una comparación. Si la frase es positiva quiere decir que la diferencia entre lo que se compara es mínima o no existe. En caso contrario, o no hay punto de comparación o la igualdad que debería haber, no existe. Lógicamente también está el sentido irónico de las posibles respuestas.
Lógicamente, como dije, en ambos ejemplos no hay igualdad aunque las situaciones son iguales. Desde luego, no todo puede ser igual. De hecho, ni tiene ni debe. Tiene que haber cosas diferentes. Además, si todo fuera igual, no se podría comparar. Lo malo es que hay cosas que deberían ser igual y no lo son. Por ejemplo, de los dos ejemplos que ponía al principio, en el primero no entiendo qué diferencia de rendimiento va a tener un hombre por ir en tirantes. Otra cosa es que tenga que estar de cara al público. Ahí creo que a ninguno de los dos, hombre y mujer, les dejaran ir así. En el segundo, ese caso se refiere a una pelea entre un hombre y una mujer. En el caso de ser dos hombres, ambos irán a la comisaría y, si son dos mujeres, según.
Cierto que la igualdad entre hombres y mujeres es algo que, históricamente, nunca ha existido. El hombre era quien dominaba ya que era el que trabajaba en el campo cultivando o cuidando ganado para que la mujer hiciera la comida. Llevar la casa no era trabajo duro. Tampoco las mujeres iban a la guerra ya que no aguantaban el peso de una espada o no sabrían llevar una lanza o montar a caballo. Realmente, no sé si alguna vez se lo dejaron probar. El trabajo físico era cosa de hombres. Hasta los que no eran muy fuertes estaban por encima. Así ha sido desde que el mundo es mundo. Salvo en las sociedades matriarcales de las que, alguna vez, he oído hablar. Aunque no sé si sería verdad o no, que existieran.
A ver, quiero que quede bien claro que una mujer, sólo por ser mujer, no debe tener menos sueldo que un hombre por hacer, no ya el mismo trabajo sino una ocupación de nivel superior. Que no sea vetada por su sexo a la hora de formar parte de un consejo de administración o acceder a un puesto de alta dirección. Quien vale, vale sin que se deba tener en cuenta la postura en la que se mea. Eso me parece tercermundista. Pero, si se habla de igualdad para eso, debe serlo para todo. Desde hace unos meses, por ejemplo, se quejan por las chicasa que están en los pódiums de ciertas pruebas deportivas. Se vuelve a hablar del concepto de mujer florero. Salir ahí vestidas, con prendas que muchas de las que se quejan, seguro, han llevado o han visto por la calle sin ningún problema, con algo relacionado con el patrocinador, para entregar los trofeos con los que se premian a los ganadores y exponerse a ser bañadas en champán, les parece a cierta gente algo humillante y denigrante para la mujer. Ojo que me parece respetable lo que dicen. No lo comparto pero me parece respetable. En la Vuelta Ciclista a España, las chicas se cambian de chaqueta en función del patrocinador de turno y le dan un beso en la mejilla al ganador. Otra cosa es lo de las chicas de los paraguas en las competiciones de motor. Mientras hay algunas que van con un vestido de esos de ir por la calle, hay algunas que, como pasaba en Suzuki, que iban con un disfraz de policía de esos que ves en catálogos de disfraces para adultos. Pero hacen eso, no por nada sino porque son modelos y una modelo vive de su aspecto. Eso me recuerda a las azafatas que uno ve en una feria o en un congreso. No he oído nada, en cambio, de las recogepelotas en el Madrid Open de tenis. Bueno, al principio si pero no sé si este año ha sido igual o no. Si eso es humillante, de la misma manera debe ser si es un hombre. ¿O es que si hay un tío con ropa ajustada dando copas o recogiendo pelotas (entiéndase bien) como en el mencionado torneo cuando son partidos femeninos, no lo es? Si es humillante que una mujer haga algo, igual de humillante es si lo hace un hombre. Hay trabajos en los que prima la imagen. Durante los días en los que se habló de la muerte y entierro de David Delfín, salieron parte de sus desfiles. En alguno de ellos salían las modelos con el pecho al aire. Nadie habló de humillación por mostrar a la mujer sin ropa en un desfile de moda. El otro día salió en Facebook un vídeo en el que todos los productos que salían eran anunciados por mujeres, bastante ligeras de ropa, eso sí. Pero resulta que eso es lo que queda en la mente y no lo que se quiere vender. Porque se vende imagen. Esa imagen. Pero, por ejemplo, esos anuncios de colonias de hombre donde el frasco sólo sale al final y todo el anuncio el tío anda de metrosexual luciendo abdominales, no es lo mismo. Como ejemplo pongo uno que está saliendo mucho que es de Dolce Gabana donde se ve a un pollo en calzoncillos en lo alto de una roca mientras abajo, en el agua, hay una chica tumbada sobre una especie de colchoneta. El tío se tira al algua, se sube a la colchoneta como si fuera plataforma firme, se tumba encima de la chica y se ve una claqueta cortando la imagen. ¿Dónde está la colonia? Imagen. Aunque de la publicidad ya hablaré. O no voy a poder usar trajes de Emidio Tucci sólo porque no tengo la percha de tal actor o cual jugador de fútbol. No se debe discriminar a una mujer por ser mujer pero no se puede tratar de una manera diferente a un hombre por hacer lo mismo. Un bofetón castiga igual a un hombre que a una mujer. Igual que una caricia. Igual que no es lo mismo el decir a alguien que es un delincuente por hacer algo si tiene 16 años o decir que son cosas de chicos sin tienen menos de 14. O el caso del bebé que murió por los malos tratos de sus padres. El padre en privión sin fianza y la madre en libertad con cargos. ¿Y el caso de Lucas Hernández, el jugador del Atlético de Madrid? Su novia, porque según la investigación fue así, se lía a guantazos con él y, apesar de tener más cargos en contra, tiene menos pena. El caso es que se reconcilian y, rompiendo la orden de alejamiento que tienen ambos, se van de vacaciones. Alguien se chiva y, a la vuelta, sólo le detienen a él para declarar. Así lo he leído. O la mujer que mató a su novia. ¿Se ha vuelto a hablar? O de la policía que mató a su novio, también policía. Y así muchas más cosas que, igual, me dejo en el tintero.
Igualdad. Sí. Pero igualdad para todos. Parece final de discurso. O perorata. Igual. Bueno, no es que lo parezca. Es que igual tengo que terminar.

23 junio 2017

Payasada gilipollas, gilipollez payasa.

La verdad es que no tenía muy claro el nombre de este artículo que tenía pensado escribir desde hace tiempo. Pero, dándole vueltas, me surgieron estas dos palabras.
La Copa de Europa de toda la vida (yo la sigo llamando así), pasó a llamarse Champions League y desde hace un tiempo ha perdido el League.
Los 8 días de Oro de El Corte Inglés, han pasado a 15.
Esos son dos de los ejemplos que me recuerdan al Día del Orgullo Gay. Primero perdió el Gay y ahora sólo es Orgullo. Luego, pasó de un día a una semana. Y ésto es lo que me parece una gilipollez o una pasayada. O ambas. Hay para elegir una si se decide elegir.
Pero antes de que el mamarracho de turno se me eche encima, como soy como soy, explicaré la razón por la que digo lo que digo.
Ninguna mayoría se forma de una mayoría ya que es un conjunto de minorías. Para que todo el mundo lo entienda, diré que el equipo de fútbol que se dispone a jugar un partido es una mayoría formada por dos minorías: una formada por los que saltan al campo y otra, el banquillo. Cada una de ellas, por si sola es una mayoría formada por minorías y así hasta que se llega al conjunto formado por un sólo elemento, que tenía un nombre que ahora no recuerdo. Ya sé que queda el conjunto vacío pero no cuenta para las mayorías. Bien, todos los integrantes del equipo tienen los mismos derechos que son estar en el campo y ver el partido. La minoría de los jugadores tienen el mismo derecho a jugar .... Más o menos se entiende. Pues bien, el colectivo LGTBI es una mayoría formada por las minorías L, G, T, B e I. Sé lo que es cada minoría menos la I. Y también habrá intersecciones. Tampoco se qué pintan los B. Pero bueno, ellos se organizan. ¿Porqué lo veo una gilipollez? Las minorías luchan por formar parte de una mayoría para tener los mismos derechos. Pero, una vez que lo consiguen, lo que no entiendo es porqué se reivindican como minoría. Si alguien les pregunta, dirán que es para reivindicar sus derechos. Y, a éso, yo preguntaría por los derechos que reivindican. Porque no lo se. Otro ejemplo. A menos que vaya por la calle con una camiseta y una bufanda del Atleti y cantando el himno, nadie que se cruce conmigo y no me conozca, sabrá de qué equipo soy. ¿Acaso una persona LGTB no puede hacerlo? En ninguna de las entrevistas de trabajo me han preguntado por mi orientación sexual. ¿El que se pudiera preguntar podría influir para conseguir un trabajo? ¿Qué derechos tengo yo que no tienen ellos? Veo a un tío amanerado, de aspecto muy cuidado y voz fina y pienso que es gay. ¿Eso es malo? Veo a una chica con aspecto de chico, tanto en aspecto físico o forma de actuar y pienso que parece un tío. ¿Eso es malo? Pues quien piense que sí, que melosplique. La única forma que se sepa que una persona es gay o lesbiana es que vaya de la mano, abrazada o esté besando a su pareja y que ésta sea del mismo sexo. ¿Y un bisexual? ¿Qué problemas tiene? Antes de que saliera la noticia, alguien se cruzaba con Fernando Tejero ¿y sabía que era gay? ¿Ha tenido menos papeles por ello? ¿Acaso alguien se imaginaba que Elena Anaya era lesbiana? ¿Ha dejado de trabajar? Tenían problemas para algo tan normal como era casarse hasta que se autorizó. Tan normal es que hasta la primera pareja gay que se casó se divorciaron. Hasta Gallardón casó un alto cargo del PP (creo que era Maroto) con su novio. Creo que lo único que no pueden hacer es adoptar. Y no sé porqué. ¿Acaso van a ser peores padres o madres por ser pareja homosexual? Para mí son personas. Y como tales tienen sus derechos y sus deberes. Ni más ni menos que yo. ¿Qué son perseguidos en algunos países que presumen de avanzados? Será porque su cultura es de una manera diferente a la nuestra. ¿Se puede cambiar eso? Puede. Pero de la misma manera que otros colectivos son perseguidos, de la forma que sea, en otras partes y de eso no se habla. ¿Qué hay gente a la que no le gusta que los homosexuales actúen como cualquier pareja? Cierto. ¿Y? Si unos son libres para una cosa, los otros también. Siempre con respeto. Contaba Moncho Borrajo que un día iba por Chueca detrás de una pareja gay. No recuerdo a qué zona llegaron pero se soltaron de la mano. Él les llamó la atención para decirles que uno no es gay sólo en una zona de la capital sino por todas. Si el colectivo LGTB tiene que reivindicar que lo son, ¿porque no hay un día en que nos reivindiquemos los heterosexuales? O los que llevamos gafas. O los que tienen un incide de masa corporal alto ..... Una mayoría está formada con minorías. Y si se pide igualdad, cada minoría debería tener un día para reivindicarse. Todo lo que quiera vender fuera de eso es una mariconada.

21 junio 2017

Carta abierta a Amancio Ortega

Estimado Sr. Ortega.
No dudo que usted sabrá que, por alguna razón, la gente es envidiosa. Poco o mucho. Pero lo es. A veces es sana. A veces, no. Pero lo es. Se tiene envidia de quien tiene un móvil o un televisor como para no tenerlo de alguien con el éxito en la vida que ha tenido la suerte de tener usted. No quito que se lo haya currado. Supongo que igual que Pepe Barroso empezó vendiendo camisetas, usted empezaría desde abajo. A menos que fuera de familia acomodada y el negocio lo heredara. Sé que todo ésto podría saberlo navegando por Google pero prefiero suponer. Es más divertido. De usted sólo se habla cuando se habla de hombres ricos. Y ahí es donde viene la envidia. En mi caso, por ejemplo, envidio tener una parte de su dinero. Claro que como no lo tengo, me quedo con éso. De tenerlo, igual quisiera tener más. Aunque eso también lo quiere mucha gente. Pero se puede tener todo es dinero por lo legal o no. O por lo vago. Luego, la gente puede tener envidia por su dinero. No se cree que todo sea legal, que si las fábricas del sudeste asiático son casi cárceles y su trabajadores, esclavos. Yo no puedo decir ni que si ni que no porque no lo se. Esa gente tampoco pero como lo dice alguien  de confianza y/o usted no le gusta, pues lo toma como verdad absoluta.
Pero esta carta no es para hablar de su dinero. Bueno, si. Es para eso. En parte. Por que, realmente es acerca de lo que hace con él. De como lo gasta. ¿Y para eso escribirle una carta?, pensará más de uno. Cierto. La pregunta tiene respuesta fácil. Como le da la gana como todo el mundo. Pero a diferencia de mucha gente (o de alguna, nada más), usted usa su dinero para ayudar a la gente. Esa es la razón de la carta. Dona, porque así lo quiere, dinero para Sanidad. Pero no para que ellos se lo gasten en lo que quieran, no. Es para comprar aparatos para atender a gente que tiene cáncer. Y, como siempre pasa en este país, ha habido gente que ha puesto el grito en el cielo. Los de la envidia insana que, parece, está en contra del Gobierno. Eso según he leído. Habría que ver si esa donación se hubiera realizado hace seis años se hubieran puesto como se han puesto. Es más, me gustaría que algunas de esas personas que han puesto el grito en el cielo tuvieran algún familiar o conocido con cáncer y tuvieran que tratarlo con una de las máquinas que va a comprar. Pero tampoco tengo dudas de que gente de esa acudirá a la sanidad​ privada. Olé ahí. Pero como dije antes, usted tiene dinero y hace con él lo que quiere. Que podría dejarlo en un banco o invertir en valores seguros si es que los hay. O hacerlos en empresas radicadas en paraísos fiscales. Pero no. Ha decidido hacer algo por gente que padece una de las enfermedades más terribles que hay. Y por eso le aplaudo. A aparte de mí, mucha más gente.
Pero sólo le quiero pedir una cosa. Sé que esa solidaridad, que me suena mejor que generosidad, no la va a dejar. Pero acuérdese de los investigadores. Ellos tienen, parece, buena fama pero, a falta de dinero, usan las becas que les ofrecen fuera para hacer lo que les gusta intentado encontrar cura para enfermedades varias como para esa para la que usted ha donado dinero para comprar máquinas.
La gente debería acordarse de eso y no de la posición que ocupa en la lista Forbes. Parte de mi familia ha muerto de cáncer. No se si alguna de esas máquinas les hubieran salvado de haber vivido en esta época. En aquellas, cáncer era muerte. Sobre todo porque sólo se podía diagnosticar cuando no quedaba esperanza.
Le aplaudo. Le aplaudo y le animo. Usted puede. Y no solo puede sino quiere.
Un saludo.

15 junio 2017

Difamación publicitaria. Publicidad difamatoria.

Todo el mundo sabe que estamos en la época de la publicidad. Se publicita para vender. Da igual lo que se venda, cómo se venda, dónde se venda y por qué se vende. La cosa es vender. Es el consumismo dirá alguien. El capitalismo, dirán otros. Vender no es intercambiar algo por dinero o convencer a alguien para que gaste dinero en algo que, igual no necesita. El comercio ha existido siempre. El trueque es comercio, me diga la gente lo que me diga. Al menos esa es mi idea. Pero eso es otro tema. La publicidad, desde que se empezó a usar, sirve para hablar de las excelencias de algo o alguien. Por algo las campañas electorales las llevan publicistas. Eso sí, no siempre son cosas buenas sino, a veces, son las cosas que no tiene el producto rival. Porque no se engañe nadie. La publicidad busca que algo de un fabricante destaque frente a otros algos de otros fabricantes.
En esta época, que he llamado en más de una ocasión de los titulares, la gente se cree lo que lee en su periódico u oye en su emisora de radio, cadena de televisión o en los labios de su amigo o en su bar. En ningún momento se para a pensar si eso es cierto o no. Lo cree o no. Y así lo expresa cuando lo cuenta, con tanta certeza como si hubiera estado allí cuando pasó algo o alguien dijo algo.
Publicidad. Se puede hacer bueno algo malo. Se puede hacer malo algo bueno. Pero también se puede ensalzar algo bueno o hundir algo malo. Como por ejemplo, comprarse unos zapatos castellanos en Xti. En cuatro meses me he comprado los mismos pares que en los tres últimos años y ambos pares se han roto (el último aún está en ello) por el mismo lado. ¿Mala suerte o mala fabricación? Esta cultura del titular, esa forma de hacer creer lo que no es y que la gente difunda tu mensaje es un nuevo significado del "cría cuervos y échate a dormir". Alguien hace tu trabajo. Para que la gente lo entienda es como "Sálvame". Todo el mundo habla de cosas de gente, preguntas que donde lo ha oído y te responde que lo han dicho en Sálvame. Publicidad.
Pero todo ésto viene por algo que oí en el metro el otro día. Dos mujeres hablaban sobre algo relacionado con el gobierno franquista. No se qué era ni, como en estos casos, si lo supiera, sabría si era verdad o no. Pero el tema iba en torno a lo que una llamaba difamaciones acerca del tema. Tampoco sé si era algo que había leído, oído o escuchado o eran ideas propias. Pero en un país "opresor" como éste, cada uno puede expresar sus ideas y los demás, opinarlas y comentar sobre ellas (si, ya se que está puesto al revés). Sea verdad, sea mentira. Se difama para publicitar. Se publicita la difamación. Se ensalza para publicitar. Se publicita la ensalzación. Todo según convenga. De esa manera vive gente. De esa manera se quiere que vivamos.
Realmente, pensándolo seriamente, no debería hablar de ello. Es darles publicidad.

06 junio 2017

Cambio climático. Clima cambiante.

En los últimos días se ha convertido en noticia la salida de EEUU del tratado de París sobre el cambio climático. Desde hace bastantes años todos los países buscan encontrar un acuerdo que contente a todos y que impida que se siga contaminando el aire que respiramos. Pero todo el mundo también sabe que ese acuerdo puede ir bien para algunas cosas pero muy mal para otras. A ese tipo de equilibrio se intenta llegar. Pero es muy difícil. Ahora mismo casi imposible. Y lo será mientras la gente se dé cuenta que para que todos ganen, todos tienen que perder. Y deben sentarse sabiendo eso. A veces da grima ver las imágenes de Pekín, Shanghái u otras ciudades de China, donde parece que hay niebla (que no lo es) y la gente va por la calle con mascarillas. Pero, ¿qué es el cambio climático? Nunca nadie ha caído en explicarlo. Si, ya. Es el daño que hacen los gases de efecto invernadero aunque ya no se oye hablar de ello. Como lo del agujero en la capa de ozono. Da la impresión que alguien ha cosido ese agujero o el ozono ya no es tan importante como lo era antes. De vez en cuando sale alguna imagen de un trozo de hielo inmenso está a punto de desprenderse de alguno de los dos casquetes. O que en el Polo Norte el hielo no llega a donde podía llegar hace 100 años. Todo eso era culpa de ese agujero que hacía que la temperatura del mundo subiera de forma lenta pero continua.
El tipo de gases que contamina nuestro aire empezaron a verterse en el momento en que el hombre se dio cuenta de que había mejores formas de convertir materia prima en productos. Mejor forma que quería decir más rápido con lo que había disponibilidad para que la gente lo comprara. Eso hacía que la gente que montaba las empresas ganara mucho dinero y pudiera montar más fábricas. El desarrollo industrial europeo, que luego se trasladó a EEUU, se basó, al menos así lo pienso yo, alrededor del carbón. El carbón sirve para generar energía a base de calentar motores. Todo se basaba en la combustión. Primero de la madera. Luego del carbón. Esta combustión producía CO2 pero en aquel tiempo no se pensaba que eso fuera perjudicial para alguien más que los que trabajaban, en régimen de semi esclavitud, y vivían cerca de las fábricas. Por supuesto, la energía fue evolucionando pero el carbón no desapareció. Cuantos y cuantos núcleos de población crecieron alrededor de minas de carbón. Lo mejor era no tener que desplazarse mucho para ir a trabajar.  Y, de repente, apareció el petróleo. Así que ya había dos agentes “combustionantes” o “combustionadores”. Y todo lo que combustiona produce humo y gases. Y esos humos y gases no son muy saludables. Pero lo importante era el desarrollo. Por suerte el desarrollo también se aplicó a la mejora de los combustibles que ha habido en cada época aunque sólo fuera para que fuera más barato extraerlo, manipularlo y usarlo que intentar que fuera algo más verde. O menos contaminante. ¿Qué es lo que contamina? Esta pregunta tiene trampa. Porque lo que uno quisiera saber de quien la recibe es saber todo lo que contamina. Eso sí, no estoy muy seguro de querer saber si lo que quiero saber es si esa contaminación es a la hora de conseguir las materias primas o los productos ya elaborados a través de esas materias primas. Querer saber lo que quiero saber. Porque a fin de cuentas todo es saber. Al menos por mi parte. Será por ser de ciencias y una persona a la que le hubiera gustado ser investigador. Entre otras muchas cosas. Ni policía ni bombero que era lo que quería ser casi todo adolescente de mi época adolescente. Supongo que sería porque el investigador, al menos así se veía en la tele, solía estar solo en su laboratorio. ¿Qué contamina?¿Porqué contamina?¿Cómo se combate dicha contaminación?¿En qué afecta esa contaminación? Estoy seguro que todas esas preguntas tienen respuestas. Todas. Y más que pueden surgir. Porque cada respuesta genera una nueva pregunta que uno espera que sea contestada. Es un camino que no tiene retorno a menos que una de las respuestas lleva a la primera pregunta. Pero eso es otro tema. Es muy posible que alguna de esas respuestas que uno espera recibir al realizar preguntas puede que estén guardadas en un cajón. Como mucho se saca alguna, no completa, para decir alguna cosa. Estoy tan seguro como que después del lunes viene el martes. También estoy seguro que hay gente que ha pagado mucho dinero para que quien descubrió las respuestas, no las hiciera públicas. Y eso, como siempre, se logra con dinero. Hay una tercera cosa de la que también estoy seguro. Y es que hay mucha gente que está haciendo negocio con todo esto. Y no sólo los que compraron, compran y comprarán las respuestas, no. También los que están en contra de esa gente. Y es que no descarto que, en realidad, no estén en contra sino que buscan que se les vea enfrentados porque consiguen que sus negocios avancen. Así de cruel. ¿Qué contamina?¿El humo de las fábricas? Bien. ¿Qué produce ese humo? Seguro que hay combustible que puede hacer el mismo trabajo pero vertiendo menos toxinas al cielo. ¿Algo más? Sí, claro. Muchas más cosas. Pero parece que la gente que está haciendo campaña por la erradicación de los gases invernadero (ya lo he oído en este artículo más que en el último año) lo enfoca hacia cosas concretas. Pero seguro que hay más cosas concretas que callan. Pero son esas cosas que uno presiente. ¿Porqué hay gente que trabaja de una manera y otros de otra cuando se supone que van al mismo sitio? Diferentes tipo de ver la vida. Una vida que se basa en vivir. En cómo queremos vivir. En cómo podemos vivir. En cómo nos dejan vivir. No sólo contaminan las estufas y calderas de carbón, cada vez menos porque una de las cosas en la que parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo es en minimizar en lo posible el uso del carbón.
¿Y contaminan los motores diesel?. Si, lo hace. Y, de hecho, no hay más que ver los escándalos de diversas marcas constructoras de vehículos con el tema de las emisiones de esos motores. Eso sí, hay muchas más cosas que lo hacen. ¿Porqué no se habla de ello? Pues mi opinión es muy sencilla. Porque lo que importa es hacer negocio. Tanto desde un lado como desde el otro. Lados que, como dije antes, es muy posible que estén en el mismo. Incluso seguro que hay gente que hace donaciones a empresas o instituciones que estudian cómo encontrar combustibles más ecológicos mientras pueden estar formando parte de otras empresas o instituciones que pueden hacer lo contrario. El mundo está así de loco. Pero lo es porque hemos dejado que sea. Mientras no me molesten, que la gente haga lo que quiera. Eso sí, como me toquen …… Y así ha funcionado, funciona y funcionará todo. Es ley de vida. En ese se basa la vida. En cómo queremos la vida. En cómo podemos tener la vida. En cómo nos dejan tener la vida. Así que, ¿qué es el cambio climático?

02 junio 2017

Más limpio, menos sucio.

Como se puede suponer, y si no lo digo yo, el título del artículo sale del dicho "No es más limpio quien más limpia sino quien menos ensucia". Hay gente que piensa que es lo mismo. Ambas combinaciones son fruto de comparar algo.
Pero aunque la gente piense que es lo mismo, realmente no lo es porque la limpieza viene después de la suciedad (no tiene sentido limpiar si no ha nada sucio) y la suciedad, después de la limpieza aunque aquí si se puede ensuciar más. Eso sí, ambas cosas las debe hacer alguien. Hay otra diferencia que, para mí, es ls más importante. El limpiar es, básicamente, una obligación aunque haya gente que no le importe vivir sin limpiar como los que padecen síndrome de Diógenes, mientras que el ensuciar es más un acto de civismo. Sobre todo en lugares públicos. ¿Y porqué? Porque no cuesta mucho tirar la cajetilla vacía de tabaco a una papelera al igual que la publicidad que dejan en el parabrisas del coche. Es posible que tenga la suerte de que pongan una papelera al lado de mi coche. Lo de las colillas, pase. Pero las cagadas de los perros, no. Cada vez que veo una me acuerdo del episodio de El tío la Vara dónde "enseñaba" al dueño de un perro a recoger los excrementos del animal. Eso es civismo. El pudiendo ensuciar, no hacerlo. Porque imagina que vas andando por la calle y pisas una caca de perro o te resbalas con un papel. Que seguramente no pase. Pero, ¿y si sí? Porque eso es lo que a uno le hace pensar en la falta de civismo. El y si sí. De todas maneras, por muy cívicos que fuéramos, siempre hay algo que termina en el suelo. Y ahí entran en juego los que limpian las calles. Esa gente que, quitando los porteros o los dueños de comercios que dan a la calle, son empleados públicos, ya sea directa o indirectamente. Eso quiere decir que cobran, directa o se indirectamente, de nuestros impuestos. A uno le pagan por hacer su trabajo. Sino, se le despide. En Madrid estamos esperando que el Ayuntamiento empiece ese período de seis meses en el que dijo que iba a acabar con la suciedad en la capital. Claro que, como se supone que, al ser de izquierda, debe ocuparse de los derechos sociales (más de unos que de otros, por supuesto) y eso puede haberlos hecho pensar que si se acaba la suciedad, habrá que despedir a gente que se quedaría sin trabajo. Cómo ahora pero sin contrato ya que siguen cobrando del estado. Pero ellos no tienen la culpa de ésto. Los mandatarios municipales, no es que no quieran rescindir contratos por la razón que sea, no. Es que si sigue el tema como está podrán seguir echando la culpa al gobierno anterior. Que no digo yo que no la tenga, no. Claro que, tengo contactos feisbuqueros que piensan que sólo hay dos posturas: la suya y la equivocada, radical y extremista. Por eso soy mala persona (dicho finamente) por recordar cierta promesa electoral que hizo cierta mujer a la que metieron en un marrón que resultó más grande de lo que pensaban sus jefes.
Pero bueno, a la que voy. Madrid está sucia. ¿Quién la va a desensuciar? El desensuciador que la desensucie, buen desensuciador será. Pero como todo, el desensuciador será elegido a dedo para ocupar un sillón en un despacho y estar todo el día jugando y revisando que sus barrios si estén limpios.
Y tras ésto, paso el plumero por mis neuronas aunque poco ya que no las ensucio por lo que están limpios. Y luego lo guardo. Otros lo dejan a la vista. O se le queda. A ver si van a pensar que tengo la mente sucia.

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