04 octubre 2006

Hola a todas y todos. Veía esta tarde de vuelta a casa pensando sobre que iba a largar el rollo hoy. Y al poner la tele, me ha venido la idea. Hablaban del marroquí que asesinó el otro día en Palma a su pareja de varias puñaladas. Al parecer, el pollo (diría el cerdo, pero ya se sabe lo mal que se llevan los musulmanes con el bicho y no quiero crear más polémicas) salió en la televisión autonómica balear un par de días antes, quejándose que la mujer le había llenado la casa de gente sin papeles, familiares de ella, y que no tenía sitio. Por eso, decía que la había denunciado varias veces. Luego, te enteras quesobre él pesaba una orden de alejamiento. Y yo pienso, ¿quién se encarga de comprobar que eso se cumple? Y si la incumple, ¿cuánto tarda la policía en llegar si la víctima puede avisar?. Sobre el tema de la violencia doméstica tengo muchas cosas que decir. Algunas no gustarán. Como esta primera. No es normal llamarla violencia de género. Porque el único género que tiene la violencia es el femenino. Si no, sería el violencia. Y eso suena a mote de película mala. Del mismo corte que la sonrisa de la foto del señor Saco los martes en el 20 minutos. Porque la violencia, no sólo la sufren las mujeres (aunque sea lo más mediático, por desgracia), sino también la sufren hombres, niños y mayores. Hay mujeres que maltratan a sus parejas o exparejas, a sus hijos o sus padres. A veces no de una forma física (aunque también asesinan), pero maltratan. Lo lícito es luchar contra quien agrede. Me gusta más que decir que hay que luchar contra los agresores. Ésto tiene un género. Masculino. Lo otro, no. Tampoco veo normal que una paliza sea delito según quien la sufra. ¿Y si son dos lesbianas? ¿O dos gays?. Tampoco entiendo una cosa en muchos de estos casos, y perdónenme la frivolidad. Alguien mata a alguien a cuchilladas y luego se tira desde la ventana. Todo el mundo sabe que de cierto número de puñaladas no te salva ni el mismísimo Espríritu Santo. Pero, ¿y de tirarte por la ventana? ¿Acaso se ha tirado más de una vez para saber si se va a matar? ¿No debería probarlo antes para comprobarlo? Podría, ¿no?. Así nos evitaría un titular horrible y un disgusto a la familia. Hay otra cosa más. Vamos a poner el caso típico. Al marido se le cruzan los cables y se lía a zurrar a su mujer como si fuera una estera. Ella, llama a la policía y se presentan en casa. Él, lógicamente, se resiste y la emprende a golpes con los agentes. Éstos, también lógicamente, responden. Y la señora los denuncia por abuso policial, pero no a su marido. O pone la denuncia y luego la quita. Recuerdo un caso en el que una señora había quitado cada una de las múltiples denuncias que había puesto a su marido, que acabó matándola. Patético. Seguiremos hablando de ello.
P.D.: A los del 20 minutos. Ayer publicásteis la noticia de que Eva Longoria y Tony Parker habían roto. Hasta ahí, normal. Pero como decía en la entrada de ayer, generalemnte no sabéis de lo que escribiis. Por mucho Tony que se llame y Parker que se apellide, este tío, no es de origen francés. Es tan francés como el Louvre o la marsellesa. A pesar de haber nacido en Bélgica.

Hasta otra.
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