27 marzo 2017

Mediador mediando en el medio.

Desde que el mundo es mundo, siempre ha habido conflictos laborales. La magnitud, el sentido y/o las consecuencias de ellos dependía de la época. Todo ha ido cambiando hasta que, desde hace tiempo, estas relaciones se basan en convenios. Pienso que, dado que todo consiste en que el trabajador tiene el deber de, no ya de trabajar, sino de hacer su trabajo y, además, hacerlo bien por que eso le permite ejercer el derecho de cobrar un salario. De la misma manera, el empresario tiene el deber de pagar un sueldo a sus trabajadores por haber hecho un buen trabajo ya que él tiene el derecho de pedirlo. Cada derecho es consecuencia de un deber. Cada deber lleva unido un derecho. Podría valer como lema sindicalista. Eso es básico. Todos los convenios tienen cosas iguales. Debería haber, igual que en otras cosas, unas condiciones generales que deberían firmar representantes de los empresario, trabajadores y gobierno. Y, como condiciones particulares, cada sector negociaría las suyas. Una de esas condiciones generales es la duración de los convenios y cuando hay que sentarse para renovarlos antes de que caduquen. Pero claro, eso lo pensamos algunos. También, cuando era pequeño, en el Telediario se hablaba de cuando empezaban esas conversaciones en sectores estratégicos y, por lo que le parecía a un chaval de 11 años, cuando no se llegaba a un acuerdo, venía la huelga. Además, coordinadas. Maquinistas de Renfe, pilotos de Iberia y controladores. Entre medias, los de Metro en Madrid. Salvo los primeros y los últimos, las demás terminaban desconvocándose. Y entendía, pasado un tiempo, que se les mejorara su condiciones. Al igual que los médicos, que también tenían lo suyo, muchas vidas estaban en sus manos. Como policías. Era algo que veíamos en las series de televisión y pensaba que aquí podría ser igual. Lo que no me imaginaba, ya que eso no salía nunca fuera de series o películas, era como sería el tema de los puertos. Barcos de pesca, yates grandes y pequeños, lanchas de recreo y salvamento. Eso sí salía. Pero, salvo en películas y series de policías, y sólo fe pasada, aparecía también las zonas de carga y descarga. Y un denominador común. Y una palabra que uno asociaba a algo. Y una palabra que, también hacía referencia a otra cosa. Y muchos yes más. Sindicato. Sindicato era la organización de los trabajadores. Estar apuntado al sindicato significaba estar cubierto en caso de accidente. Pero lo que no pensaba es que sindicato significaba también mafia y que la mafia controlaba lo que entraba y salía de los puertos. Claro, porque eran malos. ¿Habría eso aquí? Un niño de 11 años, o 12 o 13, que aún andaba liado con colecciones de cromos (estigma que mantuve durante casi todo 1° de BUP) no lo pensaba porque no lo veía. Todo máquinas llevando contenedores a unas grandes columnas o hacia los barcos. Pero, ¿quién manejaba esas máquinas? Los estibadores. La estiba. Algo que, si no recuerdo mal, se asociaba a algo duro, pesado o grande. De esas cosas que uno no sabe que significa fuera del contexto de la frase pero, por supuesto, tendría otro significado porque no creía yo en palabras inventadas. Y, de hecho, no lo era.
Aquí hago un inciso porque la semana pasada vi algo que pensé que no se usaba más que en las películas y de los que sólo se hablaba en reportajes. El mediador. Habla con unos. Habla con otros. Elabora una propuesta en función de lo que ha oido y escuchado. Presenta la propuesta. Las partes las estudian. Hasta aquí todo bien porque, pase lo que pase, él pasa la factura. Y parece ser que las partes han aceptado esa propuesta. Pero digo yo, ¿tiene que venir alguien de fuera para lograr un acuerdo?¿Los negociadores de ambas partes fueron incapaces de lograrlo?¿Acaso es que no querían? Esas son las conclusiones que se pueden sacar pero me quedo con la última. Y aquí ya me refiero a todos los sectores. Salvo controladores, pilotos y conductores del Madrid de Madrid, ¿nadie se ha dado cuenta que todos los sectores cuyos conflictos laborales salen en la tele son de los que no se hablan nunca o se hace poco? Parece como si se quisiera que todo el mundo supiera que existen. Por eso digo. Negociar hay que negociar. Y negociar no es echar un papel en la mesa. Y negociar no es tirarse los trastos a la cabeza antes de sentarse sin saber las propuestas. Y negociar no es más que dialogar y acordar. Y sino, poner un mediador en el medio para que medie.

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