Como ya se puede entender en el título, voy a hablar del tiempo. ¿Porqué? Porque me han dejado. Democracia viene de juntar dos términos griegos que significan algo así como el poder del pueblo. Todo el mundo es pueblo y el pueblo elige lo que tenga que elegir. Bien.
Dictadura viene de dictado. El profesor hablaba, el alumno escribía y si había falta de ortografía, castigo. Bien.
Todo el mundo sabe, más o menos, que la semana pasada ha habido elecciones presidenciales en Nicaragua. El pueblo vota. Democracia. ¿Pero que pensar de un régimen (igual queda mejor escribir gobierno) que encarcela, expulsa o hace huir del país a todos los candidatos que pueden hacer sombra a Daniel Ortega? Pero son elecciones y es democracia. Aunque no dejen pasar periodistas de otros países.
También recuerdo imágenes en colegios de Cuba donde las urnas, que parecían de cartón (e igual lo eran), estaban flanqueadas con dos chavales vestidos de azul y blanco como uniforme y que levantaban el brazo como saludo a quien votaba. Saludo. Ya. Pero eran elecciones. Democracia. Pero no sé si con prensa.
También recuerdo las elecciones en Bielorusia. Elecciones. Es democracia. Aunque sea un régimen (igual queda mejor escribir gobierno) que encarcela, expulsa o hace huir a todos los candidatos que puedan hacer sombra al presidente de cuyo nombre no me acuerdo, y no soy de los que usa Google para estas cosas. Con el lío que tiene este hombre con la prensa, no sé si los periodistas que fueron estaban controlados o no, que será que si. Fijo. Pero son elecciones. Democracia.
Y también hablaría de otros países de América, África o Asia en los que se pueden montar elecciones para que salga el mismo que las convocan o que sea el Ejército, que dio un golpe de Estado y prometió hacerlas. Elecciones. Democracia.
Hitler, si no recuerdo mal, llegó al poder a través de unas elecciones. La idea de lo que pasó después ya la tenía en la cabeza pero fue en unas elecciones. Democracia.
Te salen con la cosa de que el pueblo les ha elegido a través de unas elecciones donde no dicen el número de gente que ha ido a votar sino el porcentaje que han sacado. Si el único candidato importante que se presenta soy yo, es como si no hubiera elecciones. Es decir, yo, yo, yo, después yo y, si no hubiera nadie, pues aquí estoy yo. Dictadura.
Dictadura democrática. Pido a la gente que me vote a mí.
Democracia dictatorial. He ganado las elecciones lo que me permite hacer lo que me de la gana.
¿Y cómo se acaba con ésto? Complicado porque habrá que pasar, sí o sí, por uno de estos estados. O por ambos.
