11 junio 2009

La sonrisa del ganador, las miserias del perdedor o de lo que acontenció la noche de las elecciones y los días sucesivos

Una de las cosas que más me gustan del diario El Mundo es la frase de la portada. La del lunes 8 de junio me viene muy bien para lo que voy a escribir. Venía a decir que para que uno gane, siempre hay alguien que tiene que perder. Paradójicamente, en la noche electoral, todos se aplican esa frase, ya que, como comenté con motivo de las elecciones generales, todo el mundo gana y son los demás los que pierden. Unas veces está ncontentos porque no han perdido votos o no han gando los de la cera contraria. Otras porque la distancia que les ha separado de los de arriba es más pequeña de lo que se decía o es más grande la que se lleva a los de abajo. Todos ganan. Todos pierden. Pero en estas elecciones, sólo hay dos partido que se puede decir que han ganado. uno es claro. Ha sido el Partido Popular. Al igual que en todoa Europa, el partido conservador ha ganado con más o menos claridad. Y, en clave española, el otro partido que puede estar contento y satisfecho es Unión, Progreso y Democracia o, como a la mayoría de la gente le gusta decir, el partido de Rosa Díez. Es digno de mérito, y así se ha dicho y leído, que un partido que apenas pasa del año de vida, que no ha salido en televisión (no voy a entrar a debatir el porqué), que ha hecho campaña con un megáfono porque no hay dinero y el poco que tienen lo han obtenido de donaciones de militantes y simpatizantes, haya mejorado los números obtenidos (en votos y en porcentaje) en las elecciones generales y que se quedase a quedase a sólo 150.000 votos de IU para convertirse en la tercera fuerza política de este país. Izquierda Unida está contenta porque dicen que han parado la sangría de votos que llevaban sufriendo desde que Julio Anguita dijo adiós. Por eso y porque mantienen sus dos escaños a pesar de contar con algunos votos menos. Los socialistas, a los que dejo para el final, están dando una imagen patética aunque eso ya no es noticia. Lo que hasta el viernes era triunfalismo, se ha tornado todo en decepción, que está enmascarada de reproches ("... ustedes siguen estando en la oposición...", "...no es lo msimo unas elecciones generales que unas europeas...","...sólo han sacado un punto más que en las anteriores europeas..."). Dice nuestro presidente que ellos aceptan las derrotas y que no ponen excusas. Pues ya me dirán a que viene todo eso de la extrapolación. Es lo de siempre. Donde dije digo, digo Diego.
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