24 diciembre 2009

El móvil

Buenas tardes a tod@s los que se acerca a este pozo de sabiduría. Los que me conocen me dicen que debería escribir sobre Gürtel, Alakrana, y cosas de esas. Todo a su tiempo. Últimamente no he estado muy católico y no tenía ganas de escribir, a pesar de que, cuando iba a trabajar lo iba haciendo mentalmente.
Pero para pesar de mis fans, no voy a hablar de esos temas. Hoy voy a escribir sobre algo más mundano: el móvil.
Recuerdo allá por principios de los 90 aquellos primeros móviles que parecían un maletín. Yo pensaba que la gente estaba loca por llevar eso de un lado a otro. "¿No pueden esperar a llegar a casa o a la oficina para llamar?¿Tan importante es esa llamada?". Es más, yo tardé en tener mi teléfono. De eso hará de diez años. Desde entonces, sólo lo he usado para comunicarme. Vale que los dos últimos tenían su cámara y alguna foto he hecho. Incluso he oído la radio con el último. Pero son cosas puntuales. Lo que veo es que no vivimos ya sin él. Ahora, lo raro, no es que alguien no lo tenga, sino que tenga una sóla línea dada de alta. Realmente, el escribir ésto viene por cosas que he leído, visto y oído por ahí. No se si sabreis quien es Alfredo Díaz. Es un tipo de éstos que hace monólogos, colaborador en su momento de José Antonio Abellán en La Jungla y de Rafael Escalada en Conservas Escalada, ambos programas en Cadena 100, con imitaciones y parodias de letras de canciones. Pues bien, en una de esas intervenciones se preguntaba qué es lo que nos había pasado con el móvil. Ponía como ejemplo la salida del cine. Lo primero que se hace es encender el aparato porque lo último que se ha hecho antes de empezar la película, fue apagarlo tras el anuncio alusivo. El se preguntaba sobre lo que se hacía antes que no existía el teléfono. Otra cosa es un texto que circula por la red en el que se habla de lo diferente que era la vida de un niño de 10 o 12 años en los 80, comparada con la actualidad. Cuando uno podía estar hasta las diez en la calle y la madre sólo se escandalizaba en función de la suciedad de la ropa del crío o de la brecha que podía llevar en vez de hacerlo por la hora. Ahora está el móvil. Y yo pregunto: "¿Tiene que tener un niño de 10 o 12 años teléfono?". El hecho de soler usar el transporte público para ir a casi todas partes, también te permite observar ciertos comportamientos. Si vas a la misma hora a trabajar, tienes como compañeros de viaje casi a la misma gente. Pongamos el ejemplo de la mujer a la que le suena el teléfono casi a la misma hora todos los días. Tras el "¿Síiiiiiiiiiii?"o el "Diiiiiiiiiime? de rigor, lo siguiente que dice es " ...estoy en .... (póngase aquí el nombre de la estación que, casualidades de la vida, siempre es la misma". Debe ser el marido que, o se acaba de levantar porque entra más tarde o acaba de llegar al trabajo. Luego está el caso contrario. Es decir, por la tarde. Es salir del túnel en el metro y todo el mundo buscando llamadas perdidas. "Sí ... Estoy en Batán (siempre es en Batán aunque el tren no haya salido de El Lago) ... unos x minutos (donde x es la cantidad de tiempo estimada en llegar a su destino, como siempre) ... Vale ...". Y cuando no había móvil, ¿cómo controlaba el marido, novio, mujer, novia a su pareja? Tenía que esperar a recibir la llamada desde casa o desde la oficina. Ahora, no. Y, encima que se está más controlado, la mitad de las veces, se miente para quedar bien. Cómo es la gente. En qué nos hemos convertido. Perdón, os dejo. Me llaman al móvil.

6 comentarios:

Space Online Game dijo...

¿No vuelves a postear?

Kikogol dijo...

Pues la verdad es que, por más temas de actualidad que hay, me da un poco de pereza. Pero espero desperezarme un día de éstos.
Gracias por la visita y el comentario.

Anónimo dijo...

Y sigues pensando, ahora en la primavera del 2011 lo mismo del movil?
Todo avanza, antes recorrer 350 km costaba más de 6 horas, esperar la carta de tu pareja se hacia interminable, y hablar por teléfono con alguien kerido tenia k ser casi sin intimidad y a una hora concreta.
Por eso yo creo k las relaciones a distanci antes apenas no existían.
En cambio en estos tiempos las personas k aman en la distancia se aferran a su movil por k es lo k les mantiene unidos a su amor.
Las cosas cambian y avanzan.
Los niños de 10, 12 años antes estaban de la mano de un adulto, ahora por desgracia, no es así, matrimonios separados, las madres trabajan, la crisis no permite tener niñera, muchos de estos niños dependen del movil por k lo mismo k existe l amor n la distancia, también existen padres en la distancia, k no es lo mismo k distante.
Posiblemente desde k escribiste este comentario hasta hoy habrás utilizado el móvil y seguro k seguirás usandolo.

Kikogol dijo...

Pues si. Sigo pensando en lo msimo. y sobre todo por lo que veo que hacen los niños con sus móviles. Pienso que, si hay teléfono adpatados para personas mayores, debería haberl omismo para los niños. Pero ese no era el motivo del post sino es que nos diéramos cuenta como, en los últimos diez años, ese aparato ha cambiado nuestras vidas, pasando de ser algo imprescindible.

Anónimo dijo...

Por lo veo, estas en contra de los avances, claro k hace 10 años un niño de 12 no tenia móvil, al igual k no existían otras muchas cosas, y como todo depende el usok se les de.
Y si no mira la energía nuclear.....
Pero si te parece k los tiempos pasados fueron mejores no hay problema, volvemos a la cueva, nos cubrimos con pieles y hacemos fuego con dos palitos.
Hay k evolucionar, siempre hacia delante.
Y te dejo k me llaman al móvil...

Kikogol dijo...

No, mi desconocido/a comentarista. No estoy en contra de la ciencia ni de los avances. Es más, soy una especie de científico sin título. Estoy en contra de la ciencia mal usada o mal aplicada. No se tú, pero los niños de mi generación no llevaban móviles. Y había pederastas. Como ahora. El niño era libre. Ahora no. Y eso es lo que le hace rebelarse. El creer que no se fían de él. Eso es el daño que ha hecho la técnica y la tecnología. O el hecho de que un niño se comunique con el móvil, el mesenger, el twitter o el facebbok con el vecino de la puerta de al lado en vez de ir a su casa. La ciencia es buena. La ciencia es necesaria. Pero lo bueno y necesario es su buen uso. Y ahora no lo hacemos.

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