31 julio 2019

Vacaciones y su "séquito".

De ésto tendría que haber escrito entre hace un mes y 30 días. O igual 15 días o medio mes antes. Claro que no sé si lo he hecho porque quien me siga (si lo hay) sabe que no suelo leer lo que publico.
En este caso voy a hablar de las vacaciones. Pero no del período de descanso que mucha gente restriega por la cara de sus compañeros de trabajo pero que tacha de suerte o inmerecido tiempo cuando oye que otros, simplemente, están comentando sus planes dentro de una conversación, no. Es acerca de todo lo que rodea a ese espacio.
Desde siempre la gente tiene dos momentos para empezar a preparar (o lo dice) las vacaciones del siguiente verano. El primero es al volver de las anteriores. Todo el mundo ocupa septiembre para hablar de lo que tiene que hacer por que el compañero que se ha quedado en su lugar ha hecho poco o nada (igual es que es lo que ha habido), de fútbol y, sobre todo, de las vacaciones. Ese momento es donde la gente dice que repetirá o cambiará destino o época. La segunda vez es tras las Navidades. Ahí la cosa va más seria.
Pero no es cómo, cuándo, dónde y cuánto sino la publicidad. Por uno lado está ya que quiere rayar su bolsillo pero por el otro es el que amenaza con rayarlo y/o hacer que sean tus últimas vacaciones.
El mundo es de tal manera que sólo los extremos llaman la atención sobre algo y, hablando de vacaciones, está la campaña de la DGT. Por supuesto, como conductor que soy me gusta ir seguro cuando viajo pero lo de los anuncios es demasiado. A veces dan tanto miedo que la gente va agarrotada, tensa, y eso es peor. Gente que siempre tiene las gafas de sol o el pañuelo tan a mano que no quita los ojos de la carretera pero por ese miedo no lo coge. Y si solía ir a por ello era por que lo necesitaba. Nadie deja las gafas de sol sobre la guantera del lado del copiloto. Nadie va a encender un cigarrillo con el mechero del coche por está de adorno. A menos que no lo sepa igual que la radio. Pero no creo que, sin llevarlo tanto al extremo no creo que mirar por el retrovisor haga perder menos tiempo.
Y no hablemos de la campaña de este año. ¿Acaso nadie se acuerda de quien sufre el accidente? ¿O quien lo tiene por evitar otro que le parecería más grave? Sí, sino los hubiera no habría que pensar en ello. Sí, si la gente dejara de pensar en que lo tiene controlado, no los habría o habría menos o menos graves.
Pero somos seres humanos y sólo pensamos en llegar.
Felices vacaciones.

03 julio 2019

No es no. Capítulo 2.

En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Si. Es el principio de El Quijote y tiene su sentido en este artículo. El hidalgo se va a recorrer el mundo (no es el mundo en sí) ayudando a la gente por creer que es su responsabilidad como caballero. Lo malo de la historia es que hace más mal que bien y que él ve las cosas de una manera y el resto, de otra. El tener la cabeza donde la tiene le sitúa en una realidad "novelística" y fantasiosa. Es otro mundo en el todo el mundo está. A más de uno le gustaría tener un mundo como ése pero, lógicamente, con la gente que esa persona quisiera que estuviera.
Pero la cosa va a ser que no. A pesar de tener un mundo, la gente que rodea a ese mundo está muy cerca. Y aprieta. Y busca. Y quiere. Necesito o no. Pero pide. Todo eso de lo pide a alguien que está autorizado (aunque no valga) pero no todo el mundo quiere autorizar a ese alguien.
Dado que El Quijote lo leí hace 40 años o así, no recuerdo los hechos puntuales por lo que dejaré de usarlo como referencia.
Hecha esta aclaración seguiremos con la persona (expresión que vale para masculino y femenino) y la autorización. Si digo no, me niego. Si digo que no es no me reafirmo en mi negación. O sea, si me preguntan por una autorización no la autorizo. Y me parece una decisión totalmente válida (porque lo pienso o por quien lo pide). Pero tú por dónde que la situación se repite pero cambiando las tornas. Se cambia El Quijote, el lugar de La Mancha .... etc, etc, etc. Y esa situación, también mira tú por donde, también hace cambiar a los de enfrente y entonces esa posición de la negación ya no vale. Lo malo es que no siempre llega uno de los tuyos, te aparta y hace que El Quijote de enfrente salga. Siempre hay tiempo de tirarlo, cosa que no piensan.

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