En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Si. Es el principio de El Quijote y tiene su sentido en este artículo. El hidalgo se va a recorrer el mundo (no es el mundo en sí) ayudando a la gente por creer que es su responsabilidad como caballero. Lo malo de la historia es que hace más mal que bien y que él ve las cosas de una manera y el resto, de otra. El tener la cabeza donde la tiene le sitúa en una realidad "novelística" y fantasiosa. Es otro mundo en el todo el mundo está. A más de uno le gustaría tener un mundo como ése pero, lógicamente, con la gente que esa persona quisiera que estuviera.
Pero la cosa va a ser que no. A pesar de tener un mundo, la gente que rodea a ese mundo está muy cerca. Y aprieta. Y busca. Y quiere. Necesito o no. Pero pide. Todo eso de lo pide a alguien que está autorizado (aunque no valga) pero no todo el mundo quiere autorizar a ese alguien.
Dado que El Quijote lo leí hace 40 años o así, no recuerdo los hechos puntuales por lo que dejaré de usarlo como referencia.
Hecha esta aclaración seguiremos con la persona (expresión que vale para masculino y femenino) y la autorización. Si digo no, me niego. Si digo que no es no me reafirmo en mi negación. O sea, si me preguntan por una autorización no la autorizo. Y me parece una decisión totalmente válida (porque lo pienso o por quien lo pide). Pero tú por dónde que la situación se repite pero cambiando las tornas. Se cambia El Quijote, el lugar de La Mancha .... etc, etc, etc. Y esa situación, también mira tú por donde, también hace cambiar a los de enfrente y entonces esa posición de la negación ya no vale. Lo malo es que no siempre llega uno de los tuyos, te aparta y hace que El Quijote de enfrente salga. Siempre hay tiempo de tirarlo, cosa que no piensan.
03 julio 2019
No es no. Capítulo 2.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)