31 diciembre 2021

Orgullosamente satisfecho. Satisfacción orgullosa.

    Guasapeando con antiguos compañeros de instituto, pasando de una "gracia" sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid (no hay gracias sobre la "Presidenta" de la Comunidad Foral de Navarra que permite homenajes a asesinos o la de las Islas Baleares donde las menores que vivían en un centro tutelado por la "Consejería" correspondiente eran usadas como señoritas de compañía) llegamos a otra gracia sobre el "Rey" emérito. Era un vídeo que tenía su gracia. Salía vestido de jeque y dando el típico mensaje navideño pero como si fuera en árabe.
    Lógicamente salía el típico "me llena de orgullo y satisfacción ..." que me hizo pensar en ésto. Todo sea que, realmente sólo se me ocurrió el título.

    Y me llena de orgullo y satisfacción muchas cosas de las que estoy orgulloso y satisfecho.

    Estoy orgulloso y satisfecho de vivir en el Reino de España, que es el mejor país del mundo y parte del extranjero.

    Estoy orgulloso y satisfecho de vivir en la Comunidad de Madrid (para algunos, Ayusolandia), que es la mejor del mejor país del mundo y parte del extranjero.

    Estoy orgulloso y satisfecho de vivir en la provincia de Madrid, que es la mejor provincia de la mejor Comunidad del mejor país del mundo y parte del extranjero.

    Estoy orgulloso y satisfecho de vivir en Madrid, que es la mejor ciudad de la mejor provincia de la mejor Comunidad del mejor país del mundo y parte del extranjero. Y no sólo por eso, no. Lo estoy por ser la mejor capital del mejor país del mundo y parte del extranjero. Y también porque creo que es la única que tiene ¿14? Copas de Europa.

    Estoy orgulloso y satisfecho de ser del Atlético de Madrid, mejor equipo del mundo y de parte del extranjero al que mucha gente se ha estado riendo y bromeando, aunque ahora se le tiene miedo. Y se nota a la legua. Tanto en el Reino de España, mejor país del mundo y parte del extranjero como en Europa.

    Estoy orgulloso y satisfecho de ser de Estudiantes, ahora jugando en la LEB Oro con todo el merecimiento del mundo, mejor equipo de baloncesto del mundo y parte del extranjero que cuenta, supongo, con la mejor cantera de baloncesto mundial y de parte del extranjero.

    Estoy satisfecho y orgulloso de ser capaz de hablar (y escribir) de muchas cosas sin tener que echar la vista a Google o la Wikipedia. De saber decir (o escribir) en cualquier momento en que se pueda, un "creo", "me suena", "he oído", "he leído", "me parece" o, incluso un "puede que me equivoque" que es mejor que un "no quiero equivocarme".

    Estoy orgulloso y satisfecho de haber sido capaz de conocer gente que me hizo en su momento, darme cuenta de lo que era el mundo entendiendo, por ejemplo, que el que vinieran a cambiarme cromos no era para otra cosa más que reírse de mí.

    De lo que no me encuentra orgulloso ni satisfecho es de mí mismo. He sido esa persona que sabe que por alguna razón, ha caído al fondo. He sido esa persona que piensa que esa razón es porque le han cerrado el paso, se ha resbalado y caído o le han empujado. He sido se tipo de persona que ha pensado que me pueden seguir cerrando el paso, que me puedo volver a resbalar o que me pueden volver a empujar. He sido ese tipo de persona que llevaba una linterna para ver, una cuerda para subir y un pico para ir enganchado la cuerda, picaba el suelo por ser un miedoso.

    Pero me llena de orgullo y satisfacción el ser capaz de han escrito todo ésto que me ha ido saliendo según iba escribiendo lo anterior. De tener, creo, buen sentido del humor aunque había gente que me decía que era un poco inglés. Cierto es que hubo una temporada en la que ponían series cómicas inglesas y de hay podría venir. De ser irónico y de reírme de mi mismo.

    Y, para terminar, decir que estoy orgulloso y satisfecho de tener cuatro blogs aunque en esta ápoca que estando más en casa, no les he prestado la atención que me hubiera gustado. De eso no me siento ni orgulloso ni satisfecho pero si me llena de orgullo y satisfacción el reconocer que hay cosas que ni me orgullecen ni satisfacen.

    Y hasta aquí que tengo que dedicar el texto a mis compañeros Ángel Rodríguez y David Ricote.

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