23 mayo 2017

Chantaje "democrático". "Democracia" chantajista.

Chantaje debe ser, en teoría, una palabra contraria a democracia. Al menos su sentido. Al menos así pienso. Al menos. Porque una mayoría no chantajea. Y cuando hablo de mayoría me refiero a más de la mitad. Por eso digo que no chantajea. Hace. Chantajear lo hace una minoría, pequeña o grande, cuando no hay mayoría. Este artículo va a hablar de diálogo. Diálogo y democracia. Cuando hablo de ella siempre me refiero (creo) al significado de la palabra. Poder del pueblo. O sea, el pueblo decide. Unas veces por si mismos, otras veces eligiendo a los que deciden por ellos. Unas veces aciertan pero otras se equivocan. Sean ellos o los que eligen.
Por supuesto, todo este rollo (habitual, todo sea dicho) viene a raíz del ridículo del presidente de la Generalitat catalana. Ridículo suyo y de los palmeros que estuvieron con él. El término "palmero", aunque llevo tiempo oyéndolo con el sentido que yo le doy, me ha gustado y lo empleo con frecuencia. No se si es cierto, pero no me extrañaría, que el acto que realizó en un local municipal madrileño se realizó allí porque ningún hotel permitió que tuviera lugar en sus salones. Y ahí aparecía Koletas que ordenó a su títere, esa señora que hace las veces de alcaldesa de algunos madrileños, que saliera diciendo que Madrid es una ciudad abierta, cierto, y que no tendría ningún problema en que este señor, que debería hablar seriamente con su peluquero, viniera a contar su delirio. En alguna ocasión escribió que mucha gente de la antigua CDC no quiere otra cosa que estar en el poder. Y, dado que pierde apoyos, pues lo mejor es juntarse con los que se los quita. Éstos llevan pidiendo independencia desde que el mundo es mundo así que, a pedirla también. Mi opinión, acertada o equivocada, es que Más, Puigdemont y más gente, están deseando que alguna ley les impida, de forma definitiva, realizar el famoso referéndum. Por la sencilla razón de que así quedan bien y el Estado, mal.
En otro artículo, en el que hablé del diálogo hice referencia al típico dicho que dice que dos no discuten si uno no quiere. Pero hay una variante que puede ser que los dos quieren discutir pero de temas diferentes o en salas diferentes. Algo así pasa entre los gobiernos español y catalán. Me siento partiendo de la base de que ésto va por delante antes de sentarme. Eso ya lo comenté en mi otro artículo. Los otros dicen que se sientan diciendo que se levantarán, tras terminar, con la resolución de que ese ésto no pasará. Eso es chantaje por ambas partes, dirá alguno. Pues, a diferencia de lo habitual, doy la razón a Soso (Rajoy) cuando habla de chantaje catalán. O sea, esa minoría como de la que hablaba al principio. Que malo es el Gobierno que no me deja hablar de mi referéndum en el Senado. Para quien no lo sepa, el PP tiene casi dos tercios del aforo. Vaya al Congreso donde realmente se legisla el país. No, ahí no voy. Si no se aprueba que haga el referéndum, declaro la independencia y me separaré de España pero seguiré en la UE. ¿Cómo va a seguir si no les han recibido ni los ujieres de las instituciones y personalidades que querían visitar. Me recordaba a ese chiste que contaba el telediario de Corea del Norte que su presidente había salido por la mañana a visitar países amigos. Volvía a casa al mediodía. El pueblo quiere hablar. El pueblo quiere independencia. Pero con poco interés dicen eso de que el pueblo quiere decidir porque saben que no ganarán como pasó el famoso 9-N. Porque, si lo hacen, ¿cómo tomarán el resultado? Porque no es lo mismo que en elecciones generales, autonómicas o municipales. Aquí sería una pregunta que es la que quieren preguntar, ironía, al gobierno. Quiero que me digas que pregunta poner en un referéndum ilegal que he amenazado hacer sí o sí. Porque ellos van con esas y con que van a ganarlo. ¿Cómo?¿Cuándo?¿Dónde? Claro que no. Andevaparar. ¿Pero y si sí?
Seguiremos informando. Lo de reírme no lo pondré aquí.

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