09 octubre 2018

Soy facha.

Cuando empezó toda esta gilipollez (por que me parece una gilipollez en toda regla) de diferenciar hombres de mujeres cuando se lleva un tiempo luchando por la igualdad, llegó una de imágenes que hace unos años lo hubiera hecho por Messenger, luego por correo y ahora por Facebook y WhatsApp que era un corazón con la bandera de España sobre el que venía el texto: "Después de 40 años siendo guardia, ahora resulta que soy guardio".
Algo parecido me pasa a mí. O siento que pasa. O así me ve mucha gente. ¿Y porqué? Sencillo.
Nací en Madrid por lo que soy y me considero madrileño. Y a mucha honra. Madrid, a pesar de la alcaldesa que hay, es la mejor ciudad del mundo. Madrid es la capital de España por lo que soy y me considero español. Y a mucha honra. España, a pesar del Gobierno que hay, es el mejor país del mundo. Pues bien, por pensar eso soy facha. Aquí pondría un emoticono encogiéndose de hombros. Y aquí también haré una aclaración y es que, de cada diez personas que me llaman facha, ocho no saben lo que significa realmente y los otros lo hacen por oírlo.
Estoy de acuerdo con que hay que ayudar a la gente que lo necesita. Pero que lo necesite de verdad por que hay mucha gente que se aprovecha del ayudar por ayudar. En lo que no estoy de acuerdo es en ayudar para publicitarse; ayudar por quedar bien. Eso no es ayudar. ¿Porqué ayudar a uno que viene de fuera mientras ves que hay uno de aquí que lo necesita? Y puede que más. Seguro que, todo bien organizado, se pueda ayudar a ambos. Pues resulta, por pensar eso soy xenófobo. Un facha xenófobo. O un xenófobo facha. Sólo por las preferencias.
Estoy de acuerdo con perseguir la violencia ejercida sobre las mujeres (y no quiero ni hablar de los críos) pero no convertir ésto en barra libre. El sistema falla y es lo que hay que arreglar. No se puede hacer por la prevención más que convencer que hay que denunciar. Pero tanta violencia es la que ejerce un sexo como el otro. La misma. Por eso soy machista. Y facha.
Me encantan las cosas bien hechas. Pero buen hechas por querer hacerlas bien y, lo más importante, saber hacerlas bien. Lo malo es que, por quererlo así me van s decir que eso discrimina a alguien y eso me hacer ser facha. Mi país me da trabajo que me permite comer y pagar mis impuestos que, teóricamente, valen para que todo funcione. Y ese funcionamiento permite que se pueda ayudar a gente.
Porque ayudar no es ser facha. Es ser buen ciudadano. Ni mejor ni peor. Porque no me parece mal que a una familia se la facilite un lugar para vivir, se le ofrezca realizar cursos para poder acceder a un trabajo y que se le paguen los gastos mínimos durante un tiempo. Pero comprobando que lo hacen. Por que también los hay que cogen toda la ayuda y se aprovechan de ella. Incluso venden la comida que les dan ya que el dinero que reciben les permite comprar lo que quieran o alquilan habitaciones de su casa. Y me da igual que sean de Jerez o de Senegal.
Os pongáis como os pongáis, no soy facha. O si lo soy, es para todos los casos.

03 octubre 2018

Día de la marmota. Marmota diaria.

Lo bueno de película El día de la marmota es que Bill Murray termina, a base de repetirse cada día lo mismo, haciendo las cosas de manera diferente a como el primer día.
Pues bien, después de estarse tocando las narices durante más de dos meses, este lunes volvió a verse en Cataluña lo mismo que se ha visto, vio y verá, no sólo este último año sino desde varios atrás. Yo quiero ser independiente porque el pueblo me lo pide. Bien, para cuando interesa el pueblo es el parlamento mientras que el resto de las veces es la gente que les ha llevado al Parlamento a esa gente. La cuestión es que la gente que manda, que seguro que no es Vileda, Torra-o ni los presos sino la familia del 3%, quiere que todo siga así. "Yo salgo a la calle con la bandera de la estrellita, grito cuatro gilipolleces que copio de otros que van por delante de mí, como esos también tiran cosas, pues les imito pero ellos se largan y me arrolla la policía. Como son porque no les gusta que hagamos eso. Y como a nosotros tampoco, pues montamos otra. Y mi jefe sale en la tele y habla de independencia y actos pacíficos por lo que volvemos a salir a tirar cosas. Pacíficamente, eso sí."
Y al día siguiente todo vuelve a empezar.
El día de la marmota.

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