07 enero 2022

Afrontar el miedo. Miedo a afrontar.

La verdad es que el tema es interesante pero ese tipo de interesantibilidad que solo notas cuando hablas (o escribes como es el origen de ello).
No es que lo diga yo pero todo tiene dos lados. Todo debe estar equilibrado y el equilibrio se consigue igualando los dos lados.
A lo que vamos. Viendo el título del artículo se sabe que se va a hablar del afrontar cosas y tener miedo a cosas. Según lo miro, ambas cosas se refieren a lo mismo pero desde puntos de vista diferentes. Los dos lados de los que hablaba más arriba. Tener dos maneras de mirar las cosas es lo ideal. Todo el que va a plaza puede llegar de distintos sitios o desde la plaza se sale hacia muchos lados desde los que se ha llegado a la plaza. El rondo.
Al lío. El ejemplo sobre el que hablamos era cruzar un río. Ella hablaba (escribía) de superar las adversidades. Luchar contra ellas.
Yo decía (escribía) que el miedo es algo que todo el mundo tiene. Y al miedo hay que vencerlo. ¿Y porqué se le vence? Porque se afronta la dificultad que da miedo.

Valentía o cobardía. Creo que de este tema escribí algún artículo en alguno de los blogs. Valiente es el que afronta y cobarde el que tiene miedo. Claro que a veces uno aparenta que tiene miedo de algo porque sabe que de ahí no va a salir nada bueno. No lo afronta. Claro que a veces uno aparenta ser valiente para que la gente le vea como alguien valiente. No tiene miedo y por eso afronta las cosas.

Teníamos el caso de el hecho de cruzar un río. Digamos que es necesario pero hay varias cosas que hay que tener en cuenta. La corriente es fuerte, el agua está fría y el calado hace que en algún momento haya que nadar. Aquí hay que tener en cuenta que no se sabe nadar muy bien, no se sabe cuando trecho es ni no se sabe la potencia física que se tiene. Eso sin contar la distancia entre ambas orillas.

El que tiene miedo:

Por ejemplo puede ver que igual puede llegar a la otra orilla pero no sabe si aguantará porque tendrá que hacer fuerza para que la corriente no le arrastre y si, con su forma de nadar, podrá aguantar el trecho donde no hace pie. La temperatura del agua parece que no es un problema aunque depende del tiempo que tarde en cruzar el río. Visto lo visto, para no quedarse a medias o en el intento, no hace nada. Quedarse así puede acarrear dos cosas. Una que es no conseguirá lo que se espera encontrar al otro lado del río. Si uno quiere cruzarlo será por algo. Si fue por un fin solidario como mucha gente hace cosas, lo menos que puede hacer ver es que tiene miedo. La otra cosa puede ser que piense en cruzar el río de otra manera. A veces el miedo es inteligente. Decía aquel que a veces es mejor retirarse a tiempo para luchar otro día.

El que afronta:

El agua está fría y no se lleva muy bien con las bajas temperaturas. Bien, lo afronta pensando en que llegará al otro lado. Hay que vencer a la corriente fuerte y se afronta plantando bien los pies en el fondo para hacer fuerza. Los pasos son las largos pero lentos porque es la forma de afrontar el que llegue la zona en la que el calado supera su estatura. De esa manera se encuentra preparado para nadar. Afronta esa situación aún sabiendo que no es uno de sus fuertes. Por supuesto que la forma de afrontar la acción tiene que ver mucho con la condición física. Si hay que ir lento para ver cuando hay que empezar a nadar, se nota más la temperatura y se tarda más. Pues todo eso se puede afrontar pensando en que se han ido superando pruebas lo que hace que la siguiente prueba se afronte de manera diferente. Visto lo visto, uno lo hace todo afrontando las diferentes situaciones durante el camino. Afronta lo que le va a venir porque, ¿para que va a afrontar lo que ha pasado? Cruzarlo puede acarrear dos cosas. Una es gozar de lo que haya en ese lado. Aunque sea para lucirse, hacerse la foto, selfies, firmar autógrafos o, en plan serio, por un motivo solidario de esos llamativos que hace gente para recaudar fondos. La otra es un poco mala ya que puede estar relacionada con la salud. En el peor de los casos, la temperatura, la fuerza de la corriente, el trozo a nadar o falta de fondo física puede dejarle en el sitio. Bueno, en el sitio no ya que la corriente de lo ha llevado. Como dijo aquel, si no lo intentas no sabes si lo puedes lograr.

Tras todo ésto da la impresión que el miedoso es inteligente por no jugarse su vida y el afrontante, el loco por no pensar en lo que podía pasar. Si tienes miedo a tiempo podrás afrontar otro día el miedo que te puede dar el afrontar algo que no sabes si podrás. A veces es lo que da miedo. Ver lo que hay detrás de la puerta.

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