27 junio 2017

Desigualdad discriminatoria. Discriminación desigual.

Dos personas van a trabajar. Ambas visten igual. Camiseta de tirantes, pantalones cortos o piratas y sandalias. Una de ellas no tendrá problemas en entrar mientras que a la otra, o la mandarán a casa para cambiarse o la dirán que no vuelva a venir así.
Dos personas se pegan en la calle. Cuando llega la policía, según sea quien de las dos inició la pelea, una de ellas irá a la comisaría, y puede que pase la noche en el calabozo mientras que la otra, seguramente, dormirá en su casa.
Como se puede ver, en estos casos no hay igualdad ya que no se trata a ambas personas de la misma manera. Cuando se habla de igualdad, todo viene de una comparación. Si la frase es positiva quiere decir que la diferencia entre lo que se compara es mínima o no existe. En caso contrario, o no hay punto de comparación o la igualdad que debería haber, no existe. Lógicamente también está el sentido irónico de las posibles respuestas.
Lógicamente, como dije, en ambos ejemplos no hay igualdad aunque las situaciones son iguales. Desde luego, no todo puede ser igual. De hecho, ni tiene ni debe. Tiene que haber cosas diferentes. Además, si todo fuera igual, no se podría comparar. Lo malo es que hay cosas que deberían ser igual y no lo son. Por ejemplo, de los dos ejemplos que ponía al principio, en el primero no entiendo qué diferencia de rendimiento va a tener un hombre por ir en tirantes. Otra cosa es que tenga que estar de cara al público. Ahí creo que a ninguno de los dos, hombre y mujer, les dejaran ir así. En el segundo, ese caso se refiere a una pelea entre un hombre y una mujer. En el caso de ser dos hombres, ambos irán a la comisaría y, si son dos mujeres, según.
Cierto que la igualdad entre hombres y mujeres es algo que, históricamente, nunca ha existido. El hombre era quien dominaba ya que era el que trabajaba en el campo cultivando o cuidando ganado para que la mujer hiciera la comida. Llevar la casa no era trabajo duro. Tampoco las mujeres iban a la guerra ya que no aguantaban el peso de una espada o no sabrían llevar una lanza o montar a caballo. Realmente, no sé si alguna vez se lo dejaron probar. El trabajo físico era cosa de hombres. Hasta los que no eran muy fuertes estaban por encima. Así ha sido desde que el mundo es mundo. Salvo en las sociedades matriarcales de las que, alguna vez, he oído hablar. Aunque no sé si sería verdad o no, que existieran.
A ver, quiero que quede bien claro que una mujer, sólo por ser mujer, no debe tener menos sueldo que un hombre por hacer, no ya el mismo trabajo sino una ocupación de nivel superior. Que no sea vetada por su sexo a la hora de formar parte de un consejo de administración o acceder a un puesto de alta dirección. Quien vale, vale sin que se deba tener en cuenta la postura en la que se mea. Eso me parece tercermundista. Pero, si se habla de igualdad para eso, debe serlo para todo. Desde hace unos meses, por ejemplo, se quejan por las chicasa que están en los pódiums de ciertas pruebas deportivas. Se vuelve a hablar del concepto de mujer florero. Salir ahí vestidas, con prendas que muchas de las que se quejan, seguro, han llevado o han visto por la calle sin ningún problema, con algo relacionado con el patrocinador, para entregar los trofeos con los que se premian a los ganadores y exponerse a ser bañadas en champán, les parece a cierta gente algo humillante y denigrante para la mujer. Ojo que me parece respetable lo que dicen. No lo comparto pero me parece respetable. En la Vuelta Ciclista a España, las chicas se cambian de chaqueta en función del patrocinador de turno y le dan un beso en la mejilla al ganador. Otra cosa es lo de las chicas de los paraguas en las competiciones de motor. Mientras hay algunas que van con un vestido de esos de ir por la calle, hay algunas que, como pasaba en Suzuki, que iban con un disfraz de policía de esos que ves en catálogos de disfraces para adultos. Pero hacen eso, no por nada sino porque son modelos y una modelo vive de su aspecto. Eso me recuerda a las azafatas que uno ve en una feria o en un congreso. No he oído nada, en cambio, de las recogepelotas en el Madrid Open de tenis. Bueno, al principio si pero no sé si este año ha sido igual o no. Si eso es humillante, de la misma manera debe ser si es un hombre. ¿O es que si hay un tío con ropa ajustada dando copas o recogiendo pelotas (entiéndase bien) como en el mencionado torneo cuando son partidos femeninos, no lo es? Si es humillante que una mujer haga algo, igual de humillante es si lo hace un hombre. Hay trabajos en los que prima la imagen. Durante los días en los que se habló de la muerte y entierro de David Delfín, salieron parte de sus desfiles. En alguno de ellos salían las modelos con el pecho al aire. Nadie habló de humillación por mostrar a la mujer sin ropa en un desfile de moda. El otro día salió en Facebook un vídeo en el que todos los productos que salían eran anunciados por mujeres, bastante ligeras de ropa, eso sí. Pero resulta que eso es lo que queda en la mente y no lo que se quiere vender. Porque se vende imagen. Esa imagen. Pero, por ejemplo, esos anuncios de colonias de hombre donde el frasco sólo sale al final y todo el anuncio el tío anda de metrosexual luciendo abdominales, no es lo mismo. Como ejemplo pongo uno que está saliendo mucho que es de Dolce Gabana donde se ve a un pollo en calzoncillos en lo alto de una roca mientras abajo, en el agua, hay una chica tumbada sobre una especie de colchoneta. El tío se tira al algua, se sube a la colchoneta como si fuera plataforma firme, se tumba encima de la chica y se ve una claqueta cortando la imagen. ¿Dónde está la colonia? Imagen. Aunque de la publicidad ya hablaré. O no voy a poder usar trajes de Emidio Tucci sólo porque no tengo la percha de tal actor o cual jugador de fútbol. No se debe discriminar a una mujer por ser mujer pero no se puede tratar de una manera diferente a un hombre por hacer lo mismo. Un bofetón castiga igual a un hombre que a una mujer. Igual que una caricia. Igual que no es lo mismo el decir a alguien que es un delincuente por hacer algo si tiene 16 años o decir que son cosas de chicos sin tienen menos de 14. O el caso del bebé que murió por los malos tratos de sus padres. El padre en privión sin fianza y la madre en libertad con cargos. ¿Y el caso de Lucas Hernández, el jugador del Atlético de Madrid? Su novia, porque según la investigación fue así, se lía a guantazos con él y, apesar de tener más cargos en contra, tiene menos pena. El caso es que se reconcilian y, rompiendo la orden de alejamiento que tienen ambos, se van de vacaciones. Alguien se chiva y, a la vuelta, sólo le detienen a él para declarar. Así lo he leído. O la mujer que mató a su novia. ¿Se ha vuelto a hablar? O de la policía que mató a su novio, también policía. Y así muchas más cosas que, igual, me dejo en el tintero.
Igualdad. Sí. Pero igualdad para todos. Parece final de discurso. O perorata. Igual. Bueno, no es que lo parezca. Es que igual tengo que terminar.

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