09 enero 2007

Democracia

Según me enseñaron cuando iba al colegio (en los tiempos en los que al colegio se iba a aprender), el término democracia venía de la unión de dos palabras griegas, demos y cratos, que significaban pueblo y poder, respectivamente. La palabreja en cuestión venía a definir un modelo de gobierno en le que el poder estaba en el pueblo. No se que sentido le da el señor Otegui cuando habla de ella. Creo que es como esa gente que ha oído hablar de algo y sabe que existe pero no sabe en qué consiste exactamente. Pero como no quiere quedar mal, habla de ello, vagamente, para no dejar sus carencias y miserias al descubierto. También me sorprende que haga llamamientos a ETA, no para acabar con la violencia, sino para seguir con la tregua. Ya lo dije en otras ocasiones que ese "proceso de paz" no era tal proceso. Y que la negociación que se instaba por parte de la izquierda abertzale era un ultimátum más que otra cosa. El entorno político y social de ETA nunca condenará un atentado ya que sería traicionarse a si mismo. A sus ideas y a su forma de hacer política. La política se hace en la calle, hablando con los ciudadanos y atentendiendo a sus peticiones. Pero sin ir con la pistola, el coctel molotov o el pasamontañas, sino con la palabra. Y la gente que integra la banda, no hacen política porque son asesinos. Ellos no quieren paz porque pierden el sentido de su existencia. La disolución de la banda y la entrega de todas las armas, amén del compromiso de aceptar las reglas del juego democrático, de esa democracia que tanto pide el señor Otegui es la única opción posible para que alguien se piense dos veces el ponerse a elaborar las bases de una normalización en el País Vasco. Pero sin más exigencias que esas. Ni provincias francesas, ni Navarra, ni autodeterminación. Libertad. Simple y llanamente. Libertad y democracia. No hay otro camino. Sólo atajos. Y con baches. Es un camino que recorren sólos. Y si caen en un hoyo, no habrá nadie para sacarlos. De todas maneras, lo dije, lo digo y lo diré siempre. El etarra bueno es el etarra muerto. Y toda la gente que les encubre y les protege, son tan delincuentes como ellos. Y, por lo tanto, deberían estar en la cárcel. Todos en una. Todos juntos. Y en un lugar donde se tuvieran que encargar de procurarse la comida a bese de cultivar el campo y cuidar animales (a los de cuatro patas, se entiende). Pero cualquier organización de derechos humanos pondrá el grito en el cielo. Para eso sí. No les he oído tras las explosiones. Ni tras descubrir los zulos. Ni tras el ruido de los disparos. Democracia. Que palabra tan bonita. Que significado tan bonito. Y como le vacían el contenido, dejándola como la piel de una barra de chorizo. La Democracia es grande. La Democracia es mísera. Toma nota ZP.

P.D.: No se preocupen. Al señor Saco le tocará mañana.

Lunes deportivo

Ayer fue lunes y, como todos los principios de semana, debería haber hablado de la jornada deportiva. Problemas técnicos me lo impidieron. Estuve fuera el fin de semana lo que me hizo perder el mucho (y buen) baloncesto, tanto de la liga ACB como de la Copa de la Reina, así como algún partiodo de la NBA. Poca atención tiene el deporte femenino, incluso en los canales temáticos digitales. Gimnasia, patinaje, atletismo y poco más, salvo acontecimientos como esta Copa de la Reina que ha vuelto a mostrar quien domina (que dos equipos, mejor dicho, dominan) el baloncesto femenino español. Pero lo que más llama la atención de todo es una jugadora que el año pasado ganó todo con el Perfumerías Avenida y éste, ha ganado todo lo que ha jugado con un Ros Casares deseoso de volver a estar arriba. Seguro que nadie recuerda pero este Ros Casares es el heredero de aquel BEX que aglutinó a las mejoras jugadoras españolas de cara a las Olimpíadas de Barcelona. Pasado el evento, se convirtió en el Tintoretto y en el Pool Getafe, antes de irse a Valencia. Durante varios años fue la referencia del baloncesto español. Ahora, con cambio de entrenador en Navidades incluído, ha vuelto a demostrar que es uno de los grandes. En cuanto a la ACB, la cosa de comprime cada vez más en los puestos de los equipos que luchan por las últimas plazas para la Copa del Rey. Por otro lado, también habrá equipos que, sin opciones para el evento, se dejen ir hasta el final de la primera vuelta y arranquen con fuerza en la segunda camino de alcanzar los playoffs. En la NBA, nadie duda que Jorge Garbajosa estará en el partido entre novatros y jugadores de segundo año del All Star de febrero (donde se debería enfrentar a José Manuel Calderón y compartir banquillo con Sergio Rodríguez) y que, a menos que ocurra una desgracia, tiene muchas papeltas para ser nombrado novato del año. Su único hándicap, el número de partidos. Ya se ha perdido alguno por temas físicos. Es lo que tiene la NBA con sus tres y hasta cuatro partido semanales. Que aprendan los jugadores de fútbol. Los españoles, por ejemplo, que los ingleses, por decir algo, llegan a jugar cuatro partido en las dos semana de Navidades. Y nadie protesta. Aquí se ha demostrado que la liga está loca. No ganan los cuatro primeros y no pierden los seis últimos. Siete punto separan al primero del quinto, ocho del sexto y nueve del séptimo. Ahora falta ver si los refuerzos que se han traído palían carencias o las acentúan. No creo que el Real Madrid necesite un mediocentro (en verano vinieron Emerson y Diarra tras un culebrón, a los que hay que sumar gente que ha jugado ahí sin ser su puesto como Helguera, Guti, Beckham o, incluso, Sergio Ramos, amén de los canteranos) ni un delantero. Lo que necesita es actitud. Le sobran kilos de euros, grasa y ego y les faltan otros tantos de humildad. Desde que Capello dijo que estaba feliz porque los arquitectos se habían convertido en albañiles, el equipo no hace otra cosa que dar tumbos ofreciendo una imagen pésima. Tampoco el Barcelona anda fino. Aunque, según oigo y leo, al menos le echa casta y saca puntos. De los que van por detrás, salvo el Zaragoza y el sorpresivo Recre, los demás, ni fú ni fá. Este fin de semana ha comenzado una edición más del Dakar. Dado que últimamente cambia todos los años de lugar de comienzo, se ha quedado ya bautizado con el nombre del destino hasta el final. Y como favoritos, están los de siempre. Y, también como siempre, están a los que les va la marcha y les gusta la aventura, cuya única meta es llegar. Da igual que tarden un día más que el primero. Ahí si que se puede decir aquello de que lo importante es participar. Claro, que como dijo alguno, esa frase es de alguien que no ganó nunca. Pero lo bien que sienta el llegar ..............................
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