Normalmente suelo titular los artículos con un juego de palabras pero hoy no he querido. Igual no me resultaba fácil o no se entendía. Qué más da.
Como todo el mundo sabe, aunque no porqué (o sí), el domingo hubo elecciones generales. Siempre he tenido en mente que las elecciones se hacían al acabar el mandato de turno para cambiar o no quien estaba al mando. Luego uno ya coge la idea de que si hay coaliciones y se rompen, quien manda ya no llega y hay que votar. O como ha pasado en este caso, al que manda y a sus amigos les pegaron una buena paliza en las elecciones municipales y autonómicas.
La razón de las elecciones de este domingo 23/07 es, ni más ni menos esa. Al menos es la idea que tengo. También tenía en la cabeza que unas elecciones son la clave de la democracia que, como todo el mundo sabe quiere decir el "poder del pueblo". Palabra que viene del griego. Y lo saben hasta los que no la respetan por mucho que quieran mostrar que lo hacen. Se supone que el pueblo es quien elige quien les manda para conseguir lo que buscan. También tenía en la cabeza que la diferencia de los partidos podía ser el grupo de gente a los que representaban y la forma de conseguir lo que ese grupo de gente quería.
Democracia. Si, el pueblo decide. Quien se presenta por Madrid, capital de España, es el candidato a ser elegido presidente del Gobierno. Bien. ¿Pero un partido de barrio también presenta a un candidato a ser presidente del Gobierno? Democracia. Si, el pueblo decide. Quien se presenta por Madrid, capital de España, es el candidato a ser presidente del Gobierno. Bien. ¿Pero un partido de Aragón, por ejemplo, a qué se presenta? ¿Acaso ese partido de Aragón también presenta lista por Madrid?
Democracia. Si, el pueblo decide. ¿Pero cómo pueden tener derecho a presentarse a unas elecciones generales de donde salen el Gobierno que va a dirigir un país que es una Monarquía Parlamentaria un partido que rechaza el estar en ese país? No entiendo que se presenten partidos autonómicos a menos que se unan a partidos nacionales. Pero menos aún partidos catalanes que lo primero que buscan es que se celebre un referéndum para su autodeterminación, que perderían y por amplia mayoría, y lo segundo es que quien ha desobedecido la Constitución pueda andar tranquilamente por la calle de su pueblo.
Lo bueno es que, para mí, quien tenía que ganar ha ganado o quien tenía que perder, ha perdido. Y lo malo es que, o cambian mucho las cosas o nos vemos votando de nuevo en Navidades.
Lo que también es malo es mirar el color, el nombre o la persona en vez de lo que puede aportar. Y lo también malo es que este punto no tiene nada bueno. Porque lo que cuenta es la imagen sobre cómo me van a ver. No vale. La democracia no es eso. La gente, pienso, no vota por el color o el fulano porque si vota en contra del color o del fulano, mejor que no vote. Eso no es voto útil. Ni inútil siquiera. Que no vote. Yo voto a quien tiene ideas que comparto. Todas o algunas. Pero que me puedan servir.
En fin, ¿sabemos?
