09 marzo 2015

El porque de las cosas.

Ayer vi en Facebook un comentario de un antiguo compañero de trabajo que ponía algo así que como decirle a su hija que en vez de como la choni que sale en la tele, debería ser como el ingeniero que está en el McDonald's. Complicado hacérselo ver a una jovencita de 14 o 15 años aunque, a esa edad, la juventud debería tener ya un poco de sentido común. Pero claro. El ingeniero no sale en la tele no se habla de él en las redes, ni tiene reservada zona privada en el bar de copas de moda ni su imagen se usa para promocionar una fiesta. Es sólo la realidad de la sociedad de hoy pero que no dista mucho de la de hace diez anos. O quince. Siempre ha habido gente que se ha pegado panzadas a estudiar pero luego no ha podido hacer lo que quería y ha terminando haciendo su carrera en algo completamente distinto a lo que quería. Pero por cada uno de esos siempre ha habido quien su carrera ha sido saber acercarse a alguien (no siempre por interés, todo sea dicho) y, como sale en la foto, pues ya es alguien. Gracias a la forma de consumir que tenemos ahora, nos tragamos programas  de alto calado cultural, como yo les llamo, porque en cierto modo muestra la forma de ser de la gente (dirigida, eso si. Porque todo lleva guión). Gente de la que no importa que ha hecho ni de donde viene salvo que sea del gimnasio. Pero, por alguna razón, son trendintopic. Y eso es lo que cuenta. No eres nadie si no sabes quien es Fulanito o Menganita. Y mientras la gente habla de éstos dos, el ingeniero revisa que no le falte nada para montar las hamburguesas que se cometan las quinceañeras que hablarán sobre los abdominales de Fulanito o los pechos postizos o el mal teñido de Menganita. 
Así es la vida. 
Premios 20Blogs