01 abril 2019

Despoblación.

Que hay despoblación en España lo saben hasta los políticos del Congreso y el Senado. Lo saben hasta los políticos de las cámaras autonómicas. Lo saben hasta los miembros de las Diputaciones. Y lo saben porque muchos de ellos vienen de pueblos. Más o menos grandes, más o menos pequeños. O ellos o sus padres. Antes la gente vivía en el campo con sus animales, sus cultivos, sus talleres. Porque a los animales había que alimentarlos y las herramientas había que fabricarlas o repararlas. Y con éso se comía. Pero pasó que hubo gente que emigró a las ciudades donde también había muchas cosas que hacer como restaurar una sociedad después de la guerra. Se sacaba un dinero para vivir. Así, poco a poco uno llevaba a su hermano lo que dejaba en el pueblo a los padres y la hermana o hermanas a menos que siguieran con esa tradición de colocarse como criada de alguna familia con dinero suficiente para permitírselo. Poco importaba que los hijos se fueran a la ciudad porque volvían los fines de semana (o cuando descansaban) para ayudar al padre en las tareas del campo. Poco importaba que hubiera algún fin de semana porque el hijo empezara a salir con una chica. Poco importaba ... La gente que iba quedando en los pueblos se ayudaba con siempre. Eso sí, tener un hijo en la capital hacía que te miraran de otra manera. Podría ser como estar en otra escala.
Pero el tiempo pasa y la gente se hace mayor. Vivir con los hijos o cerca. Estar en residencias. En fin, no vivir en el pueblo. Hace un tiempo se buscó repoblación llevando familias que quisieran vivir allí en función de los beneficios que tuvieran. Pero alguien que no sabe coger una azada no puede ponerse a llevar una huerta, por ejemplo. O si no hay servicios. En lo que se vio el domingo, que un autobús no pare en un pueblo que está en mitad de su ruta tiene su delito. Si se cambia de concesionaria, ésta debería atenerse a la ruta que coge. Escuela, tienda, farmacia, ... Es lo que todo el mundo quiere. El tópico en los pueblo hace un siglo o más, era que en los pueblos mandaba el alcalde (solía ser el más rico, el que tenía más tierras, el que había podido haber salido a estudiar o todo junto), el cura (algo obligatorio por tener misa todos los días y abierto a toda clase de confesiones), el farmacéutico (el único fijo con estudios aunque podían de cualquier tipo o incluso veterinario) y el sargento de la Guardia Civil, que estaba para mantener el orden y vivir de gorra, porque la vista gorda cuesta. El que todas esas tradiciones hayan ido desapareciendo se ha visto influenciada por esa despoblación.
Hubo un tiempo en el que las empresas decidieron sacar las sedes de las ciudades a sus afueras lo que hizo crecer, o en algún caso el aparecer, polígonos industriales. Todo eso hizo que mucha gente se fuera a vivir a las afueras o los pueblos cercanos ya que los precios estaban mejor. Pueblos grandes, medianos o pequeños, los que tenían servicios básicos propios o lo suficientemente cerca para poder disponer de ellos. Un chollo hasta que llegó la crisis. Por muy baratos que fuera la vivienda, las viviendas había que pagarlas. Algunos las vendieron mucho más baratas de lo que la compraron o las alquilaron. Esas "bajas" provocaron que disminuyera el número de habitantes. Había personal que habían sido contratados por ese aumento de habitantes que perdieron su trabajo y también se fueron y están los que huyeron de la llegada de los "ingenieros" (algunos con el título de verdad) que tenían el mismo problema de los que fueron allí por las ofertas y de los que hablé más arriba. Mucha teoría (a veces, muchas, sin saber nada de la realidad) y poca práctica.
Pero es lo que hay ahora. Este problema es grave y como tal hay que tratarlo. Pero no de cualquier forma. Y menos sólo cada cuatro años. Hay que repoblar los pueblos pero con gente que sepa lo que es un pueblo, que quiera saber como es n pueblo, que quiera saber cómo se vive en un pueblo y, sobre todo, que quiera estar en un pueblo más allá de una casa a buen pueblo o gratis a cambio de trabajar en y para el pueblo durante un tiempo y largarse al terminarse. En un pueblo no puede vivir cualquiera.
Por los pueblos de España pido perdón por esta brasa.

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