20 noviembre 2020

Yo caigo mal.

    Todo el mundo tiene esa sensación. Aunque a veces no es una sensación sino que lo dice por que alguien le mira mal, tiene un trato serio o cosas de ese estilo.

    Caigo mal porque no soy del Madrid y eso significa que soy antimadridista. También por saber de fútbol mientras otros son del Madrid. O porque me gusta el deporte femenino.

    Pero sobre todo es por el tema de político. Me he salido de dos grupos por este tema. Parece que está de moda el ser de izquierda porque es la buena gente. Bien, pues caigo mal por no ser de izquierda lo que significa que soy facha. No fascista o de derecha, no. Facha. Siempre he dicho, digo y lo seguiré diciendo, que de cada diez personas que me llaman facha, 8 no saben que significa o qué se refiere el término, mientras que los otros dos lo hacen porque lo oyen. Pero este tema es otra cosa. Caigo mal, también, por decir que no soy de derechas cuando digo que no soy de izquierdas. Soy un comunista o rojo para unos y facha o nazi para otros.

    Yo soy de centro. Según la mayoría dicen que eso no existe y por eso también caigo mal. Soy de centro por que el que metía los goles en el fútbol era el delantero centro. Por que en baloncesto jugaba en el centro y repartía el juego por que todo giraba en torno a él. Por que la tierra estaba en el centro del Universo. Por que en fútbol sala o en balonmano pasaba lo mismo que en fútbol y baloncesto. Con el paso del tiempo uno va descubriendo que hay cosas que no son ciertas, otras lo son y las demás dependen de su interpretación.

    Pero lo que me centró en el centrarme fue centrarme en los estudios hasta, también, que empecé a hacerlo en la televisión. Uno llegaba a la edad en la que podía acostarse más tarde y veía el telediario. Empezaron a hablar de gente que volvía de vivir fuera exilidado. En las clases de historia o literatura hablábamos de personajes que habían sido exilidados dentro de España. ¿Pero fuera? Guerra, política, cárcel, muerte. Y quien trajo a toda esa gente para juntar a todo el mundo me dio la idea de ser de centro. Cada lado tiene su parte bueno que me puede valer o apoyo y su parte mala que no apoyo ni me vale. Claro que también es lo que puede haber que pueda cambiarse.

    Eso de cambiar debe ser cosa de todos. Y eso lo consigue alguien que esté en el centro centrado. Sino, no vale o vale poco.

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