13 febrero 2007

Emoción

Vaya fin de semana que nos ha deparado el deporte. Gozada en la Capa Davis y gozada con la Copa del Rey de baloncesto.
La verdad es que, después de los partidos del viernes, no las tenía todas conmigo en la eliminatoria. Desde que se retiraron Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario, no habíamos tenido una pareja de dobles estable. Fernando Verdasco y Feliciano López llevan tiempo jugando juntos. Y eso se nota. Lo que hay que hacer es explotarlo. Conseguir que, sin dejar de lado su ranking individual, se consoliden como doblistas. El ehecho de tirar siempre el partido de dobles te hace no tener que fallar en los individuales. Si tienes una pareja fuerte, como los EEUU, nuestros próximos rivales, sabes que te puedes permitir el lujo de fallar un individual porque en el doble se va a plantar cara. Fernando Verdasco se salió, tanto en el doble como en el individual del domingo aunque falló el viernes. Calro, que tiene excusa. Ese partido lo debería haber jugado Rafael Nadal. David Ferrer puso la primera piedra de la victoria con un gran partido y perdió en el que ya no significaba nada. Este equipo ha sabido estar a al altura sin contar con Rafael Nadal, por lesión, y sin Tommy Rodredo, por lo que sea. Un aplauso para ellos y para Emilio Sánchez, el gran capitán.
Lo de la Copa del Rey es un tema aparte. Pues llegar muy bien o llegar muy mal. Pero empieza la competición y todo cambia. el Barcelona se metió de refilón y a última hora. El Madrid arrasaba allí donde iba. El Unicaja era el equipo más en forma de la liga. El TAU, el campeón. DKV Joventut, el que más alegre jugaba. Akasvayu, Caja San Fernando y Gran Canaria, los invitados de lujo. Akasvayu estuvo a punto de dar la sorpresa al ir siempre por delante del Joventut. Diferencias cortas, pero parecía que insalvable. Hasta que entró Marcelinho Huertas. 35 minutos en el banquillo, sale y revoluciona todo y a todos. No volvió a sentarse más que en los tiempos muertos. Demasiado para un equipo, el gerundense, que se vió superado por aquello y sin poder de reacción. El Barcelona lo tuvo más fácil con el mal inicio de Unicaja. Parece una seña de identidad esos malos comienzos. Pero claro, ante un Barcelona, por muy mal e irregular que esté, no te puedes distraer. El Unicaja lo pagó caro y se fue pronto de su Copa. Algo parecido, pero al revé, pasó en la jornada del viernes. Fácil para el TAU ante Caja San Fernando y emoción e igualdad entre Gran Canaria y Real Madrid. Pero al final, triunfo de los favoritos. El Joventut se hundió tras el descanso en la semifinal catalana y el Madrid, como la Penya en su partido de cuatros, se puso por delante del TAU al final del partido. El equipo vitoriano consiguió una marca de escándalo. Cuatro partidos, tres cuartos y unos pocos minutos del cuarto, por delante en la Copa, juntando la edición del año pasado y la de éste. Y la final, no tuvo historia. 5 puntos en el primer cuarto. Diez en el segundo. El Madrid le duró al Barcelona un cuatro. El equipo que maravillaba y que ganaba sus partidos con relativa suficiente, sucumbió, de forma estrepitosa, frente al último equipo clasificado. Soberbio. Sublimo. Intenso. Es la Copa del Rey.
Y qué decir de la jornada en fútbol. Aunque de ésto, ya hablaré otro día.
Premios 20Blogs