28 marzo 2007

Comparaciones

Sabía que alguien lo iba a hacer. Se ha conseguido llegar a firmar un acuerdo de paz en Irlanda y, por vete tu a saber que narices, mucha gente mira al País Vasco. Mi querido señor Saco, hasta pone nombres a los actores. Señores, la única semejanza entre el conflicto irlandés y el vasco es que había un grupo terrorista de por medio. El conflicto irlandés es religioso y es muchísimo más antigüo de lo que mucha gente se cree. Las famosas marchas de la orden de Orange tienen su origen hace cientos de años. Ellos eran protestantes y probritánicos y los otros, católicos. El IRA, vaya casualidad, es católico. El problema vasco, como a mucha gente le gusta llamarlo, no es religioso. Es político. Como todos los problemas que en la Europa del sioglo pasado tenían que ver con grupos terroristas. Y todos fueron derrotados. De una manera o de otra, acabaron sucumbiendo. Aquí hubo algo parecido con la rama político militar de ETA. Los partidos vascos tienen en su filas a antigüos militantes de la banda terrorista que decidieron que esa no era la forma de lograr sus objetivos. Tampoco lo van a conseguir por medio legales, pero ese es otro tema. Ni Gerry Adams ni Ian Paisley son nacionalistas como el señor Saco quiere hacer ver. Y no lo son porque la idea no es tener un estado. La idea es lo cerca o lejos que quieren estar de Gran Bretaña. ETA quiere que el País Vasco (su País Vasco), sea independiente. Es España. De Francia. De todos. En Irlanda, los terroristas tienen un partido político que poco a poco se fue desvinculando de ellos y con un amplio apoyo social. ETA tiene menos apoyo que Izquierda Unida. Y ya es decir. Eso es hundir la carrera de cualquier político. Puede tener apoyo social, pero a la hora de votar, la gente elige otras opciones. Y como gesto de buena voluntad, entregó, seguramente no todas, pero si parte de su arsenal para ser inutilizado. En cambio, el otro día, sorprendieron en Francia a dos etarras haciendo prácticas de tiro. Eso no lo hace alguien que está pensando en llevar a buen puerto un proceso de paz. Las distancias entre ambas posturas, ETA y el gobierno, se acortan. Pero sólo es porque el PSOE no deja de dar (demasiados) pasos hacia delante mientras que los otros, no sólo no los dan, sino que, encima, retroceden. Tampoco Tony Blair es Zapatero. O mejor dicho, Zapatero no es Blair. El nuestro lo tiene más fácil. El inglés tenía que sentar a dos bandos (otra diferencia más). El tío de las cejas solo tiene a un interlocutor. Y es incapaz de sentarlo. Se ríe de él. Es como el boxeador que baila y se burla de su contrincante mientras éste lanza golpes y le pide que se acerque y que luche. Y la cosa va bien, el boxeador cazará al bailarín una sola vez y descargará toda su rabia y frustración de tal forma que el otro no se levantará. Y en el peor de los casos, se cansará de dar golpes al aire y de moverse y caerá derrotado por su propia incompetencia. Sinceramente, prefiero lo primero.
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