07 marzo 2017

Hablar por hablar.

Éste es uno de esos textos para los que tenía previstos más de un título. Pero me vino a la mente el nombre de este programa nocturno de la cadena SER, de lunes a viernes tras El Larguero y que no se si se sigue emitiendo aunque no recuerdo muy bien de que iba.
Recuerdo una tira de Malfalda, aunque el protagonista era uno de sus amigos, el cual iba andando por la acera, ve a un señor delante de él y se propone llegar antes que el señor al final. Llega primero, muy contento pero, de repente empieza a pensar en la razón de lo que ha hecho.
También recuerdo un cuento en el libro de lectura de 2° o 3° de EGB que contaba la historia de un señor que dejaba boquiabiertos a sus convecinos por su forma de hablar usando palabras rimbombantes que ellos no acertaban a entender. Un día llegaron al pueblo unos obreros para montar un abrevadero para burros y mulas. Él, que entendía de todo, supervisaba las obras e iba, medio preguntando, medio corrigiendo, medio dirigiendo, viendo el desarrollo de todo. Se me quedó en la cabeza una de las preguntas que hizo "¿Están todas las hipotenusas en su sitio?" Cuando llegó el momento de ver a que altura había que colocarlo, lógicamente le preguntaron a él que se acercó, e inclinándose un poco, dijo "a esta altura está porque cualquier burro llega a mi altura".
¿Y ésto? Todo tiene su aquel. Pero todo a su tiempo. Volvamos al título. Hablar. Verbo. Y como verbo, indica acción. Pero un verbo sólo no significa nada. Hace falta alguien que ejecute la acción y algo que la complemente. Aunque no es necesario esto último. Pero como complemento, siguiendo como verbo, se puede usar saber, por qué, de qué y a quién. Seguro que hay más pero, para lo que quiero escribir, son los que mejor me vienen. Quede claro, antes de nada, que todo lo que vaya para hablar, va para escribir. Escribir tiene más peligro porque no hay entonación. Así que la dejaremos de lado. Lo ideal es saber hablar y de qué además de tener gente con quien hacerlo ya que eso es una buena razón. A quien va dirigido este artículo es a quien, sin saber de que ni tener más razón que la de crear polémica (algo muy respetable, todo sea dicho), cuenta lo primero que se le ocurre o comenta algo emitiendo datos, de forma intencionada y sabiendo que habrá que lo leerá, lo comentará y lo compartirá. Así habrá gente que hablará de lo que él ha dicho. Mucha gente ni se molestara en leerlo u oírlo de manera determinada. Y así su efecto es mayor. ¿Y porqué la gente hace eso? Pues porque cree que quien dice o escribe eso, sabe de lo que habla o escribe. De la misma manera que el susodicho sabe que su efecto será grande porque habrá gente que le creerá a pies juntillas por que da por hecho que sabe. Lo malo es cuando alguien comenta algo con lo que no contaban. Alguien que le corrige, o le indica que se ha olvidado de algo o, incluso, que le diga lo que quiere oír pero de otra manera. El polemista sólo tiene un argumento y lo repite hasta la saciedad. Lo malo de eso es que, o se lo termina creyendo o se cansa de repetirlo y se calla. Eso sí como se de cuenta de que se ha equivocado, no lo reconocerá. Porque no hay nada que más lo moleste a un tipo de éstos es que alguien le demuestre que está equivocado. Cosa que suele saber. Por eso el primer recuerdo. Cuando se dice algo porque se piensa que se ha de decir, hay que saber para qué. El segundo es porque tienes que saber para quién se habla. Esa gente puede saber más de lo que uno cree. Y eso, depende de cómo sea esa gente, puede acabar en ridículo. Más o menos grande.
Por eso hay que tener en cuenta todo. Yo escribo. Se que habrá gente que vea pero no mire. Se que habrá gente que oiga pero no escuche. Pero si eso me preocupara, no escribiría. No escribo para alguien sino para que alguien me lea. O no.
Escribo de lo que se, de lo que he oído, de lo que he visto y de lo que he leído. Nunca pensando en tener la verdad absoluta. Porque me encantar debatir, que es compartir opiniones.
Escribo porque me gusta.
No leo lo que escribo tras terminar. Pero no pongo palabras porque sí. Eso es escribir por escribir.
No suelto palabras por mi boca por soltarlas. Eso es hablar por hablar.
Pero hay gente que no lo sabe y gente a quien no le importa.

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