28 noviembre 2018

Sacar punta. Puntada ¿sacada?

El título no está muy allá pero "Punta sacada" podría sonar mal.
Una de las cosas que tenemos los españoles (desconozco si en otros países pasa) es que cualquier hecho puede tener consecuencias. Consecuencias chistosas, más o menos irónicas pero que consiguen que pensemos un poco menos en el asunto en sí.
La gente pensará que ésto es nuevo debido a las nuevas tecnologías y las redes sociales pero ese doble sentido que se sacan a las cosas han sido la base de la comedia y de la revista así como de muchas historietas de cómic. ¿Alguien se imagina ahora el chiste de Felipe González y los 800.000 puestos de trabajo? Para quien no lo recuerde, todo viene de la campaña electoral de las primeras elecciones que ganó y en la que prometía que iba a crear esos 800.000 empleos. Ahora ha girado por ahí una imagen de la serie Narcos donde sale Sergio Ramos como protagonista. Todo hecho poco después de que se publicara sus posibles casos de dopaje. Pero si se indaga un poco habrá caricaturas de Pedro Sánchez, Mariano Rajoy, ministros, ...
Somos así. Nos gusta reírnos de todo y que se rían con nosotros. Hay mucho tipo de puntas pero la mejor, con mucho, es ésa en la que ves algo y te ríes porque le ves el significado. Aunque está la gente que se ríe porque se ríen los demás, la que no lo entiende y a la que no le hace gracia. También están los que buscan el insulto y la falta de respeto. Somos así.
A mí, por ejemplo, me gustan los juegos de palabras. Crear nuevas, usar algunas en un contexto sólo cambiando una letra, conjugando los verbos irregulares como regulares, algo que haga que quien lo oiga se quede pensando antes de soltar una sonrisa.
Porque esa es la idea de sacar punta a las cosas. Reírnos. Reírnos de todo y de todos. Empezando por nosotros mismos.

14 noviembre 2018

Etiquetas. Historia de una historia.

Todo el mundo sabe que es una etiqueta. Es eso que ahora va pegado a un producto donde se indica la composición del mismo, la fecha de caducidad, la procedencia, puede que la fecha de envasado, la norma europea que regula ese etiquetado y el reciclaje. Dentro de poco será el producto lo que vaya pegado a ella.
Pero etiqueta también es un "mote" (por llamarlo de alguna manera) que se pone a algo o alguien por su aspecto, comportamiento, ... Por ejemplo, si alguien habla de que no se sabe si va o viene, todo el mundo sabe que se habla de un gallego, chulo es un madrileño (si, ¿pasa algo?), bruto es vasco, noble es aragonés, tacaño es catalán o vago se refiere a un andaluz. También inculto se dice de la gente de pueblo. Todas ellas pueden ser usadas en tono irónico aunque también insultante.
Ese tono es del que voy a hablar. Las etiquetas que te ponen por que sí sólo que alguien tiene que ser así por que la otra persona es cuadriculada (etiqueta que te cuelga alguien que te demuestra que no hace falta que se la cuelgues ya).
Vayamos por partes. Si alguien tiene una foto subida a una moto con cazadora de cuero se la pone la etiqueta de motera aunque es fácil de quitársela. Una de las etiqueta que se suele colgar unida a esa es la de rockera, que también es fácil de quitar salvo que haya otra foto de una persona con los cuernos que ha saco alguna vez Angus Jones, aparte de tener puesto AC/DC como pie de foto. Motera, no. Rockera, si. Bien. Tras un rato de charla se le ocurre a uno mandar un vídeo de la presentación de la plantilla del Atleti en el Metropolitano al son del Thunderstruck de los australianos. Olé. Del Atleti de familia. Etiqueta de colchonero para ambos. Pero después de historias familiares acerca de las aficiones futbolísticas, vino la discusión, etiqueta que se le pone a una charla subida de tono fonético aunque, sino recuerdo mal, en la antigüedad no lo era tanto.
Pero la cosa llegó al preguntar si era monárquico o republicano. No sé a que vino la pregunta a la que respondí de una forma un poco extraña (etiqueta). En España, dije, sólo ha habido dos repúblicas y ambas acabaron en guerra civil. De diferente perfil pero civiles. Automáticamente ella me colgó la etiqueta de incoherente ya que, al no responder republicano, automáticamente también tenía que ser monárquico. Y como estaba etiquetado de colchonero unida debía estar la etiqueta de republicano porque el Madrid es el monárquico. Puede que no supiera la historia de ambos clubes. Y a partir de entonces empezó el mitin por que en eso derivó la discusión.
Mitin que es otra etiqueta. Porque empezó a hablar, hablar y hablar diciendo que tenia que así y asao ya que tenía determinadas condiciones laborales. Por eso tenía que pensar diferente a lo que hacía. Luego ella defendía su forma de ser y actuar (estaba orgullosa de montar una pelea con varios policías locales sólo porque uno la dijo o a favor de los etarras de Alsasua).
Zumbada. Zumbada y loca. Y podemita que decía que Koletas había compraado su chalet con el sudor de su gente. Y que toda la culpa de todo lo tenían la derecha y los bancos, etc, etc, etc.
O sea, tópica.
No voy a decir que no soy "etiquetador" porque, como se ha visto al principio, lo hago. Pero suelo tener en cuenta la razón por la cual etiqueto.

06 noviembre 2018

Si o no. O puede ....

En los últimos días ha vuelto a salir a la palestra el ex comisario Villarejo. Ex aunque alguno lo llama comisario sin más. Empezando por el final, me hace gracia que este hombre esté en prisión viendo u oyendo lo que se ve o se oye. Puede que sea una forma, incluso, de vivir mejor.
Al principio, en esta última tanda, se empezó con la ministra de Justicia en la que estaba de fiscal y hablando con gente que en aquella época ya tenía sus historias y que ahora, salvo casos puntuales, nadie sabe nada de ellos. Como todo, todo se fue embrollando porque lo normal era que pasara eso. Que pasara y que pasara. Que pasara el embrollado y que pasara el tiempo.
Que pasara el tiempo hasta que ha salido un nuevo capítulo de esta tanda. Aunque se podría catalogar como una nueva.
Lo que no puede ser, que es norma en este país, es que si haces algo y me parece mal, hablaré de presunción de inocencia o campaña en contra mía o alguien de los míos. Y así es en este caso. Dos mujeres que tienen cargos importantes, una más que la otra por lo que lleva más responsabilidad, hacen lo mismo pues han de sufrir las mismas consecuencias. Sin más. No voy a entrar en si una lo admitió desde el primer momento y la otra lo negó hasta que ya no pudo más. Las dos deberían irse para no perjudicar al Estado, a sus partidos ni a ellas mismas. A menos, eso sí, que esperen a que salga otra tanda.
Aunque me da que ésto no se moverá hasta las elecciones en Andalucía. A ver.

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