12 febrero 2020

Morir y vivir.

Decía el otro día Santiago Segura que en este país, desgraciadamente, si no tienes cáncer, estás embarazada o vas a tener un hijo, nadie habla de ti. Fuera del fútbol, claro. También, según mi opinión, cuando se va a hablar de comportamiento, siempre se va a los extremos ya que llaman la atención.
Todo esto viene dicho por el debate sobre la eutanasia que se ha tenido en el Congreso. Tema de causa mayor cuya aprobación haría que el país funcionara mejor y más rápido.
Pero a lo que vamos. El título del artículo es muy extremista por que si algo sólo tiene como respuesta "si" o "no", lo es. Aunque no sé si aquí puede caber un "puede".
Llevo oyendo hablar de la eutanasia desde antes que el aborto. Quitando las películas de Pajares y Esteso, claro. Algo tienen en común y es la muerte aunque, como todo el mundo sabe, hay una gran diferencia. Uno puede decidir. Bien, como todo el mundo tengo mi opinión. Los médicos están para salvar vidas usando los medios en sus manos que son facilitados por investigadores que tratan de encontrar los que procuran curar enfermedades o, en su caso, combatirlas. Pero también está el enfermo que puede elegir su estado en algún momento. Los hay que no quieren nada, los hay que prefieren esperar por tener apego a la vida y los que prefieren morir para no causar sufrimiento a él y a los que le rodean. Siempre he estado a favor de ello. Uno tiene el derecho sobre sí mismo aunque, como dije arriba (creo por que no iré a comprobarlo), para tener ese derecho debe haber gente que obligue a que lo tenga.
Pero el caso del aborto es diferente. Estoy de acuerdo con que una chica no quiera tener un bebé por ciertas causas. Aunque bueno, este país es de derecho a pesar de que algunos quieran que no.
Y así va ésto. Yo quiero pero no te puedo obligar a que tú quieras lo mismo. A pesar de LaSexta quiera poner como antisociales a los que están en contra de lo que ... que da igual. Si uno dice blanco ellos dirán negro. Por que sí. Igual que lo de aquí.
Al fin y al cabo, si yo quiero morir por no querer vivir toda mi vida sin moverme en una cama, por mucho que un médico tenga la obligación de salvar vidas, no deberían ponerme trabas por ser yo consciente de mi estado y situación. Eso sí, si yo quiero vivir en esa situación, nadie puede impedirlo. Esta reflexión hace que cambie el título del artículo aunque no cambiaré nada de lo escrito. El extremo llama la atención para lo bueno y para lo malo.

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